Paris de sombras

10 Peligro de carretera

Marinette se despertó de un brusco salto. Gruño por lo bajo y comenzó a mirar a su alrededor, solo viendo oscuridad.

- ¿Otra vez? - murmuro viendo todo su entorno de color negro. Un nuevo salto la hizo hacer una pequeña mueca cuando reboto en el lugar que estaba sentada- Okey, eso es nuevo- suspiro recomponiéndose.

Todo seguía estando oscuro, pero de fondo se escuchaba el rugir de un motor, mientras ella no dejaba de sacudirse de un lado a otro con fuertes curvas que al parecer ese mundo estaba dando.

- ¿Disfrutando del paseo, señorita? - la luz llego, y lo único que Marinette vio frente a ella fue una cabina de conductor donde solo veía la espalda del que manejaba.

Un nuevo bocinazo junto con una risa hizo que ella se estremeciera, para luego el hombre girar de manera violenta el volante mientras la chica se chocaba contra su asiento.

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Marinette tembló con violencia y se incorporó en su cama. Jadeo un par de veces por el susto, pero luego suspiro con fuerza y se cubrió la cara con las manos. No necesitaba mirar a su alrededor para saber que ya estaba a salvo en su habitación de la casa.

- Marinette- llamó Wayzz desde la puerta del cuarto- Ya es bastante tarde ¿Bajaras a desayunar?

- Si- suspiro con calma, tan solo viendo como el kmami se marchaba.

Marinette se dejó caer de espaldas sobre el colchón y sobre la esponjosa almohada. Sabía que un día de estos tendría que explicar todo eso a sus kmamis, pero aun no era el momento, o al menos no lo sentía así todavía.

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- Necesita unas cintas- comento la abeja.

- ¿Cintas? - arqueo las cejas la azabache.

- Creo que lo haría demasiado llamativo- comento la tortuga.

- Lo llamativo me agrada- arrullo el pavo real sacudiendo las plumas.

- Pero eso tal vez estorbe un poco- comento el rubio recibiendo una exclamación dramática de Dussu- Solo digo que lo más importante debería ser la comodidad y el uso- se justificó tratando de calmar a la kmami.

- Comparto tu opinión niño- asintió el zorro con una sonrisa burlona al pavo real- Vamos Dussu, el chiquillo tiene un punto.

- De todos modos nunca he llevado cintas en mi bolso- comento la azabache mientras pasaba una tercera costura por su trabajo- Y en verdad no quisiera comenzar a usarlas, se pueden enredar con facilidad y se deshilachan.

Luego del acontecimiento en el hotel de Chloe, Adrien visito a Marinette y a los pequeños espíritus esos dos días en los que ella comenzó su nuevo proyecto como diseñadora. Adrien tuvo la oportunidad de pasar el tiempo interactuando con los kmamis, con Copito y Chat, y fue divertido jugar con Lueba hasta que esta tuvo que emigrar nuevamente.

Ahora, él se encontraba en una de las habitaciones de la casa mágica mirando a Marinette como cosía y agregaba sus detalles a un nuevo bolso.

- ¿Planeas venderlo? - pregunto el rubio mientras la azabache anudaba el cordón que sujetaba el bolso.

- En realidad es para mí- movió los dedos algo entumecidos- Es un bolso especial para poder llevar a todos los kmamis, así no tendré que cargar con la mochila.

- Pero...- comento el rubio mirando con atención el objeto- Es del mismo tamaño que el tuyo.

- Lo de adentro es lo que importa- la chica tomó el lápiz para comenzar a trazar el diseño que debería seguir.