Ya paso una semana desde que su última pesadilla la levanto a media noche, agitada y temerosa sentía como si aquel sueño fuera tan real, el sudor en su frente empapo su almohada, sus manos temblorosas las sentía agarrotadas, sus piernas rígidas y el corazón a punto de estallarle, aquellos sueño se volvieron repetitivos cada noche, pero no sabia como apartar aquella sensación de miedo que tenia cada noche que se iba a dormir, aun así ningún ser humano logra mantenerse despierto por muchos días consecutivos, a pesar del uso de sustancias para mantenerse despierta, al séptimo día sus organismo ya no pudo mas así que se dejo llevar por el sueño.
Aquella noche, después de tantas sin dormir fue placentera, ningún recuerdo turbio acudió a su memoria luego de ver la luz del sol como un hilo tenue traspasar por las rendijas de la ventana, así que al parecer aquellas pesadillas se habían apartado, puesto que los siguientes días, quizás por el cansancio sus sueños estaban llenos de episodios donde un manto blanco lo cubría todo sin dar espacio a recuerdos, ni siquiera aquellos recuerdos del día a día.
Algo le despertó, cuando el reloj marco las 2 de la madrugada sintió como algo sacudía la habitación, como un temblor que apenas mueve el piso y pasa igual que una ráfaga de viento, tal vez no era nada, pero tenia tanto sueño que enseguida se volvió a su almohada y durmió; pasaron varios días y nuevamente aquel sacudón le despertó en la madrugada, pero esta vez aquella sensación de angustia le apretaba el corazón, no sabia porque ese sentimiento afloro aquella noche, encendió la lampara y miro como las persianas de se balanceaban , cono si algún brazo las tocara y las moviera como péndulos, con algo de intriga se levanto a inspeccionar, busco en la fría pared el interruptor y encendió las luces, se acerco a la ventana hizo a un lado las persiana y miro como el vapor empañaba el cristal, algo le llamo la atención, levanto la vista y el la parte superior de la ventana distinguió una figura como cuando con el aliento se genera una capa de vapor y sobre ella se escriben mensajes o se dibujan algún tipo de figura que enseguida desaparece, pero esta vez aquella figura estaba plasmada como si se tratada de una pintura fresca, lo que miro se parecía a una pata de un ave, pero esta tenia como una especie de dedos muy largos y dentro de estos unos círculos bien definidos, con temor levanto su mano para palpar la zona, sintió como el vapor se transformaba en pequeñas gotas de agua , con sus dedos acaricio aquella huella en la ventana solo para palpar por si misma aquello que creyó era producto de su imaginación.
De repente un golpe rompo el silencio de a habitación, a sus espaldas un sonido como de madera que se quiebra le espanto, regreso la vista, pero nadie mas que ella y sus temores estaban en la habitación, sentía algo de miedo pero aun así decidido inspeccionar que había al otro lado de su ventana, miro entre la oscuridad y la negrura de la noche no dejaba ver más allá de lo que el haz de luz que emitía su habitación permitía, al parecer no había nada ni en la habitación tampoco en la calle, retorno a su cama y se cubrió con las mantas, decidió permanecer despierta intentando descubrir cual era el origen del ruido y también pensando como llegaron aquellas huellas a su ventana, a pesar de la inquietud el suelo la venció y cayo dormida con las luces encendidas.
En la última semana las cosas no habían cambiado mucho, aunque siempre se despertaba en la madrugada sobresaltada por aquellos sacudones y por aquellos sonidos de madera quebrándose, al final terminaba durmiendo y olvidando lo de la noche anterior, esto se volvió en una especie de ritual involuntario, pero siempre dejaba las luces encendidas, pero ya no era por el sueño sino por el temor de la oscuridad.
El día había transcurrido soleado, lo cual por lo general es un presagio de que la noche seria agitada, y las gotas de lluvia no se hicieron esperar, a las 5 de la tarde el cielo se torno gris, y poco a poco las nubes negras de amontonaban sobre la ciudad, por lo que las lámparas en las calle se encendieron, de a poco la lluvia empezó a caer, los relámpagos retumbaban sobre las casas y edificios que a veces daba la sensación que una guerra se desarrollaba cerca de allí, la tormenta se intensifico aun mas en la noche así que la mejor opción era enfundarse en la cama, el frio tampoco ayudaba, puesto que la temperatura había bajado más de lo previsto.
Cuando ya eran las 2 de la mañana oyó como un relámpago despertaba a toda la ciudad con un ruido ensordecedor, se levanto asustada, se sento y sintió como el sudor le empapaba y como su corazón latia tan fuerte como aquellos días en los que las pesadillas no le daban tregua, su cuerpo tembloroso y sus ojos bien abiertos intentando distinguir entre la oscuridad, las luces de los relámpagos encendian la noche dando destellos de luz algunas veces tan intensos que alumbraban la habitación en su totalidad, fue en uno de esos relámpagos cuando observo como una silueta traspasaba su ventana dejando las persianas tambaleándose, el aliento se le fue y un grito se atraganto en su garganta, aquella sensación de querer gritar pero no poder pronunciar palabra alguna se volvió tan intensa, así que se aferro a sus mantas intentando cubrirse el rostro como si eso le ayudaría a protegerse de aquella sombra que cruzo su ventana, entonces en un impulso busco la lámpara que estaba al costado de su mesa de dormir, estiro su mano y enseguida sintió como el ambiente estaba tan helado que se le erizo la piel, acciono el interruptor pero no se encendió, desesperada y con temor varias veces intento encender la lámpara pero no funcionaba, aterrada no tenía más opción que levantarse de la cama y encender las luces principales, cuando se dispuso a levantarse observo como aquella sombra se dispersaba en el piso , como una líquido negro derramado, pero lo más extraño es que esta mancha negra se movía a voluntad propia, como si buscara en el piso alguna especie de rastro que sus ojos en la oscuridad no lograban distinguir, esto lo noto por los destellos de luz que emitía la tormenta, corrió hacia el extremo opuesto buscando el interruptor, el piso estaba congelado y sintió como entre sus pies aquella sombra se escabullía debajo de su cama, era como si un pequeño riachuelo de agua fría emanara entre los pies cansados de un agricultor, sus manos buscaron en la oscuridad hasta que alcanzaron el interruptor, lo acciono pero ninguna luz se encendió, golpeo con fuerza pero al parecer la tormenta había averiado las instalaciones eléctricas, lo pero aún no había pasado, cuando aun intentaba encender las luces de la habitación un tenue resplandor emanaba de debajo de su cama, ahora sintió como pequeños cristales de vapor le cubrían sus pies descalzos, se dio la vuelta y frente a ella miro como alguien la observaba desde el piso, unos ojos aun mas oscuros que aquella noche se clavaron sobre ella, sintió como estos le apretaban las entrañas, el temor la paralizo mientras este ser con sus extremidades amorfas lentamente se acercaba.