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Kara había pasado una dura tarde en la escuela: Todas sus clases aburridas, sin ningún villano al cual derrotar, tampoco pudo hacer rabietas con su primo debido a esa escasa acción aquel día. Solo pudo hacer una cosa, dirigirse a Sweet Justice, se acercó al mostrador y vió al siempre apurado, pero no menos atractivo, Barry Allen.

Ellos dos no llevaron una relación mas allá que la de "Empleado ---> Cliente" así que ella solo pidió su helado de siempre y se quedó sola en una mesa apartada comiendo en silencio, sin muchas ganas de escuchar la musica tan estruendosa que suele escuchar. Al cabo de varios minutos acabó su helado, a una velocidad normal, ni que tuviera algo que hacer con gran apuro después de salir. Ella se había tomado su tiempo.

Cuando se dio cuenta, el chico rubio estaba frente a ella, sonriéndole.

-¿Por qué tan decaída, Kara?-. Pregunta, mientras la observa fijamente.

-Nada, no te preocupes-. Respondió sin mucha importancia, mientras lamia un poco su cuchara.

-Puedes confiar en mí-. Insistió. -Me parece raro que las demás no estén contigo...-.

-Solo es un simple desacuerdo entre amigas.... superheroínas.... Da igual-. Se levantó de golpe esperando por irse, Barry pensó en irse tras ella, no dejaría a una amiga atrás, pero estaba en horas de trabajo, así que tuvo que ceder y regresar a atender a los demás clientes.

Barry de alguna forma extraña se seguía sintiendo preocupado por Kara, dado que era extraño que estuviera así. Además, él no pudo ayudarla por trabajo, es lo suficiente para hacerlo sentir mal. Así estuvo toda la noche pensando en su compañera de justicia..

Al día siguiente.

Barry se dirigió rápidamente a la escuela, con dos minutos de retraso, nada tarde para él. Llegó a la escuela y al cambiarse de civil depositó sus pertenencias en su casillero. Lo cerró y vio a cierta alienígena viendo perdidamente su celular. Miró dudoso al pasillo por el que debía pasar y se acercó a ella.

-¿Qué quieres?-. Preguntó secamente ella, sin apartar la mirada de su dispositivo.

-Kara, enserio estas actuando raro, si tan solo..-

-¡Dije que estoy bien!- Gritó golpeando fuertemente los casilleros que tenia detrás de ella, en los que estaba apoyada, dejándolos abollados. Se acercó amenazante a él y lo vio fijamente. -No te metas donde no te importa...-.

-P-pero, eres mi amiga... Solo quiero..-. Es interrumpido por la enojada chica frente a él.

-¡No somos amigos!, ¡Sólo olvida todo!, ¡Olvida.. olvida.. Olvidalo!-. Gritó mientras que seguía dando patadas por cada palabra que gritaba, haciendo que del susto el rubio cayera al suelo. Entonces, la vio irse, sintiendo algo que no había sentido antes, ser inmovilizado, ofendido. Le dolió demasiado que le gritaran algo que trataba cada día de mejorar... Su pésima memoria... Ahora él se sentía ahogado y sin ánimos. Se puso de pie y camino lentamente y con desgano hacia su salón, sin apartar la mirada de su escritorio, sin prestarle atención al mundo que lo rodeaba.

En otra parte, cierta Kryptoniana estaba llorando en un lugar oscuro, o eso hacia hasta sentir algo caer sobre su cabeza. -Maldito estropajo...-. Se quejó ella, alejando bruscamente el objeto de ella. Se puso de pie y lentamente fue abriendo la puerta del cuarto de limpieza, hasta suspirar aliviada al no divisar a nadie por los pasillo. Le dolía tanto la cabeza por ver llorado, que ni quería esforzarse por usar sus poderes para lo mas mínimo.

Se levantó y se fue sin dejar rastro, acabando nuevamente en el local donde había ido anoche, quedando apartada otra vez.

