Confía En Mí [ Rin Okumura x Tú]

Cap 12

Equivale al cap 17 del anime.

Tras reparar la espada nos dimos toda la prisa posible para llevarla cuanto antes con su dueño.

Cuando llegamos la escena me dejó asombrada.

Todo estaba destrozado, Rin estaba inconsciente tirado en el suelo, un extraño monstruo de piedra dirijido por Amaimon estaba empecinado con destruir a Rin y Mephisto sonreía satisfecho.

-¡Okumura! - Gritó Bon fuertemente desde un pequeño balcón de la sala con la Komaken en la mano.

Amaimon pudo divisar esta y atacó a Suguro tratando de hacerse con ella.

Bon saltó del balcón y con poco equilibrio se deslizó sobre el brazo de piedra de aquel enorme monstruo.

Lanzó la Kurikara a Shima y este confundido la agarró y se la pasó a Kamiki.

-¿por qué yo? - Se quejó esta.

Amaimon fue a atacarla y yo al verme capaz de ayudar traté de hacerlo.

-¡A mí! - Grité.

-¡va! - Contestó ella lanzandome la espada.

La agarré y oí a Amaimon.

-¡Devuélvemela mortal grosera! - Me gritó.

-¡Nunca pedazo de espinaca! - Le contesté.

Miré a Yukio, estaba cerca de Rin.

-¡Yukio, cógelo! - Le grité.

Lancé la Komaken acia el y la cogió.

Corrió acia Rin pero Amaimon se lo impedió haciéndolo caer al suelo hiriendolo.

Este extendió su brazo y colocó la espada sobre el pecho de Rin.

Y este se vió envuelto en llamas azules por completo.

Rin se levantó inconsciente y desenfundo la espada.

Corrió rápidamente por el brazo de Amaimon y lo atravesó haciéndolo desaparecer mientras que este pedía a su hermano ayuda entre gritos que se ahogaban en su garganta.

La verdad, no me daba pena me había hecho daño a mí y a Rin, y eso no se lo perdonaría jamás.

Tras eso Rin calló al suelo como un peso muerto

Me preocupe por un instante pero luego me di cuenta de que si lo habían dejado escapar era porque Mephisto había ganado el juicio.

El calvo (apodado así por Shura) colocó su enorme espada sobre el cuello de Rin.

-¡Rin! - Oí gritar a Shiemi.

-Tranquila, hemos ganado. - La dije sonriendo.

Esta pareció calmarse y prestar atención a la situación.

-Deténgase, Angel. - Le ordenaba el consejo de los Grigori. - Tomaremos la apuesta de Sir Pheles,¿se convertirá en el Salvador de Assiah? ¿O en el rey demonio que traerá la destrucción a todo?-Terminó

El calvo quitó la espada de encima de Rin con una cara de poca satisfacción.

[...]

Llevabamos toda la mañana limpiando la clase de los hulla.

Y Rin no había llegado todavía, empezaba a preocuparme.

Hasta que le vi entrar por la puerta como si nada.

-Buenos días - Nos saludó sonriente,más solo lo miraban en silencio hasta que Shiemi rompió el silencio.