Sus bocas estaban hinchadas y mojadas por completo, rojas pero imparables a pesar de que podían sentirlas punzar. Era adictivo, sin duda alguna. La lengua de JungKook tenía los movimientos más sensuales que TaeHyung alguna vez hubiera probado, era hipnotizante.
Y TaeHyung ya se encontraba encima del regazo de JungKook, este apoyando su espalda en el respaldo de la cama y con los pantalones aún puestos. No podía más, necesitaba liberarse y no solo de la ropa, sino también de su dolorosa erección.
Porque TaeHyung no se estaba quieto encima suyo, claro que no. Y para colmo, estaba completamente desnudo. JungKook no tenía idea de cómo es que no había perdido la cordura ya con todo lo que estaba sucediendo. Su mente y voluntad eran de oro.
Pero sus manos no podían detenerse y estaban recorriendo toda la extensión de las preciosas, acaneladas, tonificadas piernas de TaeHyung. Estás impulsaban al mayor sobre JungKook, hacia adelante y hacia atrás, una y otra vez. Y el pelinegro colaboraba con el movimiento, adorando la estimulación sobre su propia erección necesitada.
TaeHyung tenía sus manos sobre el fuerte pecho de JungKook, apretando con sus largos dedos como acto reflejo y aferrándose a veces a sus anchos hombros para moverse sobre el chico. Recorrió con sus dedos hasta su abdomen, delineando sus perfectamente tonificados abdominales.
TaeHyung no estaba así de formado por lejos. Solo sabía que tenía unas fuertes piernas por lo mucho que caminaba cuando salía a pasear algunos perros en su tiempo libre los fines de semana. Pero nunca había ido al gimnasio ni trabajado su cuerpo para crear músculo. Amaba como JungKook se veía así, no podía negarlo.
Bajó un poco más aún con sus manos, hasta alcanzar la cinturilla de sus pantalones. Dios, JungKook usaba comúnmente pantalones ajustados cuando no tenía puesto el uniforme del colegio y mierda, le quedaban de maravilla. Uno podía imaginarse bastante bien lo que ocultaban debajo.
Quitó el botón y bajó con rapidez la cremallera, como si ya lo hubiera hecho varias veces antes. JungKook levantó ambos cuerpos con sus fuertes piernas y dejó que TaeHyung quitara los pantalones un poco hacia abajo. Sacó la erección de JungKook de dentro de los boxers negros y la acarició con sus dedos, fascinado ante la textura.
Se alejó de la boca del menor y cuando este quiso inclinar su torso para buscar sus labios, fue empujado de vuelta contra el respaldo de la cama. TaeHyung bajó un poco hasta sentarse sobre las piernas del menor y llevó su boca a la punta del glande de JungKook, pasando su lengua y haciendo un poco de presión con ella.
JungKook apretó los dientes y levantó su pelvis levemente a la vez que contraía su abdomen. TaeHyung tomó la punta en su boca y chupó un poco, justo como si fuera una paleta. El gruñido de JungKook resonó en su pecho, muy profundo y demasiado sexy. TaeHyung rodó los ojos de placer y volvió a chupar y mover su lengua sobre la erección solo para obtener la misma respuesta por parte del menor.
Un poco más fuerte y tenía las venosas manos de JungKook sobre su cabellera, empujándolo levemente para que no perdiera el ritmo. Pero JungKook no era muy pequeño y tener que mantenerlo en la boca había cansado los músculos del rostro de TaeHyung, por lo que abandonó la erección un momento después, subiendo de nuevo a la boca del menor. Limpió antes un poco de su propia saliva que se escapaba debajo de su boca y en sus mejillas.
–Necesito el lubricante otra vez, bebé. No sé dónde está ahora. –JungKook murmuró entre el beso, acariciando y apretando los muslos de su hyung.
TaeHyung se alejó un poco, dejando un par de besos sonoros en los labios de JungKook y levantándose de su regazo. Recordó que nunca se había preparado pero JiMin le había dicho que era muy importante la lubricación en el sexo, casi tanto como la protección, aunque generalmente no se hablara de ello.
Abrió el segundo cajón de su mesa de noche, buscando entre papeles y algunos productos de cuidado personal hasta que dió con el pequeño frasco. La etiqueta decía que era de sabor durazno y que ayudaba a que no fuera tan terrible el dolor, básicamente. Sí lo había leído cuando lo compró.
Cerró el cajón y volvió a moverse encima de JungKook, tan naturalmente que hasta él mismo se sorprendió. El menor lo observó mientras quitaba el platico de seguridad antes de entregarle el frasco en una de sus manos. JungKook sonrió como si quisiera comerse a TaeHyung ahí mismo, así que lo hizo.
Mientras volvían a besarse como dos locos, entre sábanas y sudor, JungKook volvió a estirar las paredes de TaeHyung y aunque ya estaba bastante dilatado, el tercero volvió a dolerle como la primera vez. Escondiendo su rostro en el cuello del menor, TaeHyung se movía levemente sobre los dedos en su culo mientras murmuraba cosas ininteligibles, otra vez sintiendo la excitación en su cuerpo.
–Ya b-basta... –Se pudo entender, y JungKook no necesitó nada más que eso.
–Quiero que sea así, estoy limpio. –JungKook le habló cuando ya volvían a verse a los ojos, con TaeHyung sentado sobre sus piernas. –Hablo del preservativo. Prefiero sentirlo así, hyung. –Aclaró.
TaeHyung asintió repetidamente, porque definitivamente quería lo mismo. Las manos de JungKook en sus caderas y sus propias manos en los hombros del menor. JungKook ayudó a dirigir su pene a la entrada del castaño, mientras éste se deslizaba lentamente hacia abajo, con los ojos cerrados y el ceño fruncido.
–Hey, tranquilo pequeño. –JungKook notó la expresión y esto lo hizo entrar en razón a pesar de su excitación. –Despacio.
Acarició el miembro de TaeHyung para distraerlo del dolor hasta que pudo sentir los glúteos de este sobre sus muslos. TaeHyung respiró profundo varias veces y relajó todo lo posible su cuerpo; sabía que iba a ser doloroso pero también que tenía que tranquilizarse para disfrutarlo.
Unos minutos después, el castaño comenzó con movimientos circulares sobre el pene del menor, amando como podía sentirse tan lleno y sus paredes siendo estimuladas por completo. Apoyó sus manos en el pecho de JungKook para levantarse un poco y dejarse caer sobre él, gimiendo bajito.
JungKook lo ayudaba, tomando de toda su fuerza de voluntad para no acelerar y correrse dentro del mayor con fuerza. Estaba embobado. Su hyung era definitivamente lo más hermoso que hubiera visto y entregándose de esa forma a él, era una obra de arte. Se encontraba enamorado de todo lo que el mayor hacía, los pequeños sonidos, sus expresiones, sus movimientos sobre él.
Los movimientos se intensificaron cuando TaeHyung gritó justo cuando todo su punto y JungKook aprovechó para golpear repetidas veces en ese ángulo, haciendo que TaeHyung arqueara su espalda y se hiciera un mar de jadeos entrecortados. Era tan apretado, tan caliente, tan sofocante; JungKook se encontró corriendose dentro del mayor como si fuera su primer orgasmo en la vida.
TaeHyung pudo sentirlo, el líquido haciendo aún más fácil el movimiento en su entrada y acelerando, volvió a correrse sobre su abdomen, sin siquiera haber tocado su erección. Siguió empujando un poco con la fuerza de sus piernas hasta que no pudo más y cayó sobre un jadeante JungKook, sudado y con la piel en llamas.
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Leí que querían lemon ya, y a mí me encanta complacer. La verdad, no estoy conforme con lo que escribí pero quería actualizarles algo ya que no vine el sábado pasado
La cuestión es esta: la novela está llegando a su fin. He tenido la idea de hacer 30 capítulos (osea que habría uno más) y un epílogo algo más largo (2 o 3 mil palabras) como para cerrar la historia ya que aún quedan cosas algo raras (muchas alv). Pero eso es lo que tiene esta historia, no está muy planeada así que hay cosas que no concuerdan mucho :v
La pregunta del mes ahre: ¿que les gustaría que pase en el último capítulo? La verdad es que quiero que sean 30 porque es un número redondo y además tengo tiempo para escribir al momento. Hablen hablen
Y QUE PASEN MUY FELICES FIESTAS Y COMIENCEN UN EXCELENTE AÑO NUEVO, ya que no les voy a ver (leer) antes de eso
Xoxoxo
Fanny
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¡Estamos en la biblioteca! ♤KookV♤ 1st VERSION
FanficTaeHyung es uno de los chicos más estudiosos de todo el instituto por lo que no es sorpresa que esté en la biblioteca aún después de que su turno de clases ya haya terminado. Pero quien no se esperaría que estuviera allí, es Jeon JungKook: el fuckbo...