Después de llorar por horas sobre la cama tuve la fuerza para levantarme y llamar a mis padres, me sentía muy avergonzada, pero yo no tenia culpa de nada. Fue ese hombre que irrumpió en mi hogar y en mi cuerpo.
Tomé el teléfono, para ingresar el número, mi corazón parecía que estallaría con cada sonido de marcar en mis oídos.
−H-hola M-mamá−sollocé.
−Hola, por el momento no puedo responder, intenta más tarde, besos.
Lancé una maldición al escuchar la grabación, intenté unas cuantas veces más con ella y después con mi padre, pero ninguno se dignaba a contestar, debían estar pasándosela en grande mientras que ella vivía un infierno. Solo podía confiar en una persona para ayudarme, Ino siempre estaría ahí para mí.
− ¡Sakura! ¡Abre la maldita puerta! −di una pequeño salto al escuchar la voz de mejor amiga.
Tomé lo primero que encontré en el closet y corrí escaleras abajo, lo único que deseaba era ser arrullada en sus brazos. A penas abrí la puerta me lancé sobre ella, pero fue recibida por un gran empujón seguido de una cachetada que terminó por dejarme en el suelo.
−Ino...−susurré tocando mi mejilla. El sabor metálico me indicaba que rompió mi labio de paso.
−Perra asquerosa, creí que éramos amigas−gruñó.
− ¿Qué sucede?−Intenté levantarme, sin embargo dio otro golpe que volvió a dejarme en el piso.
−Siempre fuiste una mosca muerta, al fin sacaste las garras, traidora.
−No sé de qué hablas−Susurré, por el rabillo del ojos observé otro golpe dirigirse a mi rostro, que esta vez detuve, no permitiría más abuso de su parte− ¡Basta! No entiendo nada de lo que dices.
Me levanté para encararla, tal vez solo era un gran malentendido. Ino siempre fue intensa a la hora de demostrar su malestar.
− ¡Te vi maldición! ¡Te vi en la cama de novio! −gritó tan fuerte que mi piel se erizó.
−Ino, estás mal yo nunca te haría algo así, ni siquiera he visto a Sai desde tu cumpleaños.
− ¡Cállate! Como te atreves a negarlo−Sollozó ahogándose en sus lágrimas, nunca había visto así a Ino. −Nadie me contó nada, yo los vi, revolcándose en su cama.
Todo era tan extraño que comencé a sentirme mareada.
−Yo...−balbuceé −Te juro que no hice tal cosa, no era yo, tienes que creerme.
−No sé como pude ser amiga de alguien como tu−escupió−No quiero volver a verte, ni pienses en buscarme, tu y ese bastardo no existen para mí.
El sonido fuerte de la puerta cerrándose me hizo sobresaltar, ¿Cuánto tiempo me había quedado paralizada en mi lugar? ¿Cómo paso todo esto? ¿Quién se daría el tiempo de hacerse pasar por mí? ¿Por qué nos hacían esto?
Sin mis padres y con Ino creyéndome una traidora, solo podía confiar en Naruto, él siempre estaba para ella en los momentos más difíciles, cuando sentía que el mundo caería sobre su cabeza, el rubio hiperactivo alegraba mis días.
Subí otra vez mi cuarto por mi teléfono y de paso revisé si mis padres habían devuelto la llamada, para mi desgracia no era así. Sin más dilataciones llamé a Naruto, esperé hasta que el buzón de voz salió y repetí la acción, a la tercera vez pude escuchar la voz aniñada de mi amigo, sin embargo, noté que algo andaba mal.
−Sakura, no creí que me llamarías.
−Naruto, me alegro tanto escucharte, necesito verte, por favor ven a mi casa−supliqué.
−No lo creo, Sakura, no quiero verte...por menos por ahora.
La sangre se me congeló en las venas al escuchar aquello, esto era una pesadilla, debía serlo.
−N-naruto, ¿Qué dices? Por favor, un chico...−el nudo en mi garganta no me dejó continuar.
