4º) - CRISPACIÓN

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Ninguno de ellos vió retirarse al joven becario hasta que éste cerró la puerta dejando a padre é hija mirándose estáticos en el salón. Para entonces,una sorda rabia

fue apoderándose del interior de Melissa. Frente a ella estaba el hombre por el cual su madre había decidido abandonar con ella Japón. Su padre no había movido un solo

dedo por recuperarla. Las manos de la muchacha se cerraron en el interior de los bolsillos de su cazadora hasta tal punto que ésta sintió cómo se le clavaban las uñas

en las palmas. Nobuhiko,no pudo evitar sonreir viendo los cabellos teñidos de su hija.Las ropas que vestía. Consideraba que aquello sería una etapa más que pasaría en

su vida. Dió un paso hacia ella con la intención de abrazarla,pero ésta lo detuvo exclamando de pronto:

- ¡No!. ¡Quédate donde estás!.

- Meli chan...

- ¿No crees que me debes una esplicación,'padre'?,-sentenció Melissa sacando las manos fuera de los bolsillos mientras añadía con ojos coléricos,-¡No viniste a buscarme

durante nueve largos años y ahora,tienes el descaro de hacerme venir a Japón!. ¡A ejercer de tu hija para convertirme en la única heredera de tu maldita empresa!.

- Tienes toda la razón,Meli chan...,-murmuró Nobuhiko añadiendo,-Pero considero que aún es pronto para darte la esplicación que mereces...

- ¡No necesito tu maldita esplicación!,-tronó la muchacha mientras añadía,-¿Acaso piensas que no estaba enterada de tu nueva vida sin nosotras?. ¡Te casaste con otra!.

¡Y dejaste que abandonásemos Japón porque sobrábamos en tu nueva vida!.¡No hay otra esplicación!.

- Meli chan,estás equivocada...,-empezó a decir éste siendo nuevamente silenciado por la muchacha quien exclamó:

- ¡Guárdate tus esplicaciones!. ¡Me quedaré aquí hasta cumplir los 21!. ¡La mayoría de edad japonesa!. ¡Y te guste ó no,cuando tenga la mayoría de edad,de nada servirán

tus malditas esplicaciones porque saldré por esa maldita puerta por la que ese estúpido 'intan' me ha traido para no volver junto a tí,jamás!.

Melissa tomó su maleta dirigiéndose al sirviente diciendo:

- ¿Dónde está mi habitación?.

Nobuhiko la vió subir la escalera sin mirarle siquiera. El hombre dejó escapar un largo suspiro mientras recordaba lo que Emma le había dicho: Su hija guardaba un gran

resentimiento hacia él por no saber qué había motivado aquella separación y posterior marcha a Argentina.

- Ella cree que yo las abandoné...,-murmuró,acercándose al sillón para sentarse, preso de un enorme cansancio mientras murmuraba:

- Intentaré ser paciente,Emma...Pero nuestra 'hime chan' ha crecido tanto,que apenas la conozco. Ya no es aquella niña a la que le contaba cuentos para que durmiera

feliz.

Arriba,en la habitación,Melissa volcaba su frustración llorando frente a una foto que había traido consigo desde Argentina.Una foto donde sonreía dejándose abrazar por

su madre,bajo una hermosa puesta de sol en una playa.

- Cuánta falta me haces,mamá...,-gimió apartándose una lágrima sentada en la cama con la maleta abierta.

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'UN PRÍNCIPE PARA MELISSA'Where stories live. Discover now