Hola, Francia.

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Un nuevo capítulo, espero que sea de su agrado. 

Gracias infinitas a todas aquellas personas que dedican su tiempo a leer mi historia, nunca se los podré agradecer lo suficiente. 

Por inconvenientes con el clima y las pistas de aterrizaje, llegaron muy tarde a la ciudad de la moda y del amor, pero aun así podían ver la puesta de sol, lástima que no tuvieran tiempo para eso, pensó Naruto. La extravagante familia de Sasuke había enviado una limusina muy elegante para ellos, cosa que sorprendió mucho al rubio.

- Esto es muy lujoso Sasuke – dijo Naruto al ver los asientos de piel y las tres computadoras portátiles que estaban en el interior del suntuoso vehículo.

- Bueno a mi madre le encantan las comodidades y esas cosas – comentó el azabache sin darle importancia.

- Con esto fácilmente puede ayudar a una escuela de bajos recursos en Irak ¿Qué no lo sabe? –

- A mi madre no le preocupan esas cosas, le interesa la comodidad y el placer –

- Me la describes como si fuera un mounstro, sin embargo, ¿Por qué te preocupas tanto por ella? – preguntó Naruto con curiosidad.

- Sencillo mi querido Naruto, porque es mi madre, y gracias a ella y a mi padre es que conozco los placeres de este mundo – respondió con una sonrisa socarrona.

- Déjame decirte que eres el mentiroso número uno en todo el mundo – expresó el rubio altanero.

- ¿Qué quieres decir con eso? –

- Te explicaré – dijo Naruto – dices que tu familia es un desastre, y que solo quieres a tu abuelo, pero lo que tratas de hacer es ganar la confianza de tu padre y acerca de tu madre, estoy seguro de que la adoras o ¿Acaso me equivoco? –

- Tú mi querido Naruto eres algo más que una cara bonito y un cuerpo precioso ¿No? –

- Te recuerdo que estoy en dónde estoy gracias a mi capacidad y mi cerebro – refutó el rubio su comentario.

- Y eso es magnífico – refirmó Sasuke – pero hay que reconocer que los chicos guapos con cerebro están escaseando –

- Tú eres el experto en eso, yo no salgo con todos los solteros de Japón –

- Ni yo, yo solo salgo con los chicos más talentosos del mundo, cariño – le guiñó el ojo mientras reía.

- Eres incorregible –

No faltaba mucho para que llegaran a su destino y Naruto se encontraba un poco nervioso, pero se repetía mentalmente que no tenía por qué estarlo después de todo aquella farsa solo sería hasta el día lunes por la tarde, solo era un fin de semana y eso lo reconfortaba muchísimo.

Pero ese confort duraba poco, sobretodo porque toda aquella pantomima se trataba de un asunto familiar y a él, las cosas familiares no se le daban bien, porque su padre siempre había sido exageradamente estricto con él y eso de querer ser libre le había costado muy caro. Aún estaba pagando por eso.

Naruto se quedó estupefacto ante lo que sus ojos veían, el coche en el que iban entró a una carretera mucho mejor por las que habían venido en un principio, se encontraba rodeada por una especie de bosque, donde no muy a lo lejos de podía ver la torre Eifel. Toda la vista era espectacular pero al llegar a las afueras de la mansión de sorprendió aún más, era mucho más hermosa y más grande de lo que se había podido imaginar. Era imposible calcular cuanta gente cabía ahí o cuantas habitaciones pudiera tener.

Ayudando al enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora