Capítulo 7.3/Entrenamiento: Mito

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Era el primer día de entrenamiento, y Mito estaba muy emocionada, nada extraño teniendo en cuenta su personalidad.

-Mito-chan, en este mes nos vamos a centrar en las Cadenas de Chakra- empezó a decir Kushina-. Son uno de los Kekkei Genkai principales de los Uzumaki, y una habilidad tremendamente útil en batalla. Al principio, solo aparecen instintivamente, como te ocurrió en el bosque. Nuestros objetivos serán aprender a invocarlas a voluntad y combatir con ellas, acostumbran a ser bastante incontrolables, por lo que será difícil. Espero que estés preparada para el entrenamiento que mamá te ha preparado exclusivamente.

-Sí, mamá.

La rutina era bastante simple, ejercicios físicos por la mañana, ir a casa a comer, y volver al campo de entrenamiento, que era el patio de su casa, a entrenar con las cadenas.

Una semana más tarde

Los primeros días fueron fructíferos, al tercer día consiguió tras mucho esfuerzo sacar una cadena y al quinto ya sabía controlarla más o menos, lo suficiente como para no matar a un aliado involuntariamente. Hasta el final de la semana estuvo entrenando tanto ataque como defensa con su nueva habilidad. Al final del séptimo día se propuso

-Bueno Mito-chan, veamos qué has conseguido esta semana- dijo la siempre sonriente Uzumaki-. Has logrado invocar y controlar una cadena en una semana, tus habilidades físicas han aumentado y veo que te lo tomas muy en serio. ¡Eres impresionante!

-¡Gracias mamá! Pero no soy tan buena- contestó la chica algo sonrojada.

-¡Claro que sí que lo es!- gritó con efusividad-. Esta semana que viene tendremos un objetivo, que llegues a invocar y controlar hasta la tercera cadena. Si lo consigues te enseñaré algo súper exclusivo solo para ti.

-Lo haré- respondió con alegría la genin.

Tras esto volvieron a casa, la cual estaba cada vez más vacía. Minato tenía demasiado trabajo y aunque iba a casa todo lo que podía había días en los que cenaba en el trabajo y volvía en la madrugada. Naruto se había ido por un mes a vivir con con Jiraiya, aunque Mito pese a haber sido participe de esa conversación aún le costaba comprender cómo se lo habían permitido. Sasuke comía en el campo de entrenamiento con Kakashi y volvía para cenar, pero era extremadamente callado. Después estaba Menma, o mejor dicho, no estaba, porque de no ser por los exámenes chunin podría afirmar que llevaba más de dos meses sin verlo. En estos momentos se sentía apenada, su familia era un desastre, pero le repugnaba quejarse cuando pensaba en Naruto y Sasuke, no podía imaginarse con su familia habiendo sido masacrada por su hermano.

Sacudió la cabeza, tratando de echar a un lado malos pensamientos, no era tiempo para eso.

Al ver este gesto, Kushina habló-. Menudo lío la familia ahora, ¿eh?- la mujer dio una pequeña carcajada-. Uno se va con un viejo pervertido, otro con una momia, otro con un enmascarado...

-Y yo con un tomate gigante- rió la Namikaze-. Sinceramente, no sé quién está peor.

-¡Oye!- gritó con una sonrisa la Uzumaki, en un vago intento de regañar a su hija frenado por sus carcajadas.

La siguiente semana

A Mito no le costó más que un par de días conseguir invocar hasta la tercera cadena, y otros tres días más tarde ya la podía controlar lo suficientemente bien como hacer movimientos simples completamente inútiles en combate, por lo que quedaba mucho entrenamiento para hacerlas útiles.

-¿Seguro que esto es necesario?- preguntó la adolescente desesperada.

-¿Por qué lo dices?- contestó la Uzumaki con una falsa inocencia.

Uchiha Naruto, El Perdón Del AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora