Recuérdame: Lukanette.

Capítulo III

Narra Marinette.

Mientras más nos acercabamos al hospital mi vista se nublaba más, mi respiración se aceleró al igual que mi pulso. Mi mente aún no procesaba todo lo sucedido, era algo irreal, en toda mi existencia nunca me imaginé algo así.

—Tranquila Marinette, ya casi llegamos—dijo Adrien sacándome de mis pensamientos.

—Gracias por venir conmigo Adrien, ahora más que nunca necesito el apoyo de mi amigo—sonreí de lado.

—Escucha......—me dijo con toda calma volteando hacia enfrente.—Ahora más que nunca tienes que calmarte ¿Si?, Luka te necesita, tienes que ayudarlo, pero primero tienes que tranquilizarte.—

—Eso trato pero cada vez que lo intento una imagen de Luka pasa por mi mente.....—mis mejillas se comenzaban a llenar de un líquido que salía por mis ojos—n-no quiero perderlo—susurré.

Adrien me tocó el hombro y empezó a acariciarlo, creo que lo hizo para que me calmara. Pero es que nadie entendía mi dolor, nadie entendía que Luka era la persona más importante en mi vida.

Pronto llegamos al hospital. Salí disparada del coche de Adrien, corrí a la entrada y fuí a recepción.

—B-buenas tardes, ¿Aquí se encuentra Luka....Luka Couffaine?—pregunté algo agitada.

—Si, el se encuentra aquí, pero de ningún modo puede pasar.....Si usted es familiar del joven tendrá que esperar a que el doctor venga—me respondió.

—Pero señorit.....—

—Lo siento jovencita, son las reglas del lugar—me interrumpió haciendo una mueca de tristeza.

—Si, está bien, lo entiendo—me fuí de ahí y espere en uno de los sillones que se encontraban en la sala de espera.

—¡Marinette!-una voz familiar me llamo, era Adrien.—¿Por qué no me esperaste? Te dije que tenías que tranquilizarte—se sentó junto a mí y me rodeó mis hombros con su brazo.— entiéndeme Mari, eres mi amiga, y me preocupas demasiado-

—Y-yo.....-no pude terminar porque el llanto me ganó, Adrien me abrazó y comencé a llorar en su pecho—Lo siento, no puedo con la desesperación—me separé de él—el es mi todo, y si algo le pasa....Yo me muero—

—Ay mi Marinette-me abrazó de nuevo y esta vez también lo abracé—Sabes que estaré para ti por siempre, por qué aún no olvidas nuestra promesa ¿Verdad?—alcé mi cara para ver la suya y negué con la cabeza, jamás olvidaré esa promesa que hicimos cuando éramos LadyBug y Chat Noir—Tú y yo contra el mundo- susurró en mi oído.

Estaba a punto de responderle cuando la voz de un doctor interrumpió.

—Familiares del Luka Couffaine—gritó.

—Somos nosotros—respondí levantándome de mi asiento, el se acercó a nosotros con una expresión un tanto triste.

—Escuchen......el está mejor, pero aún está en peligro, haremos todo lo que podamos, por lo tanto necesito que permanezcan aquí hasta que yo vuelva ¿De acuerdo?—nos miró con una cara seria.

—Está bien doctor, nosotros nos mantendremos aquí, gracias—Adrien tuvo que hablar porque yo no pude, mi corazón dolía, las palabras del doctor se sintieron como un puñetazo al estómago.

—Esto no puede estar pasando, ¿Por qué a Luka? El que es un ser tan puro y bueno ¿Por qué a el Adrien? ¿Por qué?—una vez más comencé a llorar.

—No tengo ni palabras, solo puedo decirte que todo estará bien ¿Si?—me rodeo con su brazo y nos dirigimos nuevamente al asiento.

Pasaron unos minutos y ninguno de los dos habló. Yo estaba por decir algo pero mi teléfono me interrumpió. Era Alya.