Le llenaba de alegría ver cómo sus estudiantes iban progresando en la realización del patronus, no cabía duda alguna de que enseñar era su verdadera profesión. Luego de terminar la clase, Albus recibió una notificación de la profesora McGonagall de que Newt Scamander se encontraba de visita en el colegio.
Se encargó de llevar a los estudiantes hacia un espacio abierto, cerca del bosque prohibido, que era donde Newt los esperaba para darles una conversación acerca de criaturas mágicas.
—Me da gusto verte de nuevo, Newt.
—El gusto es mío, profesor —el chico sonrió con esa timidez que siempre lo caracterizaba.
—Son todos tuyos —Dumbledore le dió palmadas en la espalda y se apartó para ser espectador.
De abajo del abrigo de Newt se dejó ver una criatura bastante curiosa, que parecía tener el pico de un pato. En seguida él lo tomó en sus manos.
—Parece que este amiguito quiere ser parte de esto. El es un escarbato y algo muy peculiar de esta criatura es que le llaman la atención las cosas brillantes, como lo son las joyas. Así que les aconsejo que si traen algo parecido, lo cuiden muy bien.
Mientras tanto, Dumbledore seguía observando con una pequeña sonrisa en su rostro a la vez que le invadían recuerdos de su ex alumno en Hogwarts. Le parecía un mago bastante excepcional y lo que más admiraba de él, es que no buscaba la popularidad y el poder. Al ser ya un adulto maduro, por fin había entendido que lo más importante en la vida son el amor, tanto a uno mismo, como a quienes nos rodean y a ayudar. Ya no era el mismo joven que deseaba el poder y las afamadas reliquias de la muerte.
—Profesor —aquella voz sacó a Dumbledore de sus pensamientos, a su vez que se dió cuenta que Newt había terminado con los alumnos.
—¿Qué ocurre?
—Necesito hablar con usted.
—Por supuesto. ¿Quieres una taza de té?
—Sí, con azúcar de preferencia. Y cuidado con este amiguito —hizo referencia al escarbato—, esconde las cucharas finas.
Ambos se dirigieron dentro del castillo, así por fin llegando al despacho de Dumbledore, dónde este preparó dos tazas de té y tomaron asiento.
—¿Sobre qué quieres hablar?
—Es sobre Grindelwald —el chico dió un sorbo a su taza de té y enseguida salió tímidamente Picket, del bolsillo de su saco—. En realidad es sobre un objeto en específico —sacó a la vista el objeto donde se guardaba el pacto de sangre.
—¿Cómo lo obtuviste? —preguntó el profesor sorprendido, mientras miraba aquel objeto que no veía hace años.
Newt solo se limitó a sonreír con timidez a la vez que dejaba ver al escarbato. Albus sonrió a tal acto.
—Descubrí que Grindelwald está aquí de nuevo en Inglaterra y así lo conseguimos. Pero también se rumorea que pronto convocará una reunión con todos sus seguidores.
—Si eso sucede, dile a Theseus que no lo impida.
El chico asintió y entregó el pacto de sangre a Dumbledore.
—¿Lo destruirá?
—Tal vez —dijo mientras observaba el objeto con cierta nostalgia.
Segundos más tarde se escuchó que cayeron al suelo varias cosas, era el escarbato haciendo de las suyas otra vez y Newt acudió enseguida a atraparlo.
—Lo siento, profesor —mencionó apenado a la vez que ponía a la criatura de cabeza, dejando caer los objetos que había guardado.
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The Promise «Grindeldore»
FanficAlbus Dumbledore y Gellert Grindelwald, dos jóvenes magos muy poderosos que se hacen muy unidos, con el propósito de que los muggles dejen de tener poder sobre los magos, pero de ahí ambos llevan sus sentimientos más allá de una simple amistad. Sin...