Capítulo cinco

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Esto de estar enfadada con sus amigas no era para nada guay. Se aburre muchísimo y no tiene a nadie con quien pasar el tiempo de la misma manera que lo hace con ellas. Pero es que si las perdona así como si nada parecería que no le ha importado, y eso no es verdad,la ha molestado, y mucho, que la engañasen y cogiesen su diario. Por otra parte, estudiar no le apetece nada así que decide ponerse con lo del concurso ese. Abre la página de Hit FM y busca la inscripción para el concurso. Una vez la encuentra, se dedica a rellenarla, poniendo su nombre, apellidos, correo, dirección de su casa... Cuando lo tiene todo listo le da a enviar y pone que se manda correctamente. "Bien" piensa África "Una cosa menos que hacer, sería tan increible que me tocase... " Como no piensa quedarse de brazos cruzados perdiendo el tiempo en su casa, busca a su mejor amigo entre los contactos y le dice que si quiere quedar con él. Es verdad que su relación se había visto afectada por el cambio de instituto, ya que no se ven tanto como antes, pero siguen manteniendo una buena amistad y ya es hora de recuperar los trozos perdidos por el camino, si eso es posible. Una vez que su amigo Dani le contesta y quedan en la puerta del centro comercial, África recoge su monedero, las llaves y el móvil se dirige hacia allá.

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MEDIA HORA MÁS TARDE,EN ESA MISMA CASA...

Después de ver a África marcharse,David le ha mandado un mensaje a Sabrina diciéndole que la casa está vacía, que ya podía venir para que juntos terminasen su parte de la sorpresa.

-Hey,hola.-le dice David.-Pasa.

-Hola, David.

-¿Qué tal lleva Samara lo del concierto?

-Me ha dicho que por ahora hay suficientes entradas para el concierto. Hay varias fechas en Madrid pero hay una que viene de lujo, ¿adivinas que día puede ser?

-Mmm... ¿el día de su cumple?-pregunta el chico intrigado.

-¡Sí!-Sabrina no puede estar más emocionada- ¿Verdad qué es genial? También me ha preguntado que si cogía entradas para tí.

-No, eso es cosa vuestra.-se rie.-Que si no os corto el rollo ja,ja,ja.

-Tampoco es eso, ¿eh?-Sabrina se queda en silencio durante unos segundos.-Bueno, que, ¿vamos a la tarea?

-Por supuesto.-y la sonríe.Se dirigen a la habitación de David, Sabrina va primero, con ganas de ver su habitación. A pesar de conocerle desde hace muchos años nunca la había visto. Mientras a la chica se le pasan mil cosas por la cabeza, se tropieza con un escalón y suelta un gritito:

-¡Ahhhh!-cuando ya piensa que se va a tragar todos los escalones posibles, se da cuenta, para su sorpresa, que David la ha cogido por la cintura evitando que se caiga. Ella rápidamente se recompone roja como un tomate, le da las gracias y sigue subiendo los pocos escalones que quedan con mucho más cuidado.

Una vez han llegado a la habitación, David coge su ordenador pórtatil que está en su mesa y se da cuenta de que Sabrina se ha quedado mirando la habitación con mucho detenimiento. Es grande y la pared es de color azul. Tiene la cama pegada a la pared y mirando hacia una ventana inclinada que hay en la pared.A la izquierda de la puerta hay un escritorio bastante ordenado (teniendo en cuenta como es él) y debajo de la ventana hay un asiento de ventana con dos cojines.

-Oye, ¿prefieres que vayamos al salón a hacer esto?-pregunta David al ver la reacción de ella.

-No, es solo que...no había visto una habitación así.-parece avergonzada.-Quiero decir, que las de tus hermanas son parecidas, pero ésta tiene algo diferente.

-Si tú lo dices...yo no creo que tenga nada de especial. Es más, mi hermana me estuvo ayudando a elegir los colores. Siempre me decían ella y mi madre cuando yo era pequeño: En un futuro llevarás a personas que te importan a esa habitación, por el motivo que sea, y no querrás que te la vean sucia y desordenada, ¿verdad?

-¿Y tú no piensas así,q ue la imagen importa?

-Si creo que importa, pero creo que realmente no dice tanto de ti. Por ejemplo, mi habitación está perfecta, pero mi vida y yo somos un desastre. ¿Ves? Nada que ver.

-Yo no creo que seas un desastre...-lo dice completamente en serio, simplemente cree que la vida lo ha ido moldeando y cambiando su personalidad.

-Lo que sea, vamos a buscar eso ya que estamos perdiendo el tiempo.-dichon ésto, coge el portátil y sale de la habitación para volver a bajar las escaleras y bajar al salón.Sabrina suspira y le sigue.

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UN RATO MÁS TARDE EN UN CENTRO COMERCIAL...

-Hey,hola.-le saluda Daniel.-Cuanto tiempo sin vernos.

-¡Hola!-se dan un fuerte abrazo.-¿Qué tal todo?

-Bien, ya sabes, tirando. ¿Y tú?

-Igual. Aguantando bachillerato.-no va a contarle su enfado con sus amigas, porque Dani es muy buen chico, pero se preocupa mucho por las cosas. Si se lo contase seguro que le soltaría el rollo de "No debes confiar en nadie, bla, bla, bla".-¿Vamos a tomar un helado?

-Sí, pero ten en cuenta que pronto es la hora de comer.-dice mirando al reloj.

-Ya sabes que como mucho, y que después como el doble.-los dos se ríen. Si hay algo que le sorprende a Daniel es la capacidad de comer de África. Él se come una hamburguesa mientras que ella se puede comer tres. Eso, y que coma tanto y esté tan delgada.-¿Vamos entoces?

-Por supuesto.-y ambos se dirigen al Llao Llao.

Cuando están en la puerta, se dan cuenta de la cantidad de gente que hay.

-Vaya hombre, para un día que quedamos a tomar un helado, va y hay toda esta gente. Un domingo por la mañana, ¿no se supone que la gente tiene que ir a misa?- Dani se ríe mucho del comentario de África, aunque él también se pregunta por qué hay tanta gente.

-¿Y si vamos a otro sitio? Podemos hablar en los bancos que hay fuera.

-Vale. ¡Pero me quedo con un hambre...!- finge llorar de pena. Los dos se ríen y salen a los bancos del parque que hay fuera del centro comercial bromeando continuamente.

-Y qué, ¿te has echado ya novia?- le dice píacaramente África. Le encanta tontear con ese tema. ¡Qué bonito será el día en que él tenga pareja!

-No. Ya sabes que estoy bien así. - ¿se lo parece a ella, o Dani ha sonado demasiado brusco y enfadado?

-Lo siento si te ha molestado... yo solo quería que nos riésemos un rato.

-No, lo siento yo, solo que ahora no me apetece hablar de eso.

-Muy bien.- si él no quiere hablar de eso,pues no se habla.- ¿Has ido a ver la película de interestelar?

-Si. Está bien, aunque es un poco larga y complicada.

-¿Verdad que si? Yo eso de la quinta dimensión no lo llegué a entender muy bien...- se quedan hablando hasta que empieza a llover y se tienen que volver a meter dentro.

-Cuánto llueve.-Daniel parecía desilusionado,al final,ni helados ni parque...-¿A dónde vamos ahora?

-Todavía queda un rato hasta que tenga que estar en mi casa, y además lloviendo tanto no puedo volver a mi casa andando. ¿Vamos al cine?

-Vale, yo elijo la peli.-ahora sí que estaban entusiasmados los dos.-Mmm... Dos tontos muy tontos.

-Venga va.-no la convencía mucho la peli,pero era el turno de elegir él.

 Mientras se dirigen al cine,vuelven a pasar por el Llao Llao, ahora hay menos gente y ven la causa de por qué había tantas personas: hay unas rebajas impresionantes en los precios de los helados. Siguen hacia la taquilla, y allí compran las entradas, que las paga Dani. Compran también unas palomitas y dos refrescos (esta vez las paga África) y entran al cine a ver la película.

Viajando en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora