CAPÍTULO 2: ANTES

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*cinco meses antes*

Encajé la llave en la cerradura de la puerta del portal de mi casa, de forma costosa porque las cerraduras en mi bloque siempre estaban medio rotas o con cosas minúsculas insertadas dentro, y que impedían la entrada de cualquier llave.
Una vez en el portal me dirigí a la puerta de madera que daba a mi casa, en la primera planta del edificio.
En cuanto entré al recibidor, la voz insinuante y curiosa de mi madre me dio la bienvenida con la misma frase con la que lo llevaba haciendo desde hacía un par de semanas:

- ¡Hombre, por fin apareces! Ya estaba por ponerte en busca y captura...- río- ¿Qué tal con el novio? ¿No le vas a traer a casa nunca o qué?

Le puse los ojos en blanco, quitándole importancia.

- gracias, pero no quiero espantarle- solté una carcajada ante la que mi madre reaccionó con una pequeña burla.- además llevamos demasiado poco. No quiero que nos hagamos ilusiones... Ninguna de las dos- volví a sonreír.

-bueno... Con calma, hija. No está mal equivocarse. Si no es este, será el siguiente. ¡A lo mejor el siguiente incluso existe!- se echó a reír de forma un poco cínica.

Yo levanté ambas cejas y me encojí de hombros.

- no entiendo la broma- dije con una inocente sonrisa.

Ella levantó las manos insinuando un " ¿enserio no lo has pillado?"

- Era una broma. Quería referirme a que nunca le he visto.

- ¿Vas a seguir? Adgg, ya vendrá, ya vendrá...- dije con el objetivo de calmar la curiosidad de mi madre.

En ese momento escuché un breve pitido que provenía de mi bolsillo derecho, del cual saqué el móvil, con una pequeña lucecita roja que indicaba la llegada de un nuevo mensaje.
Lo encendí y era él, otra vez. No pude evitar el esbozar una sonrisa frente a la brillante pantalla.

- ¿En serio, otro mensajito? ¡Pero si os acabáis de ver, por favor! Dile que nos deje cinco minutos de respiro, por lo menos...- dijo mi madre, bromeando en tono sarcástico.

- ¿NOS deje?- repetí recalcando el "nos", en el que ella se había incluido.

- si, si... Porque cuando os escribís yo estoy delante.

- ¿Y?

- pues que, ya que estoy enfrente y no se puede evitar, ¡Por lo menos quiero enterarme! Es agotador el seguiros el ritmo, par de empalagosos.- hizo un gesto de agotamiento, llevándose la mano a la cabeza, bromeando de forma dramática.

- ¡No seas cotilla!- dije entre carcajadas- ¡Y a mí no me vengas con dramatismos!

- no me cambies de tema - sonrió- ¿Qué te ha escrito? ¿Otra cursilería?- levantó las cejas y meneó los hombros, de forma insinuante.- o algo...¿¡apasionante?!

- ¡Mamá! Joder, no... Conversaciones normales. Nada que tú consideres "picante"...

Mi madre era la típica con la que era fácil llevarse bien. Era agradable que te siguiese el rollo, pero su palabrería y sus burlas respecto a cualquier mensaje o acción "explícita" o de término sexual, resultaban tan sumamente incómodas que con el tiempo se convirtieron en graciosas.

Hice caso a mi madre y leí el mensaje en voz alta, eso después de haberlo leído previamente para mí misma, claro. Éramos una pareja inocente y común, pero seguíamos siendo una pareja. Con esto quiero decir que no había nada de sexo, ni de ninguna foto provocativa, pero igualmente, se necesitaba cierta privacidad.

Inside his mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora