Oh no! (JeongChan / ChanIn SKZ)

The end.

Luego de terminar de comer, Jeongin decidió ir a su habitación con el alfa, recibiendo algunas miradas por parte de sus hermanos. Una vez estuvieron dentro, Chan soltó un suave "Wow."

—Rosa por todas partes, cierto?— río el omega, tirandose a la cama.

—Un poco.—

—Ven, siéntate. En confianza, hyung.— Chan asintió y se sentó en la cama del menor, notando lo cómoda que era esta.

JeongIn iba a preguntar sobre su familia, si aveces lograba pasar tiempo con ellos, pero luego recordó que esta vivía en Australia. Lo sabía por una página que se dedicaba a recolectar datos del mayor.

¿Que? No era su culpa ser su fan.

Se acercó al alfa y se sentó ahorcadas en su regazo.

—Te extrañare mucho, hyung.— murmuró, abrazándolo.

—Y yo a ti, Innie.— JeongIn ocultó su rostro en el cuello del alfa, justo en la fuente de su amizcle.

Chan colocó sus brazos alrededor de la cintura del menor protectivamente. JeongIn se sentía seguro, sabía que podía confiar en el australiano.

—Duerme aquí.— Dijo en un tono adormecido.

—No puedo, bebé. Debo pasar por JiSung y ChangBin.— susurró, dejando un beso en la clavícula del menor.

—Mmm.— respondió, un poco triste.

—JeongIn...—

—¿Hmm?— sus ojitos estaban cerrados.

—Te quiero.— Innie abrió sus ojos como platos, pero miro al mayor fijamente. Notando su seriedad en sus palabras.

—Y yo a ti, hyung.—

—//—

Ambos se quedaron dormidos luego de un rato, Chan despertando abruptamente luego de recordar lo que tenía que hacer.

—Mierda.— maldijo bajo al ver la hora en su celular, y notando que afuera estaba completamente oscuro. Miro a su lado, el omega estaba dormido. Sus labios estaban semi abiertos, su cabello cubría sus ojitos.

—I love you.— dejo un beso en su frente, su alfa aullaba en su interior, pidiéndole al mayor quedarse con el menor. Chan dejó un beso en sus labios ahora, su alfa pidiendo por mas.

Tomó sus cosas y fue hacia la puerta de la habitación, abriendo esta con cautela y cerrándola detrás de si. Con cuidado de no despertar a nadie, salió de la bonita casa, su corazón palpitaba desenfrenadamente.

Fue a su auto y entró en este, encendiéndolo. Mordía su labio inferior, intentando no llorar de la frustración. Respiro profundo y aceleró, dejando aquellos pensamientos atrás.

Minutos después llegó al estudio, donde se encontraban los menores. Toco la bocina varias veces y ahí los vio con sus maletas y algunas cosas más.

—Hasta que llegas, hombre.— hablo ChangBin, colocando las cosas en el baúl del auto.

—Si, pensábamos que nos ibas a dejar plantados.— dijo JiSung.

—Lo siento, me quede dormido.— hablo el alfa, ayudándolos a ambos.

Una vez terminaron, los tres entraron al auto.

—¿Y JeongIn?— preguntó Jisung, interesado.

—En su casa.— susurró el alfa, conduciendo hacia el hotel.