Sonata a la luz de la luna

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Jiang Cheng despertó con el sol alumbrando su rostro. Se sentó en la cama para tomar conciencia del día y de lo que había pasado la noche anterior.

No recordaba como había llegado pero ahora estaba en su cama y en su dormitorio.

Sobando su espalda baja se levantó y salió en dirección a la sala, caminó de manera apesadumbrada por el dolor en todo su cuerpo.

En la sala estaba su sobrino y Liu Mei. El pequeño al percatarse de su presencia corrió a sus brazos.

-Tío me da gusto verte.-el hombre lo había tomado en brazos y acarició su cabello suavemente.

-A mi también me alegra verte ¿me extrañaste mucho ayer?

-Por supuesto.- luego de abrazarse al cuello del mayor hizo un gesto para que lo bajara. Jiang Cheng acarició la cabeza de pequeña hada y luego sonrió a Liu Mei que sonreía amablemente.

-Buenos días señor Jiang Cheng. 

-Buenos días Liu Mei. ¿Qué haces aquí un domingo?-miró alrededor-¿Donde está XiChen?

-El señor Lan tenía que arreglar unos asuntos en la clínica, por lo que me llamó para que cuidara de ALing mientras usted  despertaba.

Jiang Cheng suspiró y se acercó al sofá para sentarse con sumo cuidado-Gracias Liu.

-No hay porque agradecer...por cierto ¿Cómo lo pasaron en su aniversario? El viernes no tuve la oportunidad de verlo para felicitarlo.

Jiang Cheng sonrió recordando la noche que habían tenido y no pudo evitar sonrojarse-Bien...muy bien...-hizo un movimiento descuidado y un dolor agudo golpeó su espalda baja.

Liu Mei se aclaró la garganta-Le puedo recomendar que vaya a la piscina del edificio a nadar para relajar sus músculos. Yo cuido de ALing mientras llega el señor Lan.

El hombre de ropas moradas suspiró y asintió-Te lo agradecería mucho. Realmente necesito deshacerme de este dolor.

Unos minutos mas tarde estaba yendo en dirección a la piscina que estaba en la azotea del edificio. Para su suerte eran contadas con los dedos de una mano las personas que estaban ocupando las instalaciones, y todos estaban en la parte del gimnasio que tenia vista a la piscina.

💙💜

Lan XiChen se apresuró a terminar el papeleo que había dejado pendiente para volver prontamente con su amado novio y su querido sobrino. Aquella mañana le había pedido a Liu Mei que cuidara de ALing porque no quería interrumpir el descanso de su novio. El día y noche anterior habían sido mas que agotadores para ambos, pero habían valido la pena.

No pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro, al recordar la imagen de ACheng con la cola y orejas de gato, aunque ciertamente le hubiera gustado sacarle un fotografía, la imagen nunca se borraría de su mente. 

Y nuevamente había despertado el deseo. Terminó mas que rápido y salió en dirección a casa.

Al llegar saludó a Liu Mei y a su pequeño sobrino tomándolo en brazos y acariciando suavemente su cabello.

Liu Mei que había visto el mismo gesto en Jiang Cheng puso su mano en su pecho enternecida por el amor que podía ver en esa hermosa familia que parecía crecer cada vez mas sin dudar.

-Iré a buscar a ACheng, cuando volvamos te podrás marchar a casa al fin. Lamento haberte molestado un domingo Meimei.

-No es ninguna molestia señor Lan. Verlos a ustedes me da mucha alegría. Además hoy no tenía trabajos pendientes.

El Final del Hilo Rojo [XiCheng] 💙💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora