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Estaba afuera de mis casillas. No paraba de pensar en las cosas que sucedian en mi vida. No eran malas, o al menos yo las quería considerar así.
Mi vida no es caótica El mundo es caótico
O al menos eso yo lo pensaba así.
Estaba viendo televisión, ésta vez mi perro Max estaba en mi cuarto. Hasta que oí el sonido de mi ventana, fruncí el ceño. No creo que sea Chris, el dijo que saldría.
—¿Pero que...? — pregunté aturdida — ¿cómo es posible?
—Soy bueno en ésto, amor. No te preocupes — dijo sereno mientras metía un pie a mi habitación desde mi ventana.
Hasta que finalmente entró
—¿Qué haces acá? — pregunté algo alegre mientras me cruzaba de brazos
—Bueno, cuando hablamos por teléfono hace horas como que te oí algo extraña — pausó para después acariciarme mi mejilla — oí tu voz algo apagada, pensé que estabas mal y mejor decidí venir contigo que hacer mis cosas
—Me siento culpable — dije en un puchero — no era mi intensión hacer que dejaras tus cosas y...
—Hey, está bien — me interrumpió para después darme un beso de piquito — Ven acá
Me abrazó. Por dios Me sentía tan agradecida con la vida por hacerme toparme con Chris en mi vida. Si no hubiese acompañado a mamá aquel día en la estética, quizás nunca lo hubiese conocido. Bendito sea ese callejón
—¿Qué ves?
—Estaba viendo lo Simpson
—Mmm, me gustan — comentó sonriente mientras se acostaba en mi cama — vente guapa, te invito
Yo solamente reí para después acostarme al lado de él.
🌸🌸🌸
No recordaba mucho. Tan solo recuerdo haberme acostado al lado de Chris y después mis ojos se cerraron y ya no supe nada.
Abrí mis ojos y me lleve una gran sorpresa. Chris aún seguía acá.
—Buenos días bella durmiente — comentó de repente
—Pensé que estabas dormido
—¿Quién podría contigo al lado? Ocupas mucho espacio — pausó riendo, pero aún tenía los ojos cerrados — compraré una cama matrimonial para los dos, así sí caberemos los dos
