Nos situamos en un lugar donde un joven de cabello castaño entre los veinte y treinta años de edad llegaba con una amplia sonrisa, le llevaba algo su padre..
—Hey, papá. Sé que ha pasado mucho tiempo que no te visito. A veces las giras de rock son muy agotadoras, además también que estoy arreglando el taller que monté. No olvidaré cuando me ayudaste en encontrar mi talento y me apoyaste con mis gustos en la música rock y reparar cosas, o cuando me llevaste de pesca.
-o-o-o-
—¿De verdad piensas que las cosas son así de fáciles, Lemy?—Le preguntó el adulto de blancos cabellos con seriedad al pequeño niño castaño de siete años.
—Pero es que no puedo hacerlo, viejo. Nada me sale bien. Sabes que tengo mala suerte.
El pequeño Lemuel había tratado de pescar un pez sin ningún éxito. Realmente se sentía un inútil en esto queriendo hasta llorar por no poder atrapar un simple pez. Su padre le tomó del hombro reconfortándolo.
—Lemy, la mala o buena suerte no existe, te lo digo por experiencia, lo que importa es la forma de hacer las cosas, la oportunidad, la preparación y la confianza lo son todo para poder alcanzar tus objetivos. Sé que estás y estarás preparado para mucho y yo te quiero ayudar en todo para que pueda conseguirlo.
Fue cuando en esos momentos que esas palabras que le había dado su padre dio resultado logrando atrapar al pez y ponerlo en la cubeta para así disfrutar un buena cena entre ambos hombres loud.
-o-o-o-El pequeño Lemuel llegaba corriendo a su hogar cansado de la mañana, de las tareas, los trabajos grupales y todo lo típico de un día escolar.
—¡¡¡Viejooooooo!!!!—Gritaba con fuerzas afirmando que ya había llegadoSu padre, un dibujante en ascenso, conocido en su medio como Lincolnsky McFarlane y en ocasiones como Bagley o Larsen, en su estudio terminaba de dibujar las viñetas de un cómic.
—¿Qué sucede campeón?—¡Una banda fue a mi colegio cuando finalizamos las clases por el aniversario que tuvimos en nuestra institución! Tocaron música rítmica y muy rápida. ¡Creo que me gusta!
—¿No sería eso rock, Lemy?
—¡Sí! ¡Así llamaron a su estilo! Cómo me encantaría hacer eso.—respondía el castaño de manera euroforica por descubrir su nuevo gusto. La música rock
—¿Te gustaría aprender a tocar rock?
El chico asintió ampliando más su sonrisa. Lincoln pareció pensarlo un momento bajo la impaciente mirada del muchacho.
-Bien. Pero no es sólo conseguirte el equipo y tocar. Investigaré si puedo encontrar un taller de música al que te pueda inscribir.
-Tómate el tiempo que sea necesario, viejo -Era obvio que la idea le hacía ilusión-. Iré a terminar mi tarea.
Sabiendo lo mucho que hacerla le aburría a su hijo, Lincoln comprendió lo motivado que debía de encontrarse, además la expresión del chico lo delataba.
-Está bien, hijo. Sabes, en su momento también para mí la escuela fue un dolor de cabeza, aunque admito que existían algunas otras buenas razones para ir. -le contesto su padre que pareció rememorar algo con una sonrisa enigmática.
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El amor de un padre: Lemy y Lincoln.
RandomTe doy gracias por guiarme y hacerme un buen hombre, lamento si tambien fui muy revoltoso en mi niñez y mas en mi adolencencia me soportaste, me aguantaste y me guiaste en el buen camino, debo admitir que te deteste por momentos cuando me dijiste qu...