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Una mañana, Yoongi no se asomó a su negocio como acostumbraba hacer. Fue una completa novedad, aunque extraño, de cualquier forma, Jimin decidió que era la hora perfecta para retocarse el maquillaje y cepillar su rebelde flequillo.

Así lo hizo. Se sentó en una silla cerca de la ventana para que el sol pudiera darle una mejor iluminación de su rostro. De su mochila sacó un kit azul en el cual guardaba sus polvos y brillos labiales; era lo único que usaba y le encantaba.

Tomó un espejo de mano y abrió un poco la boca para aplicarse el gloss en sus labios naturalmente rosados. La cuestión fue que cuando sus ojos se movieron por milisegundos a otra dirección, notó que había alguien pegado en el vidrio de la ventana.

Jimin pestañeó entre sorprendido y asustado. Ahí estaba ese chico otra vez. Min Yoongi se encontraba afuera de la librería con ambas manos apoyadas en la superficie transparente de su ventana mientras le miraba embelesado.

Lo vio impresionarse por haber sido pillado, pero eso no evitó que sonriera. Sería una mentira si dijera que Yoongi no tenía una sonrisa bonita, sus encías rosadas y dientes pequeños eran tiernos. Pero si había algo que a Jimin le podía indignar era que ensuciaran su impecable ventana, ese que le costaba mucho limpiar en cuanto llegaba.

Y ahora Jimin sí que estaba bastante enojado pues a Yoongi se le había ocurrido la magnífica idea de chocar sus labios sobre el vidrio y hacer ademanes con sus manos como representación de querer atraparlo para darle ese montón de besos que el movimiento adorable y apachurrado de sus labios interpretaba.

-Niny♡

❝열정적으로❞; Passionately |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora