Legalmente rota

cap. 3 "La verdad no me duele"

No puede ser. Son las 8:00 de la noche y lo único que quiero es descansar demasiado. Este día fue bastante largo, después de la plática con Alaric, tuve que ir a hablar con los padres,  programar citas, entre muchas otras tareas.

Una ves llego a mi departamento lo primero de lo que me doy cuenta es a mamá viendo GREY'S ANATOMY, el sueño de muchas mujeres Derek Christopher Shepherd.

-¡Shepherd te amo!- Bien creo que necesita una distraccion.

-Hola ma-  empiezo a caminar mientras me deshago de los zapatos, y me tiro encima de ella y como es costumbre, comenzó a acariciar mi cabello.

-¿Cómo te fue? ¿Es muy difícil su caso?- La verdad es un caso muy interesante.

-No, es raro. Hay muchas cosas que no encajan.- La miro esperando la señal.

-¿Me quieres contar?- Esa es la señal.

-Si insistes- Empecé a contarle todo lo que Alaric me dijo, ella me escuchaba atentamente pendiente de cada detalle.

                                ...

-Somos tres, Alexei, Lyra y yo. Todo empezó hace un año cuando yo le propuse a Lyra que sea mi novia. Las cosas iban bien, hasta que Alexei comenzo a comportarse raro. Me decía que no conocía bien a Lyra, que quizás solo era un capricho y no la quería- paró un momento, como si se estuviese transportando allí, y lo entiendo, por lo que sus padres me dijeron el y Alexei eran buenos amigos desde niños. Esto debe ser difícil

-¿Qué pasó después?- Me dedico una mirada dura, y creo que se deba a que aún no confía en mí. Claro que voy a tener que ganarme su confianza para poder saber que fue lo que realmente pasó.- Alaric, ¿Te puedo decir Alaric?- Él solo asintió con la cabeza.- Se que esto es difícil para ti. Creo que a sido todo por hoy, pero no  te preocupes tenemos tiempo. Mañana en la mañana vendré.- Él solo seguía mirándome. Doy la media vuelta para irme. Necesita espacio.

–¿Va a volver, verdad?-

Me di la vuelta y le dedique la primera  sonrisa que seguro él ha visto desde que llegó a este lugar. Después de todo solo era un chico de 19 años, encerrado y culpado por un delito que, no solo espero sino creo, él no es culpable.

-Por supuesto. Te lo dije, puedes confiar en mí.- Y con eso salí de hay directo a hablar con sus padres, necesito adelantar un poco este caso.

                                 ...

Una ves termino de narrale a mi madre lo sucedido me siento un poco mejor, la verdad es que no desearía estar en el lugar de Alaric, y con todo lo que debe estar sintiendo.

-¿Tu que crees?-

-Yo creo que él en realidad si la quería  pero no quiero sacar conclusiones ni nada por el estilo y confundirte- Necesito todas las versiones, para saber cómo es que hay un chico preso, otro en coma, y una embarazada- Sabes prefiero dejarlo hasta aquí por hoy ¿Te quieres quedar a dormir?- Ya era tarde y no me gusta la idea de que este sola en la noche.

-Esta bien. Solo por qué se que no te vas a quedar tranquila si no me quedo.- Sonrio, me paro y me encaminó a mi habitación, seguida por ella, ya que como no hay otra habitación, cuando se queda duerme conmigo.

Antes de acostarme tomé una ducha. Ya en mi cama mamá me abrazó, hace lo mismo desde que soy una niña, como si me protegiera de algo.

En la mañana no sé qué me despierta, el rico olor a café y los gritos de mamá.

-¡Astrid, hija ya levántate! ¡La vida te espera!- y con eso último salió, ¿LA VIDA TE ESPERA? ¿Enserio? Como toda una zombie me encaminó al baño a tomar una ducha de dos minutos, o dos horas.

Amo esta parte del día,  cuando decido que ponerme. Después de un largo rato me decido por una camisa holgada negra y un pantalón recto tiro alto negro. Por accesorios elegí tacones color crema y un collar color plata. Una vez lista, salgo rumbo a la cocina para desayunar y luego ir a hablar con Alaric.

-Bien ¿Quieres que te deje en casa?- Le digo a mamá, de todas formas la casa me queda de pasada.

-Si no te desvías mucho, sí- Empecé a comer, pero solo alcancé a dar un mordido porque sentí la mirada de mamá clavada en mi.

Levante la vista y en efectivo ella me estaba mirando

- ¿Que pasa? 

-Siempre me han llamado la atención tus ojos- ruedo los ojos porque este tema lo detesto y ella siempre quiere hablar sobre esto, cree que lo necesito.

Soy adoptada, mi mamá es estéril. Ella y papá siempre quisieron hijos, cuando mi mamá se enteró que no podía tenerlos quedó destrozada, entró en depresión. Un día mi papá empezó los trámites de adopción, estuvieron en lista de espera por tres años. De pronto, un 1 de Enero, mi tía llegó a casa con una bebé de ojos turquesa, de unos tres meses.

- Mamá te he dicho una y otra ves que este tema ya quedó en el pasado ¿si?

-Hija se que este tema no es tu favorito, pero desde que te conté no haz dicho ni una palabra sobre esto- Y era verdad había guardado todas mis dudas y opiniones solo para mí.

-No necesito saber cómo es que terminé en el basurero, mamá, con tan solo 3 meses de nacida, solo déjalo ya ¿si?.  Ahora vámonos o se me hará tarde –

Y con eso último fui a buscar mi bolso. La verdad es que este tema siempre me pone de mal humor, a pesar de que mi mamá solo intenta ayudar, no necesito esta charla.

Una ves dejé a mamá en casa me dispuse a ir directo a la cárcel. La verdad es que no quiero repetir el accidente con el licuado. Cuando llego hago el mismo procedimiento de ayer, lo que si me sorprende es que no nos dirigimos a las celdas.

-Disculpe, pero ¿Dónde está mi cliente?- El oficial me mira como si fuera un bicho raro, ¿Pero quién se cree?

-Es hora de visitas-  Y con esas palabras entramos a un salón con muchas mesas y personas hablando, abrazándose, o llorando.

A lo lejos, casi en una de las últimas mesas, veo a Alaric con dos hombres, no se ve muy cómodo que digamos, bueno ¿Quien lo estaría en este lugar?

-Señor Braam, su abogada está aquí.- con eso último el oficial se va. El primero en levantar la vista es Alaric, que al verme hace una mueca, eso dolió.

Los otros dos voltean mirándome de arriba abajo, esto es incómodo. No les presto mucha atención, hasta que reconozco una de las caras.

-Edmundo-  No sé si salió como pregunta o afirmación.