El amor de un padre: Lemy y Lincoln.

Feliz día (Final uno)

Luego del día de la graduación yo y mis amigos decidimos pasarla bien entre todos, y también poder pasar juntos la navidad entre familias, las familia de Gwen y también mis amigos y los amigos de mi padre y también mi banda, wau hoy en día siempre lo hacemos y son reuniones inolvidables, aunque ya no pueda ver mas seguido a mis amigos, porque ya también tiene sus profesiones siempre llevo un fragmento de cada uno de ellos y para los reencuentros. siempre son de los mejor. Pero me salgo del tema.

Por mi parte yo con mi banda ahora tratábamos de ensayar para componer música para que alguien nos pueda echar un ojo fue mucho tiempo pero con paciencia y delicadeza se pudo encontrar un man-ayer que pudo encontrar potencial en nosotros, nuestra banda poco a poco empezamos ganar un nombre en el mundo de la música y poco a poco ya iba juntando dinero para mi mismo. Ya tenia que emprender el vuelo y dejar la casa. No mentiré yo también llore un poco, en especial mi padre pero a la vez lo entiendo, no seria para siempre pero también, no seria un hasta nunca seria un hasta pronto, eso y que también dejaríamos Royal Woods y lo mejor seria dejar en venta la casa, no seria justo dejarla abandonada llena de polvo y fue un buena decisión quizás alguien la necesitaría.

En la casa de los dos hombres se podía ver Lincoln y Lemy empacando las cosas de su cuarto y también en poder hablar uno a otro momento trivial entre ambos, mientras conversaban las cosas que tenían planeado ellos dos a futuro.

-Entonces piensas fundar un compañía de juguetes-Decía Lemy mientras estaba empacando cosas para su nueva casa que tendría con su esposa, buscando lo mas importante de sus armarios.

-Eso y que también planeo vender la casa.

-¿¡Que!? papá pero porque.

-Creo que planeo vender esta casa a alguien, quizás por ahí la necesite, pero también te la dejo a mi nombre, quizas puedas sacarle algo de provecho y también con la ayuda de Clyde logre encontrar un lugar para poder trabajar mejor, nueva york, específicamente en Queens. Es mas cerca para poder trabajar en la editorial, Tu que decides hijo,

-Con lo que dijiste, yo creo que tienes razón, darle la casa alguien quien quizás la necesite es una buena elección.

Era todo lo que pude decir mientras seguíamos empacando mis cosas. Luego de unas tres o dos horas de haber terminado todo por empacar, al final mi padre miro mi cuarto, ese cuarto donde yo había crecido y pase mi años de un bebé a inicial, niñez, adolescencia y mi juventud, casi ya a un adulto.

-Papá, ¿sucede algo?-Pregunta el hombre a su padre, que miraba el lugar de manera melancólica y un poco triste.

- ¿Cuantas veces dije que nos estábamos despidiendo campeón?-Pregunta a su hijo sin voltear.

-No se, quizás diez, por que.-Preguntaba un tanto confuso.

-Ow Lemuel-Decía esto con tono melancólico y aguantando sus lagrimas, mirando todo su cuarto y recordando todos esos bellos momentos que habían pasando con su hijo.

Cuando le organizo e hizo su cuarto, le leía cuentos o cómics, cuando tenia miedo a la oscuridad y este se quedaba con el hasta que se durmiera, como si su padre fuera su guardián. Todo eso pasaba en la mente del albino, cada lindo recuerdo que paso con su hijo.

En ver a su hijo desde lo mas pequeño, desde un recién nacido, verlo crecer, verlo aprender, haberlo visto caer y apoyarlo, ver sus logros, sus fracasos, sus lagrimas, guiarlo, motivarlo y apoyarlo y saber que no esta solo y darle siempre su compañía. Su razón para vivir y entre varias cosas que ellos pasaron entre los dos. Jamas pensó que la despedida de su hijo, en dejar el nido, seria algo tan difícil para él que hasta ya le querían salir algunas lagrimas.