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Louis estuvo inconsciente por dos días.

El bote de pesca deambulaba por las solitarias aguas del mar, sin un punto fijo como destino.

Cuando ambos despertaron, estaban a unas cuantas horas de Workington.

Richard había dejado un mapa del Reino Unido en la timonera; tenía una ruta trazada para un viaje de tres días. Todavía tenían combustible.

"Viejo astuto" murmuró Louis, identificando la posición exacta de Eroda en el mundo. Estaba entre Inglaterra e Irlanda, tal como lo pensaba, cubierta de una densa nube gris.

"¿Vamos a casa, Lou?" cuestionó Harry, con una manta todavía envuelta en su cuerpo.

Louis observó la brújula tatuada en su brazo.

"Vamos a casa."

•••

El puerto de Workintong no era el más lujoso para desembarcar, pero aun así Louis quiso besar la tierra firme en cuanto bajaron del bote.

No fueron reconocidos por los locales, afortunadamente. De todas formas se esforzaron por mantenerse encubiertos.

Louis pudo soltarse a llorar cuando escuchó la voz de su padre por la caseta telefónica. Sus recuerdos de señal débil lo torturaban, pero gracias al cielo pudo entablar una conversación con alguien conocido además de Harry.

Les enviaron un auto, que pasó a recogerlos sin hacer muchas preguntas. Harry se quedó dormido en el hombro de Louis diez minutos después de arrancar.

•••

No podía hacer memoria de cuántas hamburguesas consumió esa noche, pero a juzgar por la expresión de horror de Harry, fueron bastantes.

Por su parte, el menor fue obligado a atenderse en urgencias por el mayor. Había experimentado una hipotermia de grado mayor junto a una deshidratación grave.

Le administraron líquidos por vía intravenosa; lo obligaron a tener la calefacción necesaria dentro de su habitación de hospital. Tomaron muchas muestras de sangre y recetaron medicamentos para posibles resfriados o efectos secundarios a su exposición al frío.

"Tuviste mucha suerte" reconoció una enfermera "Todavía presentas espasmos, escalofríos y parece que desarrollarás una fiebre" anotaba todo en una tabla "Pero muchas personas han tenido peores experiencias con el agua, ¿Cómo dices que caíste exactamente?"

"Caí de un velero" explicó Harry "Me golpeé la cabeza y estuve inconsciente."

"¿Por cuánto tiempo?"

Harry intentaba hacer memoria.

"N-No lo recuerdo."

Louis intervino al notar su nerviosismo.

"Yo lo encontré en la orilla" dijo "Estaba pálido, todavía más. Sus labios estaban morados y casi no respiraba."

La enfermera levantó una ceja en asombro.

"Pues tal parece que llegaste justo a tiempo. Te felicito. Muchos pacientes no logran sobrevivir muchas horas en esas condiciones."

"Yo lo abracé a mi pecho" añadió Louis "Estábamos desnudos."

"Bien pensado" reconoce la enfermera "Cuando tengamos tus resultados podremos determinar cuánto tiempo te quedarás aquí. Mientras tanto, mandaré a que alguien te suba un bocadillo. Debes estar terriblemente hambriento."

Cuando se quedaron solos, reinó un silencio sepulcral. Ninguno de los dos sabía qué decir, aunque en el bote se habían demostrado cuánto seguían amándose, ahora, de regreso en Londres, las cosas se sentían extrañas.

NEVER GOING BACK | l.s. ErodaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora