Necesito entrar en tu interior

Cap.17

Pov Jennie

Me estoy infartando, no puedo pensar con mayor inteligencia. Mis sueños, mi vida, mi todo. Esto es mi fantasía.

DIOS, YA CUMPLISTE LO QUE ME DEJASTE DEBIDO.

Mi bendita y desgraciada lengua, esta pasando encima de la piel tibia de Lisa.

SU BÍCEP, ME CONVULSIONO. NO RESPIRO, ME ESTOY MURIENDO, ME AHOGO, ME VOY AL CIELO.

Este néctar tan bendito, su piel es tan suave. Su torso desnudo, ella es una diosa. Paso mi lengua por encima del bícep de nuevo, robando ese sabor que será mi preferido hasta hoy.

—Jennie.— Susurra en mi oído, su tibio aliento me provoca un poco más.

—Lisa.— Susurro de vuelta y nos miramos, directamente a los ojos.

Sus ojos claros ahora están oscuros, por mi mente pasan tantas cosas. Tan rápido, todo, desde mis manos escribiendo sobre ella, los besos y nuestro acercamiento. Todo.

Llegamos hasta aquí, mirándonos. Acostadas en la cama de ella, en una noche fría y con lluvia. Las doce de la noche, sin nadie. No hay nadie.

—Eres tan hermosa.— Es inevitable no sentir el calor en mis mejillas. Bajo la mirada a su pecho y muerdo mi labio.—Hey...— Levanta mi rostro con delicadeza y acaricia mi mejilla.—Te amo, te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

—¿De verdad?— Mi corazón esta latiendo más rápido con esa declaración.

—Si, dejaría todo por ti. Eres el amor que tanto quería, dejaría hasta el béisbol por ti.— Mi corazón saldrá de mi pecho.—Ahora, princesa, no quiero sonar muy ruda, pero... quiero entrar en tu interior, de todos los sentidos posibles. ¿Estoy en tu corazón, Jennie?

—Si, ya lo estás...— Se que ese "quiero entrar en tu interior" lo dijo con más motivos de por medio.—... también te necesito.

Junto mis labios con los suyos, besándonos profundamente. Con tanto cuidado me gira dejándome debajo de ella. Sus dedos acarician mi piel por mis muslos.

Buen día para traer shorts.

Su lengua acaricia la mía y jadeo. Es imposible no jadear con todo su sabor en mi boca.

Sus dedos bajan hacia mis shorts y los desabrocha. Bajándolos por mis piernas.

—Te voy a hacer el amor.— Dejo de respirar cuando su voz se escucha gruesa y con declaraciones.

JESÚS EN BRAGAS, AHORA SI QUE CREO EN TODOS USTEDES ALLÁ ARRIBA.