II. Listen to Your Heart- Capítulo 3

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Disclaimer:

Los personajes de CC y SS no me pertenecen, si no a sus respectivos autores y a quienes hayan pagado derechos sobre los mismos. De ser míos, bueno Terry y Candy se habrían quedado juntos y felices y en SS, otra cosa sería X-D

Míos son los demás personajes, así como la historia aquí narrada; basada en el anime de Candy Candy, y que tiene ciertas modificaciones que me eran necesarias. Obvio la canción que inspiró esta historia tampoco es mía, sólo fue, como es usual en mí, una maravillosa inspiración.

No tengo fines de lucro, es sólo para pasar un buen rato y tener otro terryfic.

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...

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Las primeras luces del amanecer se colaron por la ventana de Terry... Él llevaba un rato despierto, pensando en qué le diría a Candy cuando la tuviera de frente, "Si es que acepta verte" se dijo a sí mismo, un poco tenso. Desechando esa idea de su cabeza, se levantó pues ya incluso le dolía la espalda de estar acostado sin descansar. Su amiga ojiverde le había asegurado que la señorita pecas estaba soltera, y más allá, aseguraba que estaba esperando que él la buscara.

-Veremos qué sucede

Le habló a su reflejo en el espejo del baño, en donde terminaba de acicalarse. Una vez que terminó, se dirigió a su chaqueta y sacó su inseparable y querida armónica; la observó y acarició lentamente, recordando cuando Candice se la obsequiara. Sin quererlo una tímida sonrisa se adueñó de sus labios... todavía no se atrevía a tocarla otra vez.

Entonces llegó a sus oídos el repiqueteo de una notificación de su celular. Se quedó frío, quieto, sintiendo que el corazón se le desbocaba en el pecho y su estómago daba un par de vueltas dentro suyo. Tomó aire un par de veces antes de agarrar el aparato y mirar si el mensaje era de ella. Arqueó una ceja y rodó los ojos, eran las insufribles noticias de un servicio que él jamás contrató y del que no lograba deshacerse. Bufó enojado, e iba a lanzar el aparatejo a la cama, cuando otra alerta lo detuvo - ¡¿Otra vez?! – soltó pensando en las necias noticias, pero el remitente en su pantalla era otro, "Señorita pecas". ¡Ahora sí que por poco se le caía el teléfono! Con el alma en un hilo abrió el mensaje y lo leyó, con ojos trémulos

'¿T.G.G.? Si es una broma, es de muy mal gusto', versaba el texto.

-¡Claro! -exclamó- ¡Serás tonto Grandchester! –Se recriminó–. Candy NO tiene tu número y bien tiene razón en dudar de unas iniciales

Rápidamente cayó en cuenta de que necesitaba demostrar que era él, diciendo algo que solamente ellos dos supieran, así que tecleó velozmente.

'¿Crees que bromearía con algo así mona pecas? Firma Mocoso engreído', y esperó.

...

Candy se había quedado sin habla, muy quieta y sin saber qué hacer. Esperó tanto que él la llamara, que él apareciera... Anheló días y noches enteros saber de él, que estuviera bien. Rezó y rezó por su felicidad; y, secretamente, añoraba que él volviera con ella.

I dont know where you're going, and I don't know why...

Él había desaparecido, había dejado la obra y a Susana; la enfermera se preguntaba una y otra vez la razón, y en dónde estaría...

-¿Fue porque rompimos? –Quería saber. Sin embargo, seguía pensando que había hecho lo que debía al apartarse, y aún con el alma destrozada, creía que debía seguir alejada.

Ahora estaba ahí; con un narciso y un par de mensajes de Él, ¡la estaba buscando! ¿Para qué?... Nada ha cambiado en mí, decía su texto.

II. Listen To Your HeartWhere stories live. Discover now