Después de ver como el pelirrojo se marchaba, Leonardo fue llamado a la oficina de su jefe y mientras se dirigía hacia haya se sentía culpable de como le hablo a su superior ya que esa no era su intención, solo deseaba acompañarlo pero al parecer en llegar a ser tan siquiera amigo del pelirrojo se veía mas lejos de su alcance que nunca.
Dio tres suaves toquidos a la puerta de madera hasta que la voz del castaño le permitió el acceso, entro y cerro la puerta tras de si para luego dirigirse a la silla frente al escritorio y tomar asiento; Donatello mantenía su mirada en las hojas que firmaba, centrándose a la vez en cada movimiento que había dado el menor hasta que tomo asiento.
El pelinegro no se molesto en iniciar lo que sea que le fuera a decir su jefe y solo espero a que el contrario terminara de hacer lo que hacia, una vez el de ojos cafe-rojizos termino de firmar los documentos levanto su mirada y miro directamente al contrario, el cual se puso nervioso.
Donnie: Es raro que Rafael no me haya dado queja alguna de ti —Cruzo sus brazos sobre el escritorio.— ¿Tu quieres quejarte de algo?
Leo: ¿Dis-Disculpe? —Dio unos parpadeos confundidos ante la pregunta.—
Donnie: Rafael no es fácil de tratar desde hace meses —Sus ojos se entrecerraron.— Así que asumo que quieres quejarte de su actitud
Leo: No —Torció un poco los labios al soltar aquello con firmeza.— Perdón, jefe pero si le soy sincero...No tengo ninguna queja
Aquellas palabras sorprendieron y alegraron a Donatello puesto que ni siquiera el señor Jones había dicho con tanta firmeza que no tenia quejas, Casey y Rafael podrían ser los mejores amigos pero la espina de que ambos tienen un carácter del carajo los hacia discutir muy seguido y eso generaba a veces problemas cuando estaban en algún caso importante.
Tal vez al fin alguien acompañaba al pelirrojo con la intención de apoyarlo y no solo generar competencias de quien era mejor y esas cosas, Leonardo parecía de verdad querer llevarse bien con el agente, claro que el único problema era que Rafael lo aceptara.
Antes de poder comentar otra cosa, la puerta de la oficina se abrió de golpe dejando ver a un agitado secretario de tez bronceada, estatura baja, cabello castaño y de brillantes ojos amarillos, el secretario Mondo tenia una expresión de notable preocupación lo que altero a los que estaban dentro de la oficina.
Donnie: Mondo, ¿Que pasa? —Se levanto de su silla colocando las palmas de sus manos en el escritorio.—
Mondo: En la prisión a las afueras de la ciudad se a detectado movimiento sospechoso —Llevo una mano a su pecho e intento relajar su respiración.—
Donnie: Mierda, ¿Ya han alertado a seguridad? —Camino a paso rápido hasta el secretario.—
Mondo: Los guardias de la prisión ya se han puesto al tanto —Mira el papeleo en sus manos.— Pero no sabemos exactamente a que se enfrentan
Leo: Una fuga —Abrió sus ojos con sorpresa y se levanto de la silla.—
Donnie: ¿Que? —Se giro para ver al menor con incredulidad.—
Leo: ¡Cre-creo que se trata de una fuga! —Sin pensarlo dos veces salio corriendo del despacho.—
Los policías disponibles subieron a sus patrullas y comenzaron a conducir en dirección a las afueras de la ciudad, Leonardo iba de copiloto en una de las patrullas tratando de mantener la calma puesto que no se imagino que tenia que ir sin el acompañamiento de Rafael. Saco su celular con la intención de contactarlo, sin embargo, recordó que el pelirrojo aun estaba atendiendo lo de la bomba y seria mejor no interrumpirlo, guardo de nuevo el teléfono en su bolsillo.
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𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐧̃𝐞𝐫𝐨 』
عشوائيAU HUMANS YAOI Ser agente del FBI no es fácil y menos cuando eres uno de los mejores, eso Rafael lo tuvo muy en claro una noche. Tras una tragedia y unos meses después, uno de los mas peligrosos mafiosos de la ciudad regresa y pone en peligro la seg...