El Imperio de un Omega

Promesas

Narrador  Nash

Después de la primera vez que fuimos con la amiga de Tetsuya, hemos ido en varias ocasiones, la primera  vez no lo noté pero el pie de Riko-San está encadenado y solo se le permite moverse  dentro de la enfermería y de un cuarto que está detrás de ésta. A veces, cuando  Tetsuya  es llamado en las tardes, voy con ella y me platica muchas cosas como que esta casada con un beta de nombre Hyuga y que lo extraña mucho, me dice que es doctora y presume de ser una de las mejores. También  me cuenta  historias  de Tetsuya, esas son mis favoritas.
- Te juro que jamás  había visto  a alguien  tan pequeño  golpear  a alguien  tan grande- comenta  riendo.
- Pero no entiendo  ¿porque Tet-chan golpeó a Haruto-Kun?- por un momento la mirada de la beta se opacó y yo temí  haber dicho algo que no debía.
- Escucha, Tetsuya  y yo somos prisioneros  en este lugar al igual que  tú, y Haruto  es el que nos mantiene aquí encerrados-suspiro-. Dentro de 3 días se cumplirá el mes de que hayas llegado y Tetsuya no dejará que nada malo te pase- dijo mientras me miraba a los ojos y acariciaba mi mejilla- así que  si él te dice que hagas algo, hazlo, no importa  que  veas, ni que escuches, aún si Tetsuya no va detrás de ti, tú tienes que seguir, ¿entendiste?- yo no pude hacer más que asentir no muy convencido.- Prometemelo- pidió con una mirada que me hizo sentir triste.
-Lo prometo- asegure, aunque eso sonaba tonto, Tet-chan prometió casarse conmigo como iba a seguir si Tetsuya no va a mi lado.

Narrador Tetsuya

Bostecé mientras caminaba a mi habitación, al fin había acabado con el último cerdo de la lista de esta noche, lo único que quería era darme un baño y dormir. Entre a la habitación y en menos de un segundo el cuerpo de Nash se estrelló contra mi.
- Te extrañé mucho Tet-chan- sus palabras me sacaron una sonrisa que quité de inmediato cuando me alejé de él.
- ¿Qué hiciste hoy?- cuestione mientras caminaba con dirección al baño.
- Fui a ver a Riko-San y ella dijo....- espere a que continuara sin embargo ante su mutismo voltee a verlo.
-¿Qué fue lo que dijo Riko?- sus ojos me miraron de una forma que no pude entender.
- Tu siempre estarás a mi lado ¿verdad Tetsuya?- su pregunta me tomo por sorpresa, que se suponía que contestara, siempre es demasiado tiempo y si las cosas salían bien yo solo estaría con Nash 3 días más. Así que hice una de las cosas que mejor hago... mentir.
- Lo prometo- sus brazos me rodearon con fuerza y su sonrisa me mostraba que había hecho lo correcto.

Una vez Riko que me dijo que las mentiras tienen fecha de caducidad y cuando esta llega la confianza muere, pero para cuando ese día llegara yo ya no tendría que preocuparme por que Nash confiara en mi ya que estaríamos demasiado lejos uno del otro.

Al salir de bañarme el alfa ya estaba dormido sobre mi cama, así que tratando de ser lo más silencioso posible salí da la habitación y me encamine a la enfermería.
Llegue y abri la puerta del lugar, la luz era tenue apenas estaba iluminado por una pequeña lámpara sobre el escritorio y sentada tras el, mi vieja amiga bebía un vaso de lo que yo apostaría es whisky.
- ¿Qué tal tu día?- pregunto con voz pastosa.
- Bien dentro de lo que cabe- me senté frente a ella y le quité el vaso para darle un trago largo.... definitivamente era whisky.
- No deberías beber aún eres un niño- recriminó sin verdadera convicción.
-Sabes que deje de ser un niño hace mucho- su mirada se entristeció así que rápidamente hablé- ¿Qué le dijiste a Nash?
- Mejor dicho ¿qué es lo que tú no le has dicho a Nash?- baje la mirada y ella bufo- como se supone que escape con él si ni siquiera sabe que vamos a escapar.
- Como se supone que le diga que tiene que huir o lo violaran hasta que desee estar muerto - no sé como sono mi voz pero pronto el cuerpo de la beta rodeaba el mío. - Yo trataré de explicarle que debe de hacer.- dije al mismo tiempo que me apartaba y la miraba a los ojos- Se que es egoísta pero prometeme que harás todo lo que puedas para sacarlo y que lo cuidaras- la mirada de Riko se lleno de lágrimas y un sollozo escapo de sus labios mientras asentía.
- Te lo prometo.-