XV Bajo el muérdago XV

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Desperté al salir el Sol. Mi cuerpo estaba extrañamente cálido. Cobra continuaba sentado a mi lado, parece que puso un hechizo de calor sobre mí. —-Buenos días-—

-—Hola, Cobra-— Será mejor que vuelva a mi habitación. Bajé y pues, no sé si fue el arte del destino, pero aterricé frente a la torre de los grifos y Soran justo salía. -—Buenos días-— Saludé intranquilo. —-¿Cómo estás?—- Miró el lugar por el que había venido.

-—Hambriento-— Sonrió. —-¿Quieres ir a tomar un café? A esta hora recién sale el pa'n-— Pronunció con acento.

-—Ahaja sí, vamos-— No, mejor no... Debería ir a mi habitación. -—S...—- Me paró Cobra.

—-¿Qué haces? Mira...—- El hilo rojo apareció, iba hasta los dormitorios. -—Vamos, pisalo... Si quieres que Soran se fije en tí, ignora tu destino—- Susurró.

-—¿Dijiste algo?-—

—-Eh, sí... ¿Es verdad que dependiendo el horario sale otro pan?—- Lo alcancé.

-—Sí, a esta hora sale uno sabroso. Y no encontrarás los mismos dulces que a las 9 de la mañana.—- El hilo cambió. Siguió mi dirección y se enredó en el cuerpo de mi amigo. Después, se dobló y pasó a llevar su pelo. Él se rascó la cabeza, como si de verdad lo hubieran tocado.

-—Grandioso-— Me asombró que pudiera ver el hilo del destino.

—-¿Sí, verdad?-— Se refería a la vitrina llena de donas. Por suerte, nuestro diálogo concidió.

Desayuné junto a los grifos, a diferencia de mí, suelen levantarse entre las 5 y 6 de la mañana. Los tres grifos son muy animados y amables, o al menos eso aparentan. Franck comió rápido, al igual que Tammy, parecían los más apurados. -—¿Dormiste mal? Tienes ojeras-— Me dijo Soran.

-—Apenas pude dormir-—

-—Anoche te encontraste con alguien... Mhm... Con alguien relacionado con Franck—-

-—¿Cómo...?—-

-—Adiviné-— Este chico me asusta. -—Bueno, eso pensé porque tu escencia desprendía un olor parecido al de Franck, eso antes de encontrarnos... Sin embargo no te encontraste con él...—- Lamió la mermelada de sus dedos. No había sentido en esconderle algo, Soran es de los que adivina todo, solo que se hace el que no sabe, para no causar problemas. Le conté lo sucedido anoche.

—-¡Genial! ¡Tienes tu propio!—- Le tapé la boca.

-—Baja la voz-— Él asintió emocionado.

-—Lo siento, pero suena genial... Es como tener un mayordomo personal—-

-—Así es, me llamo Cobra—- El loco salió de las sombras para presentarse a Soran.

-—¡Ohh! Eres muy lindo-— Se dieron un apretón de manos.

—-No tanto como usted—- ¿Qué clase de presentación es esa?

-—¿Kentin, ayudarás para el día del muérdago?-—

-—Por supuesto-— Cobra volvió a hacerse bruma.

—¡Genial, verás...!-— Hizo un gesto con los dedos. -—Franck me dió una lista, para que fuera a la isla del bosque, y trajera unas cosas ¿Me ayudas?-—

-—¿Implica perderme las clases de la mañana?-—

-—Lamentablemente sí-

—-Entonces, cuenta conmigo-— Fuimos por unas herramientas y me pasó una capa permeable.

"A través de mis memorias" [Omegaverse] [Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora