Hᥲყᥣᥱყ Evᥲᥒs ყ ᥱᥣ Amor Prohιbιdo #2

Capítulo 15

Ya por fin me había recuperado de lo que pasó esa noche en el sauce.

Lily y yo nos pasamos el día juntas estudiando en la biblioteca hasta que la profesora Mcgonagall apareció.

-Señoritas, acompañadme al despacho del director -habló seria.

Lily y yo nos miramos preocupadas y pensando qué habíamos hecho para que nos llevaran allí y para que Mcgonagall estuviera tan seria. Recogimos nuestras cosas y seguimos a la profesora por los pasillos. Al llegar nos paramos en frente.

-Ariana -pronunció Mcgonagall y acto seguido la escalera apareció por lo que las tres subimos hasta el despacho.

-Buenas tardes señoritas Evans, tenemos una mala noticia para vosotras -empezó diciendo el profesor mirándonos por encima de su gafas -. Vuestro padre está enfermo y me temo que tendréis que ir unos días para ayudar a vuestra madre.

Lily y yo nos miramos asustadas pero el profesor prosiguió.

-No os asustéis, seguro que se recupera, pero en la carta dice que vuestra madre no puede estar mucho porque tiene trabajo y que vuestra hermana casi nunca está en casa. En cuanto se recupere regresareis, ahora tenéis permiso de hacer las maletas e iros. La profesora Mcgonagall os acompañará -dijo sereno.

Las dos asentimos nerviosas y en cuanto salimos del despacho, fuimos rápido a la Sala Común de Gryffindor para hacer las maletas.

Llegamos al séptimo piso y nos paramos delante de la Dama Gorda.

-Contraseña.

-Godric Gryffindor -dije y nos metimos por el cuadro.

La contraseña no era la mejor que hemos tenido pero a nadie se le ocurriría decir algo tan simple si querían entrar.

-¿A dónde vais tan rápido? -Sirius se había plantado delante de nosotras cortándonos el paso.

-No tenemos tiempo Black -estaba cabreada con él todavía por lo de aquella noche.

Sirius se calló y nosotras fuimos a preparar las maletas para irnos.

-Nuestro padre está enfermo y tenemos que ir a ayudar -explicó Lily.

Salimos de allí Mcgonagall nos esperaba. Nos acompañó hasta el tren y fuimos todo el camino pensando en la familia.

-¿Crees que será algo grave? -preguntó Lily preocupada.

-Si nos mandan a nosotras a cuidarle no lo creo, sino mandarían a un médico, ¿no? -contesté mirando por la ventana.

Por fin llegamos llegamos a casa y allí estaba Petunia.

-Menos mal, yo tengo cosas que hacer, así que toma -me dio un papel -. Son las medicinas que tiene que tomar y que no tenemos, compralas. Y tú Lily cuidame.

Sin siquiera dejar os replicar ella se marchó de allí. Nuestro padre estaba tumbado en la cama de su cuarto con una cara horrible, se encontraba dormido así que me despedí de Lily y fui a buscar las medicinas a la farmacia.

Compré las medicinas pero había una que no entendía la letra de Petunia y me puse nerviosa porque el señor estaba esperando a que le dijera.

-Disculpe es que mi hermana tiene una letra horrible -me desesperé.

-Dejame ayudarte -un chico se acercó y a mí sonriendo y me sonrojé.

Le dijo lo que ponía al señor y me giró hacia mi.

-Me llamo Tobías Caba -me dio la mano y se la estreché.

-Un placer, yo soy Hayley Evans -sonreí.

-El placer es todo mío -me miró mientras pagaba y agarraba la bolsa -. Llevas bastantes medicinas.

-Oh si, es que mi padre está enfermo y tenemos que cuidarle, me dieron un permiso en la escuela para poder ayudar.

-¿Y en dónde estudias?

-Es una escuela privada fuera de aquí y tiene un nombre difícil de pronunciar así que -reí.

-Yo tendría que estar en clases, pero hay una chica loca que no para de perseguirme. ¿Te gustaría quedar en la noche?

-Le preguntaré a mi hermana sí no le importaría quedarse con nuestro padre por un rato y te diré.

-Genial aquí está mi teléfono -sacó un papel y un lápiz de su mochila y me entregó el papel con su número.

Nos despedimos y fui rápidamente hacia allí.

-Papá se ha puesto peor, démosle el medicamento -se apresuró Lily.

Le dimos el medicamento y pasado el tiempo no hizo efecto así que llamamos al hospital y nos llevaron allí en ambulancia.

Mi madre llegó corriendo justo cuando el doctor salía de la habitación para darnos la mala noticia.

-Lo siento chicas.

Las tres lloramos abrazadas y nos quedamos allí. Yo llamé a Tobías.

-Tobías, lo siento, no puedo quedar, quedamos otro día -colgué antes de que pudiera contestar.

Después del funeral de mi padre, Lily y yo tuvimos que volver a Hogwarts.