XVI Una sonrisa rota XVI

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-Narra Soran-

La nieve se acumuló en el patio, dificultaba abrir las puertas del exterior. Pero, tuve que ir por leña, o no habría fuego aquella noche.

—¿Trajiste lo que te pedí?-— Le pasé la madera a Franck. -—Buen chico-— Acarició mi pelo y sonreí. Sin embargo, no sonreía a gusto, solo lo hacía para no recibir un castigo. Franck detesta las personas serias y desobedientes. tampoco acepta errores. No lo entiendo, para mí es imposible descifrar que se le pasa por la cabeza, si lo que dice es mentira o no, si cuando me acaricia lo hace con afecto. Porque él es capaz de asustar al diablo.

En la torre de los grifos todo es lujoso, lo cual me hace sentir incomodo. Era obvio, que para un campesino que no sabe ni abrochar una corbata le costaría acostumbrarse a ese ambiente codicioso. Hubiese sido así si realmente fuera un campesino. Ser un grifo fue mi perdición. En cuanto fui parte, Franck me inculcó las bases de la élite.

-—¡No comas como un animal!-— Me lanzó el cuchillo. -—¡Usa los servicios, por favor!—- Ahora golpeó la mesa. Vivir con él era un reto, si me sentaba o caminaba en una mala postura me daba con su látigo. -—¡No tienes 5 años, escribe bien!-— Mi caligrafía y ortografía eran terribles, en mi país no necesitaba de esas cosas. Cada vez que hacía algo mal, él me gritaba, me golpeaba o me tiraba algo. Entonces, fui notando semana a semana como iba cambiando, incluso mis gestos comenzaban a imitarlo, o mejor dicho iba pareciendo alguien que nunca fui, un príncipe. Al final de mi primer año, por fin Franck parecía conforme conmigo.

—-Muy bien, Soran, Eres perfecto... Mi omega favorito—- Acariciaba mi pelo. —-Eres tan lindo, me gusta tu cabellera dorada, eres perfecto. El omega más hermoso que existe, nadie debería ser capaz de respirar tu mismo aire-—

-—Gracias—- Sonreía, pero realmente no estaba feliz. Franck se mete con todos los omegas que conoce, los invita a su oficina y tiene relaciones con ellos sin parar.

Este día comprobaría sus verdaderos sentimientos hacia mí, y ojalá no lo hubiera hecho.

—Ahora podrás entrar en calor-— Encendió la chimenea. Me quedé admirando el rojizo y abrazador fuego. —-Soran-—

—-¿Sí?-—

—Creo que ya te enseñé todo lo que debes saber, solo necesitas pulir esas enseñanzas. Y tienes la capacidad de seducir a quién te propongas, eres perfecto— Tomó de mis hombros. —-Lo digo en todo sentido, no solo tienes una buena personalidad y habilidades, tu belleza es una flor que jamás se extinguirá. Tu piel limpiamente esculpida—- Tocó mi rostro. -—Una silueta arrolladora, como si fueras un muñequito de porcelana... No hay otro omega como tú... Por eso mismo, creo que deberías casarte conmigo-—

—-¿Qué? Somos hermanos...—- Sus ojos eran intimidantes.

-—En verdad, solo somos medio hermanos, no tenemos el mismo padre. Además no es algo raro que hermanos se casen entre sí, por el bien del reino y la raza.—-

-—No, no podríamos...-—

-—Eres un omega y yo un alpha, es natural.-— Retrocedí.

—-Franck, me estás asustando—- Jaló de mi muñeca.

-—No tienes porque temerme, ya te lo he dicho... Eres perfecto a mis ojos-— Me aparté, traté de correr, pero tomó de mi capa. -—¿A dónde vas?—- Me puso contra el piso. Intenté golpearlo. -—No va a funcionar, deja de resistirte—- Sacó mi capa con agilidad.

-—¡No, detente!-— Mis voltios se descargaron contra él.

-—Tenemos el mismo elemento, es imposible que me electrocutes-— Puso sus piernas sobre las mías, para neutralizarme. -—Deja de tratar de golpearme-— Tomó de mis muñecas con su mano izquierda, y con la otra se sacó su corbata para amarrarme. -—Relájate-—

"A través de mis memorias" [Omegaverse] [Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora