*vuelta al presente*
Elena, Trish, Kira y yo nos dirigíamos al gimnasio, abriéndonos paso entre un cúmulo excesivo de estudiantes, como siempre. Pero, el objetivo no era dar clase de deporte, ni mucho menos. Eran casi las vacaciones de Navidad, y no estábamos haciendo prácticamente nada en clase, por lo que nuestro verdadero destino eran los baños que estaban junto a la puerta de entrada al gimnasio, donde nos esconderíamos de cualquier profesor que nos obligase a ir a clase.
Acabábamos de salir del largo y duro examen de biología, para el cual pude repasar los veinte últimos minutos de la clase de tutoría. ¿Qué significaba esto? Que de lo que menos ganas teníamos mis amigas y yo, era de quedarnos sentadas en un banco sueco, en un espacio maloliente, haciendo absolutamente nada salvo pasar frío, ya que era el único sitio del centro en el que no había calefacción.
Cuando llegamos a la puerta de los baños, nos dimos de bruces con un enorme y cutre cartel pegado a la puerta, en el que se citaba, escrito con bolígrafo: "No pasar. Averiado"
- joder, tío...- se quejaba Kira.
Elena nos miró a todas, esperando que alguna sugiriese una idea. Al ver que nadie respondía a su silenciosa petición, dejó claro su pensamiento:
- no me pongáis esas caras. Lo único que sé, es que yo no voy a hacer deporte.
Todas nos reímos ante su vacilante tono.
- chicas, os ahogáis en un vaso de agua... Tan sencillo como subir a los baños de la planta de arriba.- dijo Trish con tono algo repelente.
- uy vale, Einstein, sentimos ofenderte con nuestra ignorancia- bromeó Kira.
Acto seguido, todas seguimos la idea de nuestra amiga, y corrimos escaleras arriba. Había que darse prisa, ya que había sonado el primer timbre hacía unos minutos, y a partir del segundo toque de advertencia, era muy probable el encontrarse a alguna profesora echando a los estudiantes rezagados de los baños o a algún conserje vigilando en la puerta.
Doblamos la esquina del principio del pasillo de la planta superior, la cual abría paso al baño de chicas.
Irrumpimos en el pasillo de cabinas de baño, echando a los lados a algunas estudiantes que estaban bebiendo agua o maquillándose, para acabar entrando en el último servicio de toda la fila de puertas, ya que al estar lejos de la puerta principal que daba al pasillo,era más difícil que pudiesen oírnos o encontrarnos.
Una vez dentro, tiramos con dejadez las mochilas y los abrigos, para poder sentarnos en el suelo, salvo la que consiguiese sentarse antes sobre la tapa del váter, la cual era el sitio más cómodo para esconderse en el baño durante una hora entera.- ¡Me pido el váter!- declaró Kira en un tono de voz bastante alto, mientras bajaba la tapa para sentarse sobre ella.
- ¡Llegué yo antes!- discrepó Elena, mientras intentaba echar a su amiga del sitio.
- ¡Callaros de una puta vez!- las regañó Trish- sois como niñas pequeñas... Que se siente Kira, y ya está.
- joder, vale...- se retiró Elena.
Una vez todas acomodadas, guardamos silencio, esperando a la habitual expulsión de alumnas para llevarlas a sus clases. Siempre pasaba lo mismo: una profesora entraba a los baños y mandaba a las chicas irse a clase, pero nunca revisaba las cabinas de los servicios, por lo que si guardábamos silencio, no seríamos descubiertas.
Oímos el ruido de unos tacones acercarse a los servicios.
- venga, chicas, a clase... Ya os maquillaréis luego...- se escuchó.
Acto seguido se oyeron los murmuros y las quejas de las chicas alejándose; pero aún así, esperamos unos minutos más, hasta que dejamos de oír absolutamente nada.
- bueno, Harper... Ahora que podemos hablar sin que nos interrumpan... ¿Qué coño pasa con Eithan?- comenzó Elena.
- venga ya, chicas... Os lo conté esta mañana.- me quejé, susurrando.
- no, no... No me refiero solamente a eso... ¿Porqué ahora te has empeñado en superarle? Hacía solo medio mes, estabas convencida de querer hablar con él, aunque fuera para mantener una relación amistosa. Quiero decir, él es un indeciso y todo eso, pero eso lo ha sido siempre, y a ti te daba igual. ¿A qué viene el rendirse ahora?
- ¡menuda pregunta de mierda, Elena!- interrumpió Trish- esto es lo que debería haber hecho desde el primer momento en el que le vio confuso... Lo que no puede ser es que una chica como ella esté esperando a un liante como él.- me miró para dirigirse únicamente a mí- no hagas caso Harper, lo que estás haciendo es lo mejor para ti. Y lo mejor para la gente que te quiere. Te he llegado a ver muy mal por ese tío, y lo que a ti te hace daño, a mí también me lo hace.
Me sorprendía lo empática y lo maravillosa que podía ser a veces mi mejor amiga.
- en eso tienes razón. Pero me sorprende el cambio.- se justificó su hermana- es evidente que aún sigues loca por él, pero antes lo aceptabas y te daba igual hundirte; y ahora, simplemente quieres dejar de aceptarlo. Olvidar y ya... Pero tú y yo, amiga, sabemos perfectamente que no serás capaz de pasar de él hasta que tengáis esa conversación que tenéis pendiente, y te dé esa explicación que te mereces.
Yo agaché la cabeza ante el puñetazo que me atizó la verdad de mi amiga.
- Harper, no deberías sentirte mal por algo que tú no has hecho.- me defendió Kira- sus ralladas son suyas, y de nadie más.
- lo sé... Pero dadme tiempo. Es cuestión de un par de meses. Y ya estará olvidado. Seguro
- no hace falta que te convezcas de algo así. Él a ti, te sigue teniendo en mente. La diferencia es que tú por lo menos estarías dispuesta a decírselo a la cara. Él, sin embargo, no.
- jajajja la verdad es que la mira con buenos ojos...- dijo Elena riendo.- cada vez que vamos juntas y nos chocamos con él, me fijo en si la mira o no, ¡Y es que no falla! Siempre mirando y nunca actuando.
- appf. Hombres...- suspiró Trish.
- no, no... No tienen porqué ser TODOS los hombres... Es él. Con sus problemas.- discrepó su hermana- ¡además tú cállate que eres la única de aquí con novio!
Todas nos reímos, mientras la cara de mi amiga se ruborizaba.
- bueno, a ver. Para poder sacar una conclusión es esta mierda de conversación tan deprimente... Entonces, ¿Cuál es el plan?- me dijo Elena.
- olvidar.- contesté
- ¿Y ya?
- Y ya.
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Inside his mind
Roman pour AdolescentsSe aman, pero no saben si es el cariño o si es el rencor eso que une sus miradas de forma inevitable. Luchan por el olvido y la superación del otro aún sabiendo que les es imposible; pero tampoco son capaces de solucionar sus dudas ni de estar junto...