¿Perdido?

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Trato de abrir los ojos y no puedo. Me cuesta tanto, que creo que mis párpados pesan una tonelada. Vuelvo a intentarlo esta vez con más fuerza y al fin logró abrirlos un poco. Pero en cuanto lo hago un dolor horrible se instala en mi cabeza. Duele demasiado. Casi no puedo soportar el dolor. Cierro con fuerza mis ojos tratando de desviar el dolor. Pero no puedo, me llevo una mano a la cabeza y siento una especie de tela que cubre esta.  ¿Que pasó? Abro una vez más nos ojos y miro donde estoy. Esto me parece un dejavu. Y no puedo creer que otra vez me encuentre postrada en la cama de un hospital. Pero esta vez el dolor que recorre mi cuerpo es de una magnitud que en mi vida había sentido. 

Trato de incorporarme pero el dolor hace que me detenga y regresé a la posición en la que estaba en un inicio. Siento un dolor horrible en mis costillas. Tanto que no se si podré soportarlo. Miro a todos lado y no hay nadie en la habiatcion. Sólo estoy yo y el ruido horrible de las máquinas que tengo aún costado. Necesito llamar a alguien que me ayude a quitarme este dolor horrible que tengo en todo el cuerpo.

-Buenos días. Veo que al fin despertaste -Un hombre de bata blanca y algo mayor entra a la habitación. Quiero decir algo. Pero siento la garganta muy seca e impide que pueda hablar. -Tranquila. En seguida mando una enfermera con un enorme vaso de agua. -Dice y sale de la habitación. Miro por donde se fue y espero paciente. No me había dado cuenta de la enorme sed que tenía, hasta que sentí la garganta más que saca. -El mismo doctor entra y una enfermera entra tras suyo. Trae un vaso de agua con una pajilla, se acerca a mi y me ofrece la bebida. -Hazlo despacio....sin prisa -Dice el doctor y así lo hago. Siento como el líquido algo tibio entra por mi garganta y llega a mi estómago. Es como si llegar a años sin tomar algo de agua. -Creo que ahora podrás hablar -Dice el doctor después de haber tomado casi medio vaso. -¿Como te sientes?  ¿Tienes algún dolor o molestia? -Me aclaro un poco la garganta y hablo.

-M..e  du..e..le la cab..e..za -Digo con la voz ronca y seca.

-Entiendo. Voy a dar instrucciones para que te den una pequeña dosis de calmantes. ¿Hay alguna molestia más?-Asiento y toco mis costillas. -¿Te duelen las costillas? -Pregunta y yo asiento -Bien. Es normal que te duelan.  Dos de tus costillas tenían una pequeña fisura, pero no es muy grave, aunque si es muy doloroso -Dice el doctor con una sonrisa y yo no le veo nada de gracioso. Duele como si me las hubieran quitado. -Voy a recetarte algo para el dolor. -Dice y anota en los papeles que lleva en las manos -Tu familia está afuera y están desesperados por verte. Voy a hacerlos pasar, pero sólo por unos minutos, acabas de despertar y tienes que descansar -Dice y tanto el como la enfermera salen de la habitación. Pero no pasa ni treinta segundos y veo como mi padre y tío entran en la habitación.

-Hija. No sabes lo preocupado que estaba -Dice mi papá y se acerca con los brazos abiertos dispuesto a abrazarme. Pero justo antes de llegar a mi se detiene -El doctor dijo que no te tocaramos. Al menos a hasta que estes mejor, así que tendré que aguantar las ganas de abrazarte -Dice mi padre algo triste.

-Tu tal vez. Pero yo no -Dice mi tio y se acerca. Me da un beso en la frente y acaricia mi mejilla -No sabe lo preocupado que nos tenías Kata -Le sonrió y trato de hablar, pero la voz aún no sale como quisera -Tranquila. El doctor nos dijo que por el golpe en las costillas y parte del abdomen estabas adolorida y no podrías hablar -Su rostro ahora pasa a ser serio y la verdad aún no entiendo que fue lo que pasó. Quiero preguntar, pero no puedo. Una enfermera entra a la habitación y saluda a todos, se acerca e inyecta algo en el suero que tengo conectado al brazo.

-Señores. La paciente necesita descansar, lo que la inyecte es un calmante algo fuerte y en unos minutos estara dormida -Ambos asienten y la enfermera se retira.

-Bueno, creo que te visitaremos más tarde -Mi padre se acerca y me da un beso en la mejilla -Te lo doy en la mejilla para no tocar las babas de tu tío -Dice y eso me hace reír. Pero al hacerlo un dolor horrible se instala en mi abdomen y me hace lagrimear.

Unidos Por Ti (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora