Capítulo 3

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(Kentin)

Había pasado dos semanas desde que llegué a este lugar, lo único bueno que me a pasado es que desde que llegó ___(t/n) todo había sido mejor. Era muy buena conmigo e incluso me defendía de los demás. Se que está mal y que debo aprender a defenderme por mí mismo pero es la primera vez que siento que tengo alguien con quién estar...

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-¡Muy bien soldados, hagan 200 flexiones sin parar! ¡El primero que pare hará 200 flexiones más! ¡Rápido!

Porque justo flexiones....no se me daban nada bien, además si fallo tendré que hacer más.
Mire a __(t/n) y ya está haciendo el ejercicio, se la veía concentrada y decidida, me inspiraba ganas de seguirla.
Me puse a su lado y comencé a hacer las flexiones, hasta las 50 flexiones hice bien pero después me empecé a cansar. Sentía mis brazos débiles estaba apunto de caerme, podía sentirlo. A los segundos me desplome en el suelo.
Tenía la respiración agitada, no podía respirar.
- ¡¿Porque se detiene?! ¡Siga haciendo el ejercicio!
- N... No...puedo....más....- tenía la cara roja.
- ¡No me interesa soldado! ¡Hágalo ahora!- a duras penas me levanté, no podía más esto era una tortura. Quiero volver a casa. Después de unos minutos note que __(t/n) ya había terminado.
- ¡Listo señor!
- ¡Corra 10 vueltas la pista por la pista!
- ¡Sí señor!

No daba crédito, había sido la primera en terminar y seguía como si nada.

-¡Continúe soldado!- seguí haciendo las flexiones pero al final me rendí - Bueno...viendo que este soldado no tiene motivación todos se van a dar 20 vueltas a la pista como castigo. ¡Muévanse!

Todo el día estuvimos corriendo que claro que como anticipé me detuve por falta de aire. Encima comenzó a llover en medio de nuestro entrenamiento y no pudimos parar para refugiarnos.

Terminamos el entrenamiento y cada uno se dirigió a su habitación, nos dieron 10 minutos para cambiarnos e ir a cenar. Estaba destruido, no podía más, pero me preguntó ¿Cómo estarán todos en la escuela? ¿Se acordarán de mí? Seguramente deben pensar que huí como un cobarde. Y eso soy...un cobarde.

Durante la cena no vi a __(t/n) por ningún lado, supongo que estará haciendo algo. Hoy todo estaba muy tranquilo por lo que me resultaba raro, ahora que no está ella podrían aprovechar para molestarme.

Terminamos de cenar y nos mandaron hacia nuestras habitaciones, pero vi a mi padre dirigirse al campo de entrenamiento ¿A dónde se va con esta lluvia?
Por alguna razón decidí seguirlo, me pico la curiosidad de que haría y lo que vi me sorprendió.

__(t/n) estaba haciendo ejercicio bajo la lluvia con gran esfuerzo. Mi padre se puso frente a ella.

-¡ Vamos Blake! ¡Muéstrame de lo que eres capaz!- ella se dirigió a la pista llena de barro que estaba llena de obstáculos difíciles. Seguía corriendo sin parar pasando los obstáculos sin dificultad, podía ver un brillo brotar de ella. La verdad, me inspiró confianza y ganas de superarme, si ella puede yo también puedo hacerlo.

Regresaré y me defenderé a todos en el instituto, de todos los que quieran molestarme. Y dejare atrás a las personas que me hicieron daño para tener un mejor futuro....

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(Tu)

Ya pasaron 5 meses desde que llegué aquí, los entrenamientos han sido duros pero valieron la pena. Ya puedo controlar mejor mis habilidades y pude superar mis límites.
Mis padres tenían razón de que Giles era todo un desafío y eso me gustaba.
De Kentin podía decir que había  mejorado muchísimo, empezó a ponerle más empeño a su entrenamiento. Ahora está totalmente cambiado, ahora era más alto que yo, había dejado de usar sus lentes grandes y se las cambio por lentillas y su cabello se lo corto de una manera típica. Su cambio había sido realmente grande.

Hoy era uno de los días con mas trabajo, todo el día nos mandarían a recorrer obstáculos de mayor complejidad, todos estaban preparándose yo quería ganarles a todos.
Eso era un defecto que tenía, siempre tenía que ser la mejor en todo lo que me proponía ,era demasiado perfeccionista y no quería que nadie me superara.
-¿Lista para perder enana?- me dijo Kentin a mi lado riéndose levemente.
- En tus sueños comegalletas - y le saque la lengua a modo de burla. En ese tiempo nos habíamos hecho cercanos, y me había contado todo lo que le sucedió antes de llegar aquí. La impotencia que me dio al escucharlo me daba ganas de romper una pared, no podía creer que existiera gente así.
Yo le conté de mis padres, que soy adoptada y cómo llegué al cuartel. Aunque no le conté de mis habilidades, eso no lo sabía nadie. A Kentin le tengo mucha confianza, pero siento que todavía no es el momento de que le cuente nada.

Comenzamos la carrera, Kentin y yo llevamos la delantera, tenía que reconocer que tenía espíritu de competencia, aunque no me iba dejar ganar fácilmente.
Aunque por un momento lo mire a los ojos y él me miró a mí. La verdad por un momento me perdí en ellos, sentía una calidez que nunca había sentido incluso sentí cosquillas en mi estómago. Pero esa distracción fue suficiente para pisar mal y torcerme el tobillo.
Caí al suelo y me agarre el tobillo tratando de no quejarme del dolor. Kentin y el sargento se acercaron a mí.
- __(t/n) ¿estás bien?- Kentin empezó a revisarme en tobillo.
- No te preocupes, solo voy a la enfermería....
- Llévela a la enfermería soldado.
- Sí señor...- me cargo al estilo princesa y me alejo de la pista.
- Kentin puedo ir yo sola...- comencé a pensar en donde me encontraba, estaba en los brazos de Kentin. Nunca me imaginé estar en esta situación, nunca tuve que depender de nadie y ahora me cargan al estilo princesa. Podía sentir mis mejillas ardiendo junto con la cosquillas en el estómago.

Llegamos a la enfermería y Kentin me dejó en la camilla para buscar las cosas para curarme. Veía como me pasaba una crema para relajar el músculo y finalmente me envolvía con una tela para no forzar el tobillo. Una vez terminado nos quedamos en silencio. Hasta que finalmente me decidí a preguntarle.
-¿ Piensas volver al instituto?- no niego que de solo pensarlo me ponía triste, posiblemente no pueda volver a verlo y la verdad me había encariñado con él, no quería que nos separaran.
- Si...ya tengo un plan para que me echen y poder volver...
- Al final te vas...- escondí mi rostro bajo mi cabello, no quería que me viera triste.
- Oye...eres la mejor persona que e conocido. Nunca voy a olvidarte __(t/n) quisiera seguir hablando contigo.
- Claro...- le mostré una sonrisa sincera - Ken tu eres mejor que ellos, nadie nunca va a volver hacerte menos, tu eres un gran chico y tuve la fortuna de que te cruces en mi camino. Nunca olvides que eres alguien muy especial para mí.

Y con eso dicho nos dimos un abrazo. Nunca lo olvidaría y espero poder volver a verle...

Amor desde las estrellas (Kentin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora