Ayudando al enemigo

Deseo y pasión

Un capítulo más, espero lo disfruten.

Capítulo 8: Deseo y pasión

(Habrá lemmon, están advertidos)

Después de hablar con su hermana, Naruto fue hacia la mesa en donde se suponía Sasuke lo estaría esperando, pero el azabache seguía bailando con su odiosa madrastra y no se le veía muy contento. Entonces decidió que lo mejor sería separarlos y ya no tanto por Sasuke sino por los celos que lo estaban matando aunque él no quisiera reconocerlo.

- Creo que lo mejor es ir a separarlos, ¿No crees? – preguntó Fugaku para sorpresa del rubio.

- En eso estaba pensando yo, pero... -

- ¿Qué pasa? – preguntó el hombre mayor.

- Hay algo que necesito decirle respecto a Sasuke y la "señora" Karin, señor – admitió el blondo haciendo un especial y sarcástico énfasis en la palabra señora.

- ¿En serio? –

- Verá, Sasuke... él... bueno... cómo decirlo – dudaba un poco de cómo iniciar aquella conversación.

- Ya lo sé, Naruto – dijo con tranquilidad el hombre – mi hijo no tuvo nada que ver con esa arpía de mujer que tengo, por desgracia me di cuenta muy tarde porque la pasión me cegó, pero sé perfectamente que mi pequeño Sasuke jamás haría algo en mi contra –

- ¿Entonces no está molesto con él? – preguntó Naruto con esperanza.

- Claro que no – respondió el padre del azabache - tengo que admitir que mi hijo ha conseguido a alguien que realmente vale mucho la pena, espero que sepa valorarlo –

Naruto pensó que eso sería imposible, entonces ambos se dirigieron a la pista de baile para separar a la pareja.

- Hijo, lo mejor sería que bailaras con tu novio y yo con mi mujer –

- Si padre, vamos Naruto – dijo tomándolo de la mano.

En el centro de la pista se quedaron Fugaku y Karin, mientras que los dos chicos se alejaban poco a poco de ahí.

- ¿De qué has hablado con mi padre? – preguntó Sasuke con genuina curiosidad.

- Pues verás – inició Naruto a platicar – él dice que está muy arrepentido por haberte juzgado mal por todos estos años, así que solo te faltará hablar a ti –

- ¿Cómo has logrado eso? –

- Él fue a hablar conmigo, yo no hice nada – afirmó el rubio.

- Te has convertido en mi amuleto de mi suerte, Uzumaki Naruto – dijo Sasuke abrazándolo.

- No soy amuleto de la suerte porque no tengo nada mágico – dijo el rubio.

- Pensé que te quejarías del abrazo – dijo Sasuke sin soltarlo y mirando a los ojos a un nervioso Naruto – además, ¿Por qué dices que no tienes nada mágico? Yo siento como si estuviera bajo un hechizo tuyo –

- Seguro es ese perfume caro de tu madrastra, no tienes idea de cómo me marea – dijo Naruto con una sonrisa.

- No creo que sea eso, eres tú el que me marea, me vuelves loco, Naruto y lo peor es que lo sabes – le dijo Sasuke al oído.

- ¿Entonces soy una amenaza para ti? –

- Eres una amenaza de la que no quiero escapar – afirmó el azabache.