−Ya lo sé.
− ¿Qué? ¿Cómo lo sabes? −
−Sakura ¿estás drogada o algo...? Revisa nuestra ultima conversación, ahora necesito pensar...Te amo...
− ¡Espera!−exclamé, pero ya había cortado la llamada, quise volver a contactarme con él, pero sonaba apagado.
Sin más que hacer abrí nuestra última conversación en WhatsApp, recordaba que habíamos hablado de temas de universidad, pero en vez de eso habia un video, un video enviado por mí. Las manos me temblaron tanto que el teléfono casi cae de mis manos, al ver las imágenes, éramos Sasuke y yo haciéndolo. Sentí furia, ese maldito animal. Ahora no solo quería denunciarlo, también le arrancaría la cabeza.
"Dile a Naruto lo mucho que te gustó"
− ¿Qué?
No recordaba eso. De hecho, no recordaba nada entre después del sexo y despertar en la mañana. Me vi reír y levantarme para mirar a la cámara.
"Esto te perdiste por cobarde"
No lo podía creer, que habia hecho, sin duda era yo, ahora hasta consideraba las palabras de Ino.
− ¿Qué me hiciste?
Otra vez me sentía sofocada, sin Naruto a mi lado, mi vida no tenia sentido, él era mi primer amor, mi único amor, aun sufría al verlo de la mano con Hinata, pero entendí que él no me correspondía.
Golpeé mi rostro, no dejaría las cosas así, ese idiota cavó su propia tumba al grabar su delito, ahora tenia pruebas de su atrevimiento. Tomé una de bolsas y salí con rumbo a la comisaria, con un poco de suerte aun habría rastros de alguna droga en su sistema. No podía creer que el fuera un extraterrestre, todo debió ser efecto de algún alucinógeno como la escopolamina o algo así.
...
−Quiero hacer una denuncia por violación−al mencionar aquello el oficial me llevó con una mujer que paso a tomar mi declaración.
−Muy bien querida, ahora un medico tomará algunas muestras sanguíneas y ginecológicas para las pruebas. Eres muy valiente−la mujer sonrió haciendo que más lagrimas nublaran mi vista.
−Gracias por creerme.
...
Después de cuatro horas de toma de muestras y análisis me encontraba otra vez la mujer que tomó mi declaración y un hombre a su lado.
−Sakura, el es el Doctor Hatake, te hará algunas preguntas−introdujo la policía,
−Creí que ya estaba todo en mi declaración− comenté confundida.
−No temas pequeña, solo queremos ayudarte−el hombre hablaba con tal gentileza que terminé por ceder.
−Pregunte.
− ¿Están tus padre en casa?
−No, como declaré estarán fuera por unos días.
−Ya veo, me gustaría hablar con ellos acerca de tu situación.
−No necesita hacerlo−limpié mis lagrimas antes de seguir−A penas lleguen buscaremos ayuda.
−Me parece muy bien, sin embargo...creo que seria mejor si hablan conmigo primero.
− ¿A qué se refiere?
−Sakura−intervino la mujer−No haya ninguna droga en tu organismo, ningún vestigio siquiera, y en la muestra vaginal no habia nada tampoco.
−No, no, no−me exalté−Debe haber un error, ¡hagan las pruebas otra vez!
−Cálmate, pequeña−pidió el hombre de pelo gris.
−No puedo hacerlo, yo...−creí que me iba a desmayar−tengo un video.
Busqué entre mis cosas mi ultima carta, la prueba irrefutable que lo que decía era cierto. Finalmente, mis piernas cedieron, el video no estaba.
"Te lo dije, Sakura, es inútil"
Esa voz, eres tú, Sasuke.
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Escepticismo
Teen FictionEra consiente de que todo lo que pasaba desde hace dos meses era un delirio, me negaba a aceptar, siendo una persona racional y escéptica, que el hombre que me visitaba a diario, que tocaba mi cuerpo día tras día fuera una mera alucinación.