IX. Eres la única

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Me tienes tan loca y desesperada,
enredada en este burdo cuento,
de que eres la única que puede acelerar mi pulso,
que eres la única que me puede robar el aliento.

He cometido tantos errores,
uno de ellos ha sido creerlo,
esa ridícula historia de amores
que has construido en tus débiles cimientos,
burlándote de mí con tal atrevimiento,
deseando tontamente
que no te conviertas en uno de esos
seres de los que haber conocido me arrepiento.

Es por esto que no quiero pensar,
en la sola idea de este amor que siento,
algo momentáneo en mi corta vida,
un sentir que de lo eterno está muy lejos.

Lo sé porque está en tus ojos,
el reflejo de tu mirada me dice "yo no miento".
Y si no fuese esa la excusa más sonada
te diría con gran tristeza "lo lamento".

El desamor se ha vuelto poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora