Primitivo

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Gabriel

¿Que carajos hice?

Katherin se ve totalmente confundida. Y no la culpo. Pero no pude contenerme. Ella me deja completamente embobado y en lo único en lo que pienso es en ella. En querer besarla y tenerla entre mis brazos. Pero no quiero que sea de esta forma en la que yo pierdo el control.

-En serio lo siento -Trato de sonar de lo más calmado, pero no llegó ni a parecerlo.

Esta claro que a ella no le gustó que actuará de esa forma. Menos cuando está molesta por eso del punto débil y porque fui a hablar con Nataly.

-Tranquilo, yo....... -Se sienta nuevamente en la cama y se arregla la ropa que en mi ataque levante. -Es sólo que. No quiero que las cosas se den tan rápido, seamos un poco más pacientes ¿Si? -Pide y me alegra que en vez de verse molesta se ve nerviosa y sonrojada.

-Si, no te preocupes -recojo la almohada que me tiro y la pongo sobre la cama.

Voy hacia mi maleta y saco una polera y un pantalón de franela que uso para dormir. Voy al baño y me doy una ducha rápida.

Ya listo, salgo del baño y veo que Katherin esta ya acomodada en la cama. No puedo verla a la cara así que camino hacia los pies de la cama sin verla directamente.

Miro por la habitación y veo en que lugar puedo acomodarme para dormir. Pero por más que veo no hay lugar en el que un hombre de metro ochenta se acomode. A menos que me doble en dos y trate de entrar en el sillón que está junto a la ventana. Creo que lo mejor será que duerma sentado, por lo menos no tendré que dormir en el piso.

Me dirijo al sillón y acomodo la almohada aún costado de este y saco las sábana de repuesto que hay en closet.

-G-Gabriel -Estoy a punto de acomodarme en el incómodo sillón pero escucho la voz de Katherin.

Creí que ya estaba dormida. Pero al parecer no.

-Dime linda -Me acerco a ella y puedo ver que aún tiene un leve tono carmesí en las mejillas.

Se ve nerviosa y no puedo evitar ver como aprieta con fuerza la sábana bajo sus manos, me encanta que sea así. Es sincera y directa, pero tiene un toque de ternura que me vuelve loco.

-N-No tienes que dormir en ese sillón, pu-puedes dormir aquí -Su voz es casi inaudible. Pero fue lo suficientemente fuerte para que yo la escuchará.

No quiero sucumbir a mis deseos, pero verla de esta forma tan pura me vuelve loco y pienso dos veces si sea bueno meterme a la cama junto a ella. Tengo miedo de no poder controlarme si ella siquiera me toca.

-¿N-No....quieres? -Quiero reír por lo que dice. Pero me contengo.

Quien en su sano juicio no querría dormir en la misma cama con esta mujer. Más cuando se ve tan hermosa con ese pijama y esa mirada llena de inocencia que a la vez tiene un toque de sensualidad.

¡CARAJO!

Siento un cosquilleo y se exactamente lo que quiero, pero no puedo, no cuando ella no está de acuerdo.

-No puedo -Digo y ella me ve asombrada. Tal vez crea que estoy molesto y que por eso no puedo dormir con ella, pero lo que no sabe es que soy un maldito cobarde que no puede controlar sus impulsos.

Unidos Por Ti (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora