12.

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—Si, por lo que veo su coxis tiene una leve contusión por lo que tendrá que reposar un mínimo de tres días— me explicó el doctor.

—Alguien traiga un cartel que diga "Fuera de Servicio"— se burló y todos en el hospital rieron.

—Eh...chicos— habló la burra, osea Jenni—Se me olvidó traer ropa.

—Manda a uno de los esclavos— respondió como si ellos no estuvieran ahí.

—Escuchame bien querida, somos ayudantes y no esclavos aunque le digamos "amo" a este zoquete— se quejó Ellen con una mano en su cintura.

—¿Me estás reclamando?— inquirió ofendida llevando una mano a su pecho.

—Tengo una idea, dejen de pelear— Ahsgard dio un paso adelante y le dijo algo a una enfermera que estaba cerca, ella asintió con una sonrisa pícara en su rostro y tomó una sábana blanca de una camilla que estaba vacía. Ahsgard la tomó y le guiño el ojo, camino hacia mí y me tiró la sábana encima.— Póngase de pie amo, lo envolvere.

—¿Estas loco?— pregunté molesto.

—Ay ya, solo haz lo que dice. Tenemos que llegar a casa rápido, esa partida de Metal Gear no se jugará sola— se quejó Jenni.

—Nosotros ayudaremos a que se levante— Stary y Ellen me tomaron por los brazos y lentamente me ayudaron a ponerme en pie, entonces Ahsgard empezó a dar vueltas hasta enrollarme por completo en las sábanas.

—Ok, abran paso todos al burrito humano— gritó mientras yo caminaba torpemente tropezando con todo porque no podía ver.

Llegamos a casa y me quedé en el cuarto de huéspedes abajo porque sería una tortura subir las gradas.

—Tenemos un problema— me dijo apresurado.

—El único problema aquí es que tengo el culo quebrado— estaba acostado boca abajo y me era díficil hablar.

Aparte de eso, son siete sanadores y solo tenemos tres, por lo que faltan cuatro— abrió la boca en sorpresa— por dios, que inteligente soy yo...yo soy tan genial.

—Deja de ser tan egocéntrica y ve a buscar a esas personas.

—Es que te necesito a ti— se apresuró a decirme.

—¿A mi por qué?

—Tu eres la carnada, pendejo— me golpeó la cabeza— como sea, recupérate pronto para que vayamos a cazar.

Salió de la habitacion y yo me dormí rápidamente, lesionarte las pompis es muy agotador. El día siguiente Stary me alimentó y cuidó de mi todo el día mientras los esclavos le ayudaban a la muerte a dar con el paradero de los otros sanadores.
Pasé tres dias en cama y finalmente salí a la sala, aún me dolía un poco pero ya podía caminar mejor.

—Mateo— me saludó mi mamá animada sentada junto a Marti mientras veían televisión.

—¿Qué hacen aquí?— camine hacia ellos y me tiré en el otro sofá boca abajo.

—¿Acaso no podemos venir?— preguntó Jolene ofendida.

—Haz desarrollado conductas muy extrañas— Marti me señaló con el dedo índice acusador.

—Ah—dije cuando al fin mis tres neuronas descifraron a que se refería— es que me caí en el baño y me lesioné la poxis— le expliqué y ellos rieron en voz baja.

—Es coxis, tarado— llegó Jenni y se sentó a mi lado.

—Como sea— me quejé— ¿Tienen algo que decirme?

Hola, Tío Muerte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora