'UN PRÍNCIPE PARA MELISSA'

2º) - NUEVE AÑOS MÁS TARDE...

*2019. Cementerio de La Recoleta.Buenos Aires.Argentina.

La voz del cura apenas se escuchaba mientras daba el último responso ante el féretro de madera barnizada que iba a ser sepultado. Otoño parecía sentirse con mucha más

fuerza en las calles del enorme cementerio. El aire corría helado y húmedo en suaves ráfagas,moviendo las ropas de los familiares que vieron bajar lentamente el féretro

a las profundidades. Melissa se agachó para tomar un puñado de tierra arrojándola sobre la tapa del ataud. El sonido de la tierra la hizo estremecerse bajando los ojos

mientras recuperaba el equilibrio. Tras ella,sus tios repitieron su misma acción mientras el cura se retiraba en silencio dejándolos sólos. El enterrador se acercó a

la zona para continuar arrojando paletadas de húmeda y oscura tierra cubriendo el féretro. Mara,-muy parecida a su madre fisicamente,-se acercó a la muchacha de 19

años susurrando mientras la tomaba del brazo:

- Vámonos,cariño...Aquí ya no podemos hacer nada más. Por fín tu madre está descansando.

Melissa echó a andar junto a la hermana de su difunta madre. Los últimos cuatro años,habían sido demenciales. Todo comenzó cuando Emma,harta de sentir unas molestias

en el estómago,decidió acudir al médico. Los resultados de las pruebas fueron más que alarmantes.

- No me rendiré,-fue su respuesta deteniendo las lágrimas de su hija cuando Melissa sólo tenía 15 años,-Mucha gente suele curarse.No vamos a tirar la toalla sin haber

luchado.

Emma luchó durante cuatro años en los que Melissa pasó la secundaria y el bachillerato. Unas veces,ella conseguía frenar el avance de la enfermedad. Otras veces,era la

enfermedad quien ganaba un nuevo asalto.Pero Emma,seguía luchando. Fue consumiéndose poco a poco frente a su hija mientras vivían en la casa familiar junto a Mara,la

hermana menor de Emma,quien había dejado su casa y su familia para intentar echar una mano tanto a su sobrina como a su hermana enferma.El último año fue crucial.Emma

era casi un espíritu.Se sentía cansada a todas horas,demacrada,ojerosa. Cuando el médico la miró con la expresión de resignación pintada en los ojos,supo que toda su

lucha había terminado. Melissa,sabía que a su madre le quedaba poco tiempo. Aún así,ella no perdió aquella sonrisa triste.Aquella tarde lluviosa,Emma se encontraba

acostada en el sofá del salón viendo la tele,bien tapada por una manta. De pronto miró a su hija,-quien andaba doblando la ropa de la casa para colocarla más tarde en

los armarios,-y murmuró:

- Me sentiría más tranquila si me prometieras volver con tu padre,Meli chan...

Melissa miró a su madre completamente seria. Emma sonrió diciendo:

- Escúchame. No debes tenerle rencor a tu padre,Meli chan...Lo que ocurrió entre nosotros fue una decisión de dos. Algún día,conocerás toda la verdad. Pero aquí...No

te puedes quedar.

Melissa sabía a qué estaba refiriéndose su madre. Cuando el abuelo falleció,había dejado arreglado en su testamento que la casa familiar donde ellas vivían,no sería

vendida ya que Emma seguía soltera. La ley estipulaba que todo hijo soltero,tenía derecho a vivir en la casa familiar. Tanto Mara como el hermano mayor,Victor Vega,se