Prólogo

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Tweek odiaba las sorpresas.

Desde su infancia recuerda la amarga sensación de susto que le provocaban las luces siendo encendidas de la nada acompañado de gritos sorpresas que aturdian a su pobre cabeza, fue cuando una de sus tantas fiestas que un ataque de pánico envolvió su pequeño cuerpo de apenas seis años que sus padres decidieron no volver a celebrar su cumpleaños de aquella manera, no después de ver a su hijo hiperventilando de tal forma en que su pecho parecía apunto de explotar y que la fuerza con la que respiraba el aire pronto lo asfixiaría en algo parecido como un episodio de asma. Por ello Tweek se vio librado de las tan temidas sorpresas, pero esta, esta era diferente.

A lo largo de su adolescencia sus padres en pequeñas charlas hablaban sobre su futuro, otra de las cosas a las cuales su hijo le aterraba, la simple idea de tener la presión sobre sus hombros de poder quedar en la universidad que quería, de tener que estudiar arduamente y probablemente trabajar en medio tiempo pues era bien sabido que la vida de un estudiante universitario requería muchos gastos podía con él. La idea de encargarse de la cafetería familiar no parecía mala idea, de hecho era excelente considerando que se había acostumbrado a ese ambiente de estar encerrado en el almacén, libre de cualquier contacto con personas a las cuales no necesitaba acercarse, pero los exámenes de vocación le guiaron a otra cosa.

Quién se iba a imaginar qué el pequeño y temeroso Tweek estaba destinado a la enseñanza de repostería, no recuerda haber puesto nada referente a relacionarse con personas, mucho menos niños, fue el consejero escolar quien le había dado la tortuosa noticia teniendo a sus padres a sus costados, solo pudo apretar los brazos del asiento y negar su futuro una y otra vez, no se consideraba listo.

Actualmente estando frente de jóvenes adolescentes tal y como el fue, no era tan horrible como recordaba imaginar, no se sentía presionado al estar frente a sus alumnos, su garganta no se apretaba y podía hablar con normalidad, sin contar sus constantes espasmos claro. Porque cuando uno hace lo que le gusta sus miedos desaparecen y no hay nada que te pueda detener. Pero todo eso cambió en el momento que al entrar a la sala de maestros se encontró con una nueva pesadilla para su futuro.

Había terminado su jornada laboral, descansó de impartir el pequeño taller de cocina, había conseguido ese trabajo por lo que escuchó la anterior maestra renunció sin pesar, y por lo que le dijeron en su entrevista de trabajo la rubia maestra que vestía colores pasteles logró conseguir a un hombre que la pudiera mantener con lujos, no dijo nada, después de todo deseaba ese trabajo. Despidió a sus alumnos y esperó a que se retiraran todos para empezar a recoger sus cosas, al cerrar el salón se dio la posibilidad de suspirar, alejando su agotador día en su aliento, el director había avisado que se acercaba la primera etapa de exámenes y el pensar como calificaría siempre le resultaba un constante estrés teniendo en cuenta que el director Cartman no tenía piedad con los maestros o como el gordo sentado en esa silla negra giratoria decía, sus esclavos. Sus zapatos hacían eco por los pasillos y acomodó más de una vez innecesariamente su chaleco verde que ocultaba lo mal abotonada que tenía su camisa a cada segundo, se sentía extrañamente ansioso en esos momentos, como si alguien le estuviera observando y con ese pensamiento en mente a cada paso giraba su cabeza hacia atrás teniendo la idea que atraparía a alguien acosandolo, pero en ningún momento fue así.

Abriendo la sala de maestros se encontró que estaba vacía, extraño, aquello sólo aumentó su creciente ansiedad, era demasiada coincidencia para ser simplemente eso, una coincidencia. No fue hasta que dejó su portafolio en la mesa rectangular que se extendía para una gran cantidad de personas que notó una rosa.

Aquella flor parecía perfectamente cuidada y por lo que  podía ver su tallo estaba limpio de espinas, alguien se había encargado de cortarlas tan cuidadosamente que de no ser por el cambio de color que se asomaba por dentro del tallo podría jurar que esa rosa había crecido con el defecto de no tener ni una sola espina, dudó en tomarla, no sabía si alguien la había dejado ahí, abandonada, o incluso si se trataba de una broma, o peor, una trampa. Decidió en no tomarla pero mirando un poco más notó una pequeña nota que descansaba escondida debajo de la rosa, la tomó con curiosidad intentando no mover mucho la flor, temía que si la movía de su lugar algo pasaría.

Para Tweek, la persona más hermosa que eh visto en mi vida.

Tuvo que leer otra vez.

Tweek. Persona hermosa. Visto en vida.

Debía ser una maldita broma.

Tweek. Hermosa. Vida.

Tal vez alguien estaba viéndolo afuera burlándose de él, o un secuestrador estaba esperando su distracción para ahogarlo con una bolsa sobre su cabeza y vender sus órganos o lo que sea que haga un secuestrador.

Tweek.

Y a pesar de pensar eso, a pesar de estar casi seguro que eso no era real, tomó la rosa de un color rojo oscuro casi irreal que enserio dudaba que fuera plantada y no una de plástico que veía que se vendían más, la olfateo para estar seguro y casi se siente desfallecer por el aroma, nunca fue fan de las rosas y mucho menos de su olor pero extrañadamente se sentía especial. Miró por todos lados y corrió hacia su hogar, con la rosa en su mano derecha y su portafolio en la otra.

Sin darse cuenta llegó a su hogar con una sonrisa, tal vez odiaba las sorpresas pero esa había sido la mejor en su vida hasta el momento.

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Se que les debo una enorme explicación como lectores, son un gran apoyo para escritores mediocres como yo y no se me hacia justo seguir haciendo esto.

He tenido uno que otro problemilla que me impedía seguir y cuando quise continuar me di cuenta que la historia no estaba tomando el rumbo que quería así que me he decidido a reescribirla (al menos cambiar una que otra parte para que se vea decente)

Enserio muchas gracias a las personas que seguían aquí y las que acaban de llegar una disculpa y espero puedan disfrutar esta pequeña historia. Les debo mucho y por eso quiero mejorar esto.

Entiendo perfectamente si quieren abandonar esta historia, es completamente comprensible y aceptable, de todas formas muchas gracias por estar aquí.

Rosas Anónimas [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora