-5

1.7K 205 89
                                    

Había despertado a la hora de costumbre para salir a correr, cuando regresó se dio un baño y luego se preparó algo para desayunar. Estaba frente a la televisión intentando encontrar algo que ver para matar el tiempo, pero nada fue de su agrado. Había dejado cualquier canal, mientras miraba su celular. Tenía dos solicitudes de seguimiento en Instagram, una era nueva y la otra no, la que no era nueva era de Joaquín Bondoni, su "querido" vecino y la otra de una tal María Gutiérrez, salió de ahí sin aceptar ninguna de las dos. No tenía nada que hacer, así que terminó por quedarse dormido en el sofá de la sala.

El timbre sonó a las 11:00 am despertando al rizado. Su expresión era de fastidio, pues sabía perfectamente quien estaba del otro lado. Había quedado en verse con el castaño a esa hora para iniciar con la búsqueda de su "ligue de navidad".

Acompañado de un largo suspiro abrió la puerta.

-Pasa.

-Hola- dijo Joaquín al entrar- no me digas que estás despertando.

-Algo así.

-¿Ya comiste?

-Aún no.

-Que bueno, porque te traje esto- extendió un tupper, Emilio lo tomó extrañado pues no notó que el chico llevara algo cuando entró.

-Gracias ¿qué es?

-Un poco de pasta, la cociné esta mañana.

-¿Viniste a ayudarme con mi problema o a comer conmigo?

-En primera, yo ya comí y en segunda, sí, vine a ayudarte.

-¿Podemos pasar al grano entonces?

-¿No tienes hambre?

Emilio tocó su abdomen a la altura de su estómago- sí, un poco.

-Entonces siéntate a comer.

Ambos se sentaron en el pequeño comedor que el rizado tenía.

-Y dime ¿en qué es lo primero que te fijas cuando ves a un chico?

-¿Qué?- contestó con la boca llena.

-Necesito saber para no poner en la mira a chicos que no puedan interesarte a primera vista.

-Mmm... es algo tonto, no te vayas a reír.

-Jamás.

-En las manos, lo primero que miro en un chico son sus manos, creo que después del tiempo el rostro y el cuerpo cambiarán, pero las manos son especiales... son las que tomarás el resto de tu vida entre las tuyas.

-No es nada tonto, es una manera muy linda de pensar.

-¿Y tú?

-¿En qué es lo primero que me fijo?- el chico asintió- los ojos- lo miró fijamente a los suyos- dicen que los ojos son la ventana del alma. En ellos podemos ver lo que alguien siente sin necesidad que lo externe con palabras... por ejemplo... en los tuyos puedo ver un enorme deseo de amar y ser amado.

El ambiente se tornó un poco tenso, ninguno de los dos decía o hacía nada más que mirarse a los ojos.

-Eso es cierto- trató de suavizar el momento- he tenido muy mala suerte en el amor y me gustaría tener una buena historia de amor que contar, como las de las películas- metió otro bocado de pasta a su boca.

¿Por qué acababa de decir eso? Ni a su mejor amiga le había confesado aquello. Una historia de amor de película, ese era su secreto más preciado.

-¿Entonces no te importa el físico?

-No mucho, es decir, si me gustaría que fuese guapo y alto, pero no es la prioridad.

-¿Y de actitud?

-Me gustaría que tuviese buenos sentimientos, que pensara en los demás, que no le afecte lo que los demás piensen de él, que sea amigable, que quisiera ayudar sin tener que recibir algo a cambio...

-Me sorprendes Emilio. Sabía que eras un buen chico, pero... wow.

-Bien, terminé de comer ¿por dónde comenzaremos? ¿en dónde buscaremos hoy?

-Hey, tranquilo. Eres muy impaciente, no es como que vayamos a hacer las compras navideñas.

Eso hizo reír a Emilio, se había reído de un chiste de Joaquín Bondoni... eso era nuevo.

-Perdón Joaquín.

-Deberías comenzar por decirme Joaco y no Joaquín, me gusta más.

-Está bien Joaco.

-Bien, vamos.

-Pero no me has dicho a donde.

-A la plaza, iremos a la plaza.

Salieron rumbo al lugar indicado por Joaco. Era 20 de diciembre y ese día habría un pequeño festival navideño. Había grupos de personas esperando a que el show diese inicio, niños y adolescentes disfrazados esperando por salir a presentar sus bailes y villancicos.

-¿Por qué estamos aquí?

-Bueno, según lo que he conocido de ti, supongo que la persona que vaya a estar contigo debe ser amante de todo esto ¿o no?

Al parecer Joaco había captado muy bien la esencia de Emilio y eso asustaba un poco al rizado, aunque también le causaba curiosidad por saber qué tanto podría haberlo conocido en una hora de comida.
Los bailes comenzaron, la gente comenzó a aumentar en número conforme el festival avanzaba. La tarde había avanzado y los villancicos estaban por comenzar. En el escenario un grupo de niños aguardaban comenzar a cantar y las primeras notas musicales se escucharon.

La Virgen se está peinando

entre cortina y cortina.Sus cabellos son de oroy el peine de plata fina.

Ese era el villancico favorito del rizado y le sorprendió mucho ver que Joaco se la sabía. Aunque no prestó mucha atención en él, pues un chico cerca de ellos lo miraba mientras sonreía. Dio un pequeño codazo a su acompañante para que lo mirara también.

-Parece que tu plan está dando resultado.

-Pues ve por él.

-¿Y tú?

-Oh, no te preocupes por mí. Estoy aquí para ayudarte.

El chico no lo pensó dos veces y se encaminó hacia donde aquel chico estaba. Aunque al llegar se percató de un pequeño detalle en él, tenía un bastón retraíble. Resultó que aquel chico no lo estaba mirando específicamente a él, si no que era invidente y por si fuese poco traía una sortija de matrimonio, sí, también era casado. Ojalá todo hubiese parado ahí, pues después de un rato se percató de que el chico tenía esposa.

Trató de volver con Joaco, pero él ya no estaba en el lugar donde lo había dejado y aunque trató de encontrarlo, no lo logró. No le quedó más que volver al edificio solo, cuando llegó lo vio a punto de subir al ascensor y corrió para alcanzarlo.

-Hey Emilio, volviste pronto.

-Todo mal con el chico.

-¿Por?

-Pues nada, sólo que es invidente, es casado y tiene esposa.

Joaco soltó una pequeña risa que terminó por contagiar al rizado. No había tenido suerte para encontrar a su chico especial, pero... ¿había sido un día perdido?

🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄🎄

¡Hola bebés!

No se olviden de dejar su estrellita.

Les mando un chorro de besos y mucho, mucho amor.

¡Nos leemos mañana!

6 días para navidad|Emiliaco|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora