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Ahí venía otra vez. Jimin se escondió detrás del mostrador, un sonrojo cubriendo sus mejillas. Si se mantenía ahí él no lo vería.

—¡Jimin! —Abrió ambos ojos ante la sorpresa de sentirlo a sus espaldas. —Te he traído un obsequio —le entregó una caja verde.

Parpadeó un par de veces, tomando el regalo, y sin pensarlo mucho se levantó para caminar hasta salir de la librería. ¿Por qué? No lo sabía, pero necesitaba expulsar su cohibimiento en algún callejón donde nadie lo viera. Yoongi, por otro lado, siguió el aroma de su perfume, Jimin se veía espléndido en medio de la gente. Su cabello lacio y rubio brillaba gracias a los rayos del sol, y lo dorado combinaba con él. Aunque nada se compararía con el brillo de Jimin, su sola existencia era una luz en su vida. Su boca se formó en una "o" en cuanto visualizó lo que podría significar la muerte de su amado.

—¡Mi amor, ten cuidado! —Yoongi logró sujetar sus caderas para evitar que cayera dentro de una alcantarilla abierta y sonrió enamorado cuando Jimin se colgó a él como un koala aterrado al ver la profundidad a la que estuvo a punto de caer—. No te asustes, yo te protejo, adorable flor mía.


-Niny♡

❝열정적으로❞; Passionately |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora