Siento como el piso tiembla con cada palabra que sale de sus labios, cavan tan profundo dentro de mi y de mis sentimientos, los que en este momento se encuentran congelados. No estoy molesta al menos no con ellos, sé perfectamente que no están haciendo esto para lastimarme sino por protegerme de la persona que está allá afuera tratando de meterse en mi vida o destruirla de la peor manera.
No contestó ni me muevo, solamente estoy sentada en la cocina escuchando todo lo que me dicen. Terminan esperando una reacción de mi parte el problema es que no sé cómo reaccionar. No quiero gritar, no a ellos; tampoco voy a llorar ¿qué gano haciéndolo?
Simplemente me mantengo en silencio. Aunque dentro de mí todo es distinto.
-¿Puedes decir algo? Por favor- Pide Vera quien se encuentra sentada en frente de mí, mientras mi madre está junto a mí.
Siento como un cuerpo se posiciona detrás de la silla agarrando mis hombros, brindándome todo su apoyo.
-No sé qué decir- Realmente.
En mi cabeza se empiezan a formular muchas preguntas. No niego que tengo demasiadas dudas, las tengo, pero nada me sale es como si todo se quisiera quedar en mi cabeza, no encuentro como enfrentarme a esto, no sé que debo hacer.
-Astrid sé que tienes preguntas y está bien que no quieras decirlas ahora pero di algo, lo que sea - Teo aprieta mis hombros mientras habla, este cabrón me conoce tan bien que me asusta.
-Esto apesta- Escucho una risa, volteo a ver a mi madre quien sonríe agarrando mis mejillas con cariño
-Apesta- Concuerda, sonrió viendo como al fin sus lágrimas han cesado un poco, me suelto de su agarre cuando una carpeta aparece en frente de mi.
-¿Qué es esto?- La señalo.
Vuelve el ambiente tenso entre ellos al dirigirse miradas, Teo aprieta un poco su agarre, sin mostrar intención de soltarme miró hacia arriba viendo como su ceño se ha fruncido, y su mandíbula se aprieta fuerte, suelta un suspiro cuando se da cuenta de que lo estoy viendo para empezar a hablar.
-Ahí vas a encontrar a tu mamá biológica- Abro los ojos lo más que puedo, sin embargo él no borra su expresión- Está toda su información en esa carpeta-
Volteo a verla agarrandola en mis manos las cuales no sé en que momento volvieron a temblar. Lo que muchas veces negué pero siempre estuvo en mi cabeza está aquí en mis manos a merced de lo que yo decida.
Siempre negué esto, saber de mis papas, saber de donde yo venía, como termine en ese contenedor; sinceramente yo no lo necesitaba, tenía absolutamente todo tanto materialmente como afectivamente. Nunca me faltaron amigos incondicionales, papás que darían todo por mi pero la pizca de duda siempre estuvo, simplemente yo no sentí que fuera importante.
Pero tener esta información aquí, el saber que va a cambiar mi vida hace que la duda gane. Yo necesito esto, quiero esto.
Siento las miradas de los tres sobre mi, esperando en silencio lo cual agradezco porque la verdad es que no se que hacer, de mi depende lo que vaya a pasar, de este momento dependen tantas cosas.
Suelto la carpeta y volteo para agarrar las manos de mi mamá quien se sorprende de mi acto, me ve confundida mostrando en sus ojos algo que yo jamas he visto en ella. Miedo. Le sonrió apretando lo más fuerte que puedo sus manos mostrandole que yo también lo siento.
-Necesito que hagamos esto juntas- Me muestra esa mirada suya que lo único que demuestra es amor.
-Por supuesto, siempre juntas-
Miro hacía arriba contemplando la hermosa y cariñosa sonrisa que Teo me regala, él asiente con la cabeza, volteo hacia Vera quien aunque haya estado llorando se encuentra un poco más tranquila me sonríe demostrando que ella también me apoya.
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Legalmente rota
Teen FictionAstrid. Una mujer linda, capaz, con una vida totalmente organizada. Cumpliendo su sueño por el que tanto a luchado. Pero una verdad, una que muy pocas personas sabían, se revela destruyendo todo su mundo. Temerosa y vulnerable seguirá adelante, porq...