Pasaban las horas y ya nuestro joven velocista estaba dirigiéndose a su trabajo de medio tiempo, estaba tan distraído que ni cuenta se había dado en que estaba en el cuarto para empleados y ya llevaba su uniforme puesto. Se dirigió al mostrador y puso su sonrisa mas creíble, aunque forzada, lo suficiente para cansarse al instante, lo cual seria raro para él, ya que sonreír era un don para él, y si se lesionaba, se curaría en cuestión de horas.

Había una chica de una coleta frente a él, lo miraba de arriba abajo y por los lados, entonces él se enderezó y la miró.

-Bienvenida a... Dulce Justicia...-. Dijo secamente, sin emoción alguna.

-Dije que quiero un batido de fresa y chispas arcoiris...-. Repitió por quinta vez la chica. Ella estaba sin paciencia y no tenia tiempo para esto, o al menos, su cerebro le decía eso.

Barry se tomó unos cinco minutos en hacer las bebidas, lo cual llamó la atención de todos, ya que no era su estilo. El rubio continuó de esa manera toda la tarde, preocupando a los dueños, los cuales le dieron un breve descanso para que se despejara, pensaban que el día en la escuela fue intenso para él, o al menos, había dado a entender eso.

Él se sentó en una mesa solitaria, y se dejó caer sobre ella.. En ese momento, las cinco chicas más frecuentes del café, ingresan al mismo y se detienen a medio camino para acercársele.

-Barry, ¿Que tienes?-. Preguntó, preocupada Diana.

-Nada, no importa...-. Dice totalmente deprimido.

-Debes tener algo, esto no es propio de ti...-. continuó Jess.

-Hmm....-. Empezó a pensar Barbara, para ver hacia donde se dirigía la mirada de Barry, acabando en cierta persona, la cual no distingue de inmediato. Se aleja del grupo que interrogaba a su amigo y al terminar en aquella mesa opuesta, logra descifrar de quien se trataba.

Podía ver claramente una Kara totalmente dormida y con ojos llorosos e hinchados, lo cual, con miedo la hizo regresar al grupo de donde venía.

-¿Qué pasa con Kara?-. Preguntó de la nada la pelinaranja, haciendo que él la mirara con atención.

Se quedó un rato en silencio y se limitó a contestar, luego de un pesado suspiro. -Saben que yo tengo un aprecio hace mis clientes, siempre he sido muy amable con ellos...-. Empezó, apartándose de la mesa u sentándose de una manera mas cómoda en el asiento. Continuó -A todas ustedes las veo en la escuela y aquí, pero, hoy Kara estuvo muy tensa... Quise ayudarla, pero me gritó que olvidara todo mas de una vez y me hizo sentir.. horrible...-. Suspiró y las miró con valentía -Fue grosera conmigo... Me dijo que no somos amigos y lo demás que les dije...-. Terminó de hablar, y ya la amazona estaba sacudiendo salvaje mente a la extraterrestre, provocando que los demás las observaran sin moverse de su lugar.

Diana, al no obtener respuesta, le da una cachetada y recibe una patada de parte de la rubia como respuesta.

-¿¡Que demonios te pasa princesita?!-. Gritó con furia.

-¿¡Por qué le dijiste eso a Barry?!, ¡El no te ha hecho nada mal agradecida!-. Le gritó la morena.

-¿¡QUÉ?!-. Respondió, ya que por la congestión no podia entender que decía-.

Después de un rato la pelea se hizo peor y tuvieron que apartarlas, entonces el turno de Barry termino y fue a paso normal de camino a casa, siendo acompañado por Bárbara.

El camino había sido silencio, ninguno de los dos se miraba, hasta que el chico veloz comenzó. -¿Crees... que Kara me... odie...?-. Preguntó, dejando a Babs, sin respuestas, no había buena relación recientemente con ella de parte del grupo, pero tampoco sabía que pasaba con ellos dos. No le gustaba pelear con sus amigas pero Kara había decepcionado bastante al grupo en su última pelea, lo suficiente para eliminarla de él. Tampoco le diría a Barry ese detalle, sabiendo lo optimista que era podía ir a hablar con ella y salir aun más lastimado. No lo permitiría. Continuaron caminando y se despidieron en la avenida que separaban sus hogares.

Una relación confusa [Karry] DC SuperHero Girls 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora