Lo siento preciosa, esto no puede continuar. Lo último que quería era herirte, lo último que hablamos fueron palabras vacías en una lucha constante por opacar la soledad y lo supimos desde aquel momento, mientras te observaba tendida en la cama, el cabello revuelto y la mirada adormilada porque en el cielo estaba a punto de amanecer, el tiempo se detuvo en tus labios y la intensidad con él.
No voy a negar haber visto las chispas azules que desprendían tus hombros al agitarse con aquella gracia, guiados al ritmo de tu canción favorita, tonos agudos y ochenteros reproducidos por la casetera vieja que amenacé muchas veces con tirar, te juro que se trataba de magia, de la nuestra.
Y claro, cómo olvidarlo, abrirte la puerta del auto mientras esa actitud de villana se apoderaba de tu cuerpo en ademanes que creías nadie descubría, yo lo hacía; la piel de tus piernas al descubierto mientras la tela de seda les acariciaba al andar, dejando de lado cualquier pensamiento vago porque no sabes cuánto amaba apreciarte a la distancia, envuelta siempre entre tanta seguridad capaz de aplastar a cualquiera que se atreviera a verte mal, siempre te describiré perfecta.
Pero esta no va para ti, va para mi. Quien dejó de lado las risas entre amigos y verdades ocultas en rincones inimaginables, quien por encima de todo la puso a ella en vestidos de cristales donde el reflejo del pasado se apreciaba bien.
No hay nadie más a quien le ruegue perdón que a mi mismo, por soltarme y pasar por encima de lo que quería lo que creía deber, porque prefiero bailar solo y a oscuras, donde yo sea mi propio testigo y las chispas de colores provengan de mi.
No tengo nada de lo cual salir adelante, porque nena, te superé. Eres un pequeño fragmento de un recuerdo iridescente y amargo, propiciado por mi mal hábito de liarme en problemas y vaya que lo eres. El recordatorio constante de mi falta de interés en un compromiso que me ate en todo sentido a una persona. Mi libertad en cambio de un pedazo de cielo, no gracias.
Discúlpame por mentirme.
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Relatos tristes para un corazón herido.
Short StoryRecopilación de relatos extraídos de actividades narrativas personales en proyecto en Facebook Agrabah;prjct. Te ruego no cometas plagio, te prepares una taza de café y dejes salir esas lagrimas reprimidas mientras lees.