Hola, Tío Muerte.

14.

—Verga.

—Se fue pal otro lado.

—Y se llevó al bebé.

—Ni modo que se lo sacara antes de morir— me golpeó la nuca.

—¡JA!— exclamó Ahsgard de brazos cruzados, todos lo volteamos a ver— vamos a atrapar a otro sanador.

—¡Ah, si!— aplaudí al recordar que en este momento nadie puede morir.

Bueno, vamos a esperar entonces. Nos sentamos un poco alejados del auto en llamas a esperar, jugábamos piedra, papel o tijeras y el que perdía recibía un golpe de todos. Así estuvimos hasta que escuchamos algo y rápidamente nos pusimos alerta.

—Hee! hee!— escuchamos ese grito tan icónico que todo mundo conoce, intercambiamos miradas confundidos.

—¿Eso es posible?— pregunté mientras mi boca formaba una "o"

—Girl, are you okay? Girl, are you okay?— cantó y nos acercamos.

Definitivamente era Michael Jackson.

—¡Oh por todos los santos!— exclamó Stary entrando en modo fangirl.

—¡AHHHHHH SE ME CAYERON LOS CALZONES, POL DIOS ES EL AYUWOKI!— grité emocionado dando saltos en mi lugar.

—Callense, lo van a espantar— pidió Elle abrumada, caminamos sigilosamente hacia la escena de la muerte y esperamos un poco. Sacó el cuerpo achicharrado de Jenni y lo puso en el suelo.

Es una escena fuerte, pero ninguno de nosotros mostró reacción alguna.

La acomodó dejando su cuerpo completamente recto y se paró en ella.

—Awatafaca— dijo la muerte confundida.

—Miren, miren— dijo Stary.

Estaba haciendo el moonwalk sobre ella...y cuando se bajó, Jenni se levantó lentamente y confundida sacudió su cabeza.

Me desmayé. Cuando desperté ya todos estábamos en casa, con Michael Jackson en el sofá con mucha comida frente a él, Stary masajeando sus pies, Ahsgard dándole viento con una gran palma que no se de dónde rayos sacó y la muerte estaba caminando frente a él pensativo como si no supiera que decir.

—Mira tío Michael—me dirigí hacia él apuntándole con el dedo índice—te subiste en la Jenni y cambiaste sobre su panza, si me revolviste al niño lo vas a pagar caro.

—Oye, no le hables así al patrón— llegó Elle por detrás y me pellizcó.

—Hee, lo siento perrrou tinia que hacerlo, hee— respondió con un acento gracioso.

—Bueno, solo porque eres el rey te perdono aunque nazca con un pie en la cabeza— dije más aliviado.

—¿Entonces por qué salvas a las personas?— inquirió la muerte deteniéndose frente a él.

—Porjque las personas no deberrian morir— dijo terminando de chupar un hueso de pollo.

—Ay, lo mismo dijo cuando me enteré de tu muerte— respondí con mucho pesar.

—Como sea, por favor deja de hacerlo ya que nos afectas a todos— exigió la muerte sin titubear.

—Dile algo, acabo de salvar a tu novia embarrazada— se dirigió a mí.

—Deja que siga salvando a las personas.

—No, estás conmigo en esto, maldito judas.

—Lo siento Michael pero por favor deja de hacerlo.

—Por favour, truata de convencerlo— dijo haciendo ojos de cachorrito.

—Cala, deja que lo siga haciendo.

—Eres más fácil que la tabla del uno— me reprochó y luego se volvió a él— en serio, tu trabajo en este mundo ya cesó hace tiempo, deja de hacer las cosas difíciles para nosotros los humildes obreros.

—Boeno, no es lo que hubiese querridou perrou dejaré de hacerlo— se levantó e hice un gesto de rendición alzando las manos— Hee! Hee!— gritó y despareció.

—NOOOO— se lamentó Stary— ¡Yo quería seguir tocando sus hermosos pies— llevó sus manos a su rostro.

Todos nos sentamos en el sofá para terminar toda la comida que había dejado. Luego de terminar todo y casi explotar por todo lo ingerido recordé que aún existía Jenni.

—¿Dónde está Jenni?— pregunté finalmente.

—En su habitación— respondió Ahsgard.

Subí las gradas a puras penas, apoyando mi mano en mi espalda y la otra en la pared, me sentía embarazado.

Abrí la puerta y me espante al verla frente al espejo quitando pedazos de piel de su rostro.

—Ay— se quejó haciendo un siseo con su boca.

—¿Qué mierda haces?— pregunté cerrando la puerta detrás de mí.

—Ah, Michael el amor de mi vida Jackson me dijo que retirara toda la piel quemada para quedar como nueva.

—Como la víbora que eres— respondí con burla.

—Por cierto, ya tengo cinco meses y aún no hemos ido para saber el sexo del bebé— acarició su panza levemente.

—Lo sé, iremos mañana si quieres— mi respuesta la sorprendió— y quiero que sepas que no importa que, siempre protegeré a nuestro engendro.

—¿Te cayó un ladrillo en la cabeza y te desacomodó algo?

—Uno tratando de ser sentimental y tú sales con esas mamadas— bufé y salí de su habitación para ir a la mía y descansar.

Helouda.

Ah mamonsitos, ya estaban celebrando porque la Jennifer se había petateado, verdad?

Me decepciona que no recordaran el detalle de los sanadores 😔

¿Tan poca atención le prestan a esta historia? *c va corriendo hasta su habitación*

Solo por eso ahora no los aguacate :(