Disclaimer:
Los personajes de CC y SS no me pertenecen, si no a sus respectivos autores y a quienes hayan pagado derechos sobre los mismos. De ser míos, bueno Terry y Candy se habrían quedado juntos y felices y en SS, otra cosa sería X-D
Míos son los demás personajes, así como la historia aquí narrada; basada en el anime de Candy Candy, y que tiene ciertas modificaciones que me eran necesarias. Obvio la canción que inspiró esta historia tampoco es mía, sólo fue, como es usual en mí, una maravillosa inspiración.
No tengo fines de lucro, es sólo para pasar un buen rato y tener otro terryfic.
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-Ya te he dicho que no Albert. Aprecio mucho tus atenciones y la invitación que me hicieron desde el inicio tus sobrinos, pero con el avión es suficiente; llevo ya más de un par de meses usándolo para ir y venir casi cada fin de semana –decía un muy firme Terry al teléfono.
Y es que estaba hablando con el rubio, quien nuevamente intentaba convencerlo de quedarse (como había dicho originalmente que haría), en la mansión Andley de Chicago. Sí, él había aceptado la invitación de sus primos políticos; sobre todo por la insistencia de Candy, pero se lo había pensado mejor y al final hizo lo que le dio la gana y fue a hospedarse a un hotel cada vez que viajaba a la ciudad de los vientos. Por supuesto que tanto los Cornwell como Candice, y ahora su cuñado-suegro, habían protestado por su decisión (y descortesía, según Archie); pero él se había mantenido firme.
-¿Puedo saber la razón por la cual declinaste Terrence? Ahí estarías muy cómodo, ¡ahora también es tu casa por Dios! Si acaso es porque no terminas de llevarte bien con Archibald, te aseguro que es un buen chico y...
El británico ya casi perdía las dos últimas rayitas de paciencia que le quedaban, si no fuera porque con quien charlaba era nada menos que William Albert Andley, su suegro, amén de patriarca de una de las familias más poderosas de América y Escocia; haría rato que habría cortado la comunicación sin importarle nada en absoluto. Rodó los ojos antes de interrumpir...
-No es por él; de hecho aunque sea un quisquilloso, es francamente agradable si lo comparamos con tus "otros" sobrinos... -dijo, con su característico deje de ironía.
-¿Te refieres a...?
-Sí, a la rata cobarde de Neal, y la Taipan* de Eliza. –Apuntó él, enérgicamente–. Y si le agregas a la muy "dulce" de tu tía Elroy... no gracias. Me conoces Albert, prefiero estar por mi cuenta.
Terry escuchó un suspiro del otro lado de la línea; el patriarca de los Andley tenía que reconocer que en este punto, su amigo y yerno inglés tenía toda la razón.
**Flashback**
Era la víspera de Navidad y Albert por fin había vuelto de su más reciente viaje de negocios para pasar las festividades en familia, y de paso, tener esa charla pendiente con su hija y prometido; además de hacer oficial el compromiso. Aunque bien sabía que esos dos no necesitaban de formalidades y que ya estaban más que "oficializados", (la rubia lucía orgullosa y emocionada como nunca antes su anillo de compromiso); sospechaba que Terry ya le había pedido más que solamente la "mano" a Candy, y que ella sin dudar había aceptado. Desechó las imágenes mentales que le habían llegado a la cabeza con esa idea y mejor le dio un sorbo a su café. Estaba en su despacho, esperando que ambos jóvenes llegaran.
Un par de discretos golpes se dejaron escuchar en la alta puerta de roble, dando paso a George luego de escuchar el "adelante" en la firme voz de Albert.
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II. Listen To Your Heart
FanficTerry por fin se ha liberado de la culpa que lo agobiaba luego del accidente de Susana, y ahora está dispuesto a todo para recuperar a la pecosa enfermera, incluso haciendo equipo con algunos cómplices inesperados... La pregunta es ¿Cómo convencerán...