Red currant

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XiChen camino rápidamente hacia la guantera de su auto para sacar el kit de emergencia y volver con Jiang Cheng que aún permanecía quieto en el lugar que lo había dejado. Se acercó a su lado abriendo la pequeña caja de donde sacó primeramente suero para limpiarle la herida del pie.

Rompió la bolsa de plástico y se acercó al joven que recién había notado estaba con una camisa ajustada de un color morado que hacia resaltar el pálido de su piel. La camisa estaba desabrochada hasta la mitad de su pecho. 

XiChen sintió la grabe necesidad de introducir sus manos en aquella apertura, tocar la piel para verificar si era tan fría como las manos de Jiang Cheng. 

Se dio cuenta de sus pensamientos y aclarando su garganta tomó el pie herido de Jiang Cheng con mucho cuidado, aun así obtuvo algunos quejidos.

El joven aun permanecía ocultando su mirada, por lo que no quiso insistir y se concentró en curar la herida dándose cuenta que no era tan simple.

-Tendré que saturarte la herida con dos puntos mínimo, será mejor que vayamos a mi clínica.

-¡No!-grito casi en desesperación el chico montado sobre el capó del auto, XiChen se sorprendió ante la reacción, lo que obligó al joven a calmar un poco sus ánimos-No es necesario. Yo...yo ya estoy muy cansado. Quisiera volver a mi casa.

-Déjame llevarte al menos a tu casa. Me siento culpable por incitarte a caminar por la orilla de la playa y luego a quitarte tus zapatos.

-No. No fue tu culpa. Lo estaba pasando realmente bien-se sorprendió de sus propias palabras, estaba nervioso y sabía que en cualquier momento diría algo inapropiado, así que trato de calmarse y dando un suspiro trato de volver a explicarse, aun evitando la mirada del joven Lan-No es necesario que te preocupes por ello. Fue simple mala suerte. Te agradezco que te hayas preocupado tanto por mi.-rió y sonrió de manera lo mas sincera posible para convencer a XiChen.

-Si tu lo dices, pero por favor prométeme que pasaras mañana por la clínica para hacerte una curación como se debe.

-Te lo prometo-asintió y se iba a bajar para subir al auto, pero XiChen se acercó tomándolo de nuevo en la misma vergonzosa posición.

-Solo tomará un segundo-se disculpó de manera calmada como leyendo sus pensamientos y bajando su mirada a su propio pecho se sujetó ligeramente del cuello de XiChen que lo llevaba como si pesara menos que una pluma. 

Lo sentó en el asiento del copiloto y se apresuró a subirse en su lado para manejar.

-Tendrás que indicarme la dirección por que aun no he tenido el placer de conocer donde vives Jiang Cheng.

-Por supuesto-buscó en su móvil para poner el gps indicando su destino en "casa"

No cruzaron muchas palabras en el camino, pero no fue incomodo en absoluto.

Jiang Cheng de vez en cuando apartaba su vista del camino, para observar a XiChen, formándose una sonrisa en su rostro "Bendita playa que me permitiste tener un momento así con XiChen" 

Al llegar a la entrada de la mansión Jiang, XiChen quedó impresionado por la ambientación de los jardines, con arboles de cerezo, con flores de loto en varias de los pequeños estanques esparcidos en el espacioso ante jardín de la mansión. Se detuvo frente a la entrada de la casa y una persona se acercó al auto dándose cuenta de que Jiang Cheng estaba dentro.

XiChen se iba a bajar para ayudarlo, pero el joven con la camisa morada insistió en que podía hacerlo solo desde allí, así que se bajó, incluso negándose a recibir la ayuda de su mayordomo.

Emprendió el camino a su apartamento no sin antes enviar un mensaje a su hermano contando en pocas palabras lo ocurrido.  

Luego de darse un largo baño, al fin pudo lanzarse a la cama e intentar dormir, pero algunas imágenes de lo ocurrido volvían a su mente. 

Toda aquella noche había estado observando de reojo el hilo rojo que supuestamente los conectaba, que al contrario de la vez anterior parecía que había cobrado vida, el fulgor de su color rojo se encendía y aveces se apagaba, cuando sostuvo a Jiang Cheng en sus brazos fue los mas intenso que brillo, incluso el poco hilo que se veía de su lado le pareció que parpadeó un par de veces en un rojo brillante.

Tenia una teoría de porque había ocurrido aquello, pero quería estar seguro, sobre todo porque había una parte que no le cuadraba para él mismo.

Solo una persona vino a su mente que podía darle una respuesta. 

Se consoló con esa respuesta a media por esa noche y se durmió agotado.

El Final del Hilo Rojo [XiCheng] 💙💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora