Disclaimer:
Los personajes de CC y SS no me pertenecen, si no a sus respectivos autores y a quienes hayan pagado derechos sobre los mismos. De ser míos, bueno Terry y Candy se habrían quedado juntos y felices y en SS, otra cosa sería X-D
Míos son los demás personajes, así como la historia aquí narrada; basada en el anime de Candy Candy, y que tiene ciertas modificaciones que me eran necesarias. Obvio la canción que inspiró esta historia tampoco es mía, sólo fue, como es usual en mí, una maravillosa inspiración.
No tengo fines de lucro, es sólo para pasar un buen rato y tener otro terryfic.
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La mañana los encontró durmiendo apaciblemente, abrazados uno frente al otro... Terry se rehusaba a abrir los ojos, un aroma a flores y cítricos inundaba sus sentidos y sentía un cosquilleo en la nariz que era provocado por un suave mechón de cabello... sentía bajo su mano el contorno de una suave y firme forma.
-Dios, si estoy soñando no permitas que despierte –susurró él...
La figura bajo su brazo se removió un poco y un ligero sonido, como ronroneo, alcanzó sus oídos... con eso se espabiló y permitió que la luz del sol atravesara sus espesas pestañas, colándose a saludar a los zafiros más azules y brillantes que hubiese admirado nunca.
No, no estaba soñando, ella realmente estaba ahí... se habían encontrado la tarde anterior... Candy estaba dormida con él, la cubrían únicamente su cabello y las cobijas y él estaba embobado admirándola. Pasó sus dedos por la piel desnuda de un muy blanco brazo de la rubia...
Entonces ella despertó y abrió perezosamente los ojos. ¡Dios! Mirar al despertar ese cabello castaño alborotado y los imposibles azules de él era un milagro, uno que creyó imposible... ¡la visión más sublime que sus ojos miraran jamás! ¿Cómo pudo pasar tanto tiempo sin él? Lo ignoraba, ahora todo ese pasado y ese dolor eran como un sueño lejano; una pesadilla de la cual despertaba, ¡y de qué manera!
-Buenos días pecosa –saludó el británico, besando delicadamente los rosados labios de la chica y rozando su nariz con la pequeña de ella.
-Buenos días –contestó la enfermera correspondiendo las tenues caricias, pero estremeciéndose ante el toque ardiente del joven.
Se sonrieron primero con dulzura, perdieron las esmeraldas en los zafiros... y después empezaron a reír como dos chiquillos que acabaran de recibir su obsequio esperado en Navidad. Terry tomó del brazo a la chica y la jaló para que quedara sobre él, apresándola por la cintura y dedicándose a besarla lento, gozosamente; delineando la pequeña boca con la propia, acariciando los labios con los suyos y deslizando ligeramente la punta de la lengua en la suave y delicada piel...
Candy correspondió de inmediato mientras acariciaba el cabello de él... pronto el beso incrementó la intensidad y la rubia ya estaba frotando su pecho desnudo contra el del inglés, que sintió despertar sus instintos nuevamente y estaba acariciando la espalda de la enfermera, hasta donde sus manos alcanzaban...
Pero la vida decide ser bastante traviesa a veces, por lo que en el preciso momento en que él iba a juguetear con la parte donde la espalda de ella termina, la alarma empezó a sonar.
-¡Maldición! –exclamó Terrence, ofuscado a más no poder por tener que dejar su muy placentera labor.
-¿Qué sucede? –Alcanzó a preguntar la rubia, que seguía perdida en su ensoñación y no caía en cuenta de que era día laborable para el pobre aristócrata.
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II. Listen To Your Heart
FanfictionTerry por fin se ha liberado de la culpa que lo agobiaba luego del accidente de Susana, y ahora está dispuesto a todo para recuperar a la pecosa enfermera, incluso haciendo equipo con algunos cómplices inesperados... La pregunta es ¿Cómo convencerán...