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Las luces se apagaron dejando el sitio que estaba en frente de mí, en completa oscuridad. Sin duda tragué saliva como si mi garganta estuviera seca por años, aunque de igual manera me reprendí por eso ya que ni siquiera sabía el porqué lo hice. Bueno, él porqué estaba nervioso.

⎯⎯ Jeon, pareces un quinceañero a punto de desvirgarse ⎯⎯ dijo en un susurro NamJoon por lo que lo codeé ante la molesta frase ⎯⎯ ¡Ya! Tranquilo ⎯⎯ rió ⎯⎯ Verás que esos nervios se te quitarán cuando la veas, y obviamente que dándole paso a la baba ⎯⎯ sonrió. Y en cuanto estuve a punto de responderle, el comienzo de una canción rompió el silencio y los murmullos de mi entorno.

Gotta love it de Ruelle llenó mis tímpanos, y unas manos a través de las cortinas de tiras, llenaron mi visión.
Se movían de aquí para allá, como si estuvieran dentro de una piscina o incluso en el propio océano. Se escondieron, y junto con la voz de la cantante, salió ella dejando caer una capa negra de seda... Llevándose consigo mi ultima respiración al sonido de un jadeo.

Caminó con pasos decididos hasta el caño, donde gustosa, se aferró con aquellas manos de temperamento suave (al menos eso daban de imaginar), posicionándose con firmeza, espalda derecha, piernas extendidas y un lento movimiento de cabeza hacia atrás haciendo que su larga cabellera negra tocara su redondo y buen trabajado trasero.

Carajo, mis labios están resecos y mis manos húmedas.

Su nombre de Diosa Venus era entendible. Su cuerpo parecía ser tallado por los mismos ángeles y demonios que puede que nos esperen cuando salgamos de aquí. Y debo admitir que, ojalá, ella sea la demonia que me condene, porque estoy seguro que ángel no es.

Un brillante antifaz plateado decorado con plumas de color rojo sangre a los costados, cubría la mitad de su rostro, permitiendo dejar ver solamente sus labios. Gruesos, apetecibles y maquillados con un labial de tonos cálidos y ardientes como el mismo fuego. Una parte de mí desea ver sus ojos con desespero por lo que inconscientemente, busco su mirada con la mía. Pero no la encuentro, no lo consigo, y eso me desespera hasta el punto de sentirme frustrado.

Sus senos parecían ser del tamaño perfecto, incluso eché un vistazo a mis manos como comprobando las medidas de si al menos tuviera uno entre ellas. Éstos estaban cubiertos por un sostén del mismo color que el antifaz, plateado pero decorado con pequeñas cadenitas en forma de tiras que cada tanto acariciaban la piel de su abdomen.

Observo más abajo, y quedo deslumbrado ante sus caderas; olvidé decir que luce un hermoso culotte con brillos en sus bordes.

Vuelvo en sí cuando sin querer Jimin me toca el brazo con el suyo en un movimiento de acomodo, y para mi vergüenza, he tenido la boca abierta durante todo este maldito tiempo, por lo que la cierro de inmediato, virando mis ojos para todos lados por si alguien vio aquella escena descarada de mi persona.

La chica enreda una de sus piernas en el caño provocando un giro bastante elegante mientras juega con su mano libre ya que con la otra se sostenía.
Mueve su cabellera con sensualidad, y podría decir que su perfume me llegó hasta aquí.

Se acuesta en el suelo perfectamente limpio con la espalda un poco encurvada, haciendo recorrer sus dedos desde la quijada hasta su ombligo mientras su mirada está enfocada en el público en general.

Se para sobre sus rodillas, hace un movimiento de pelvis, y vuelve a ponerse de pie para dirigirse hacia el frente, justo donde estoy yo. Siento mi corazón latir con fuerza y la sangre recorrer por mis venas a una velocidad inalcanzable si fuera un vehículo. Cierro mis piernas por inercia y remojo mis labios en cuanto ella sonríe pícaramente mientras se inclina delante del caño dejándolo entre sus muslos.
Estira sus piernas en una posición del doble anchor de sus hombros, y vuele a tirar su cabeza hacia atrás mordiendo su labio inferior.

Juega un poco para luego treparse por ese artefacto hasta el techo, y en cuanto menos me lo espero, comienza a deslizarse hacia abajo lentamente. Torturando lo que sea que podría tener bajo su dominio, haciendo imaginar cosas extremadamente sucias en mi mente y porqué no, en las mentes de todas las personas de este lugar.

Despierto de mi ensoñación pero con una ligera alteración al ya no verla más. Las luces que la señalaban se apagan y vuelven a encenderse las otras junto con música de fondo, tal como estaba antes de su espectáculo.

⎯⎯ Eso fue... eso... yo no... ella hizo... ggggh y luego ¡puff! ⎯⎯ trataba de hablar HoSeok, estaba tan desconcertado como yo o bueno, como todos, tirando palabras incoherentes y moviendo sus manos como si éstas mismas podrían expresarse para su salvación.

⎯⎯ Nunca vi... una boca tan sexy ⎯⎯ continuó Jimin observando el piso.

⎯⎯ ¿Y tú Jungkook? ¿Que te pareció? ⎯⎯ los tres me dirigieron la mirada. Yo no sabía qué hacer o qué decir, básicamente si admitía lo que causó en mi interior, podría perjudicar mi orgullo y raciocinio ante mis opiniones del pasado. Y no estaba predispuesto a que eso ocurriera.

⎯⎯ Normal.

⎯⎯ ¡¿Qué?! ⎯⎯ respondieron a la misma vez.

⎯⎯ Sí... no es como si nunca hubiera visto a una mujer bailar sobre un caño ⎯⎯ respondí con normalidad, junto a la sensación de relajo.

⎯⎯ Eres un idiota ⎯⎯ habló HoSeok ⎯⎯ esa mujer... no se compara con nada de lo que hayamos visto antes.

⎯⎯ No seas exagerado, si fuera por mí, le diría que he visto mejores, que ya se baje de esa nube que todos le crearon para que se sienta una reina.

⎯⎯ ¡Qué bueno! ⎯⎯ llamó mi atención NamJoon ⎯⎯ porque ahí viene ⎯⎯ señaló con su mirada, a lo que giré mi cabeza por completo hacia aquella dirección —Podrás decírselo personalmente.

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𝐒𝐓𝐑𝐈𝐏𝐏𝐄𝐑 | 𝐉𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora