No podía parar de llorar, no podía. Simplemente yo seguía y seguía.No quería perder a Chris, y lo entiendo, quizás el sienta que no le tengo confianza y le cuente mis cosas.
Pero si le contaba lo de antes, seguramente se enojaría y haría un gran problema. Lo conozco, sé que lo haría.🌸🌸🌸
Habían pasado tres días y ninguno había dado alguna señal. Yo no había tomado el teléfono para nada, pero a veces lo veía por si tenia algún mensaje o llamada de él, pero nada.
Estaba arta de sentirme así.Me había terminado de bañar, y de cambiarme.
Estaba acostada, ahora estaba sola, Max se había quedado en su cama en la sala de estar.Veia mi fondo de pantalla, había puesto una que le tomé a Chris junto a Max; aquella vez él estaba ayudándome a hacer un proyecto de la escuela. Era la foto más linda, en esa misma ahí estaba lo que más quería en el mundo. Y por mi culpa, ya estaba perdiendo a uno de ellos.
—¡Adelaine! ¡Adelaine! ¡BAJA AHORA! — oí gritos de mamá
Núnca la había oído así.
Rápidamente me paré de mi cama y bajé hasta donde oía los gritos
—¿Qué sucede? — pregunté
—Max está vomitando, por dios — dijo con cierta asquerosidad — ya dejó mugrosa la sala, lo tuve que sacar
—Pero que...— dije algo enojada
Rápidamente salí afuera.
Max estaba acostada en la alacera.🌸🌸🌸
Mamá muy apenas me quiso llevar al veterinario, la tuve que hacer entrar en razón. Estaba loca.
Ella dijo que la llamase en cuando terminara, genial.
Estaba sentada, esperando al doctor.
Pobresito de max, ¿qué le haría daño?De repente sentí un leve líquido en mis pantalones, voltié a ver y era sangre.
—Doctor, ¡doctor! — grité horrorizada — ¡por favor!
Las lágrimas salían, Max escupía sangre y yo no entendía el por qué.
El doctor salió, rápidamente tomó a Max y se lo llevó al cuarto
—Disculpe señorita, estaba atendiendo a otro perrito — oí de repente a su secretaria
—Está bien, gracias — pausé — disculpe...¿puedo entrar?
Ella negó
—Tranquila, él hará lo que pueda
Yo no me fui a sentar, no podía mantenerme quieta.
Media hora después ví que el doctor salió.
Algo le decía a su secretaria, para luego mirarme.—¿C-cómo está mi max?
Maratón 2/3