𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐧̃𝐞𝐫𝐨 』

Capitulo 8

Rafael estaba un poco sorprendido al ver lo mucho que le gustaba la pizza a Leonardo, el restaurante japonés estaba cerrado así que fueron a la pizzería de enfrente ordenando una mediana de peperonie ya que el pelirrojo tenía la intención de llevarles a sus amigos las rebanadas que quedaran pero el menor ya llevaba casi la mitad de las rebanadas.

Rafa: ¿Refresco? —Le extiende una lata de Coca-Cola ya abierta.—

Leo: Gracias, jefe —Toma la lata y da un sorbo a la misma para después seguir comiendo.—

Rafa: Ya sé a dónde llevarte a comer la próxima vez —Recargo su codo en la mesa y sobre su palma su mejilla derecha mirando directo al menor.—

Leo: ¿Mm? —Pasa con fuerza su bocado sintiendo el sonrojo en su rostro.— ¿l-la próxima?

Rafa: Así es, supongo que es bueno tomarnos un respiro los dos —Se encoge ligero de hombros.—

Leo: ¿So-solo nosotros? —Sin poder evitarlo sonrió de forma boba.—

Rafa: Claro, somos compañeros después de todo —Se levantó de su asiento para así alcanzar a acariciarle el cabello.— Anda, termina de comer, debemos irnos

La palabra "compañeros" hizo que las esperanzas de Leo cayeran, es decir, quería hacerse amigo del pelirrojo y por supuesto que ir a comer estaría perfecto, más aun si lo dijo su jefe pero por alguna razón Leo se desanimó por completo, no sabía lo que el hormigueo en su estómago le intentaba decir cada que sentía la mirada o sentir tan cerca a Rafael sobre él y lo único que sabía era que se ponía nervioso, demasiado.

Solo quedaron tres rebanadas de toda la pizza, Rafael al menos llevaba algo de comida para dársela a Miguel Ángel o a quien se encontrara primero en su camino, ambos ya iban en el coche del pelirrojo de regreso a la comisaria para escuchar las buenas o malas que les daría Donatello, claro que el pelirrojo estaba dispuesto a intervenir si las malas iban para Leonardo.

Otra vez había un silencio entre los dos, Leo mantenía su mirada en la ventana perdido en sus pensamientos sin darse cuenta de las miradas que le llego a dar Rafael en un intento de querer hablar con él, sin embargo, el mayor carraspeo terminando de llamar su atención lo que lo hizo enderezarse.

Rafa: ¿Te...¿Te duele? —Paso su mano por su cabello en un intento de no estar tan tenso.—

Leo: ¿Qué cosa? ¿Esto? —Poso un poco sus dedos sobre su mejilla vendada.— No, bueno, se siente un poca dormida pero estoy bien

Rafa: Me alegro —Frunce un poco su ceño.— Y para tu suerte no fue tan grave

Leo: ¿Aun está molesto? —Lo mira con tristeza.— No era mi intención que-

Rafa: Venga ya —Niega con su cabeza.— Deja de disculparte, no fue culpa tuya pero si no vuelves a llamarme, yo mismo te regreso a paquetería

Leo: Creí que me iba a despedir —Juega nervioso con sus dedos.—

Rafa: No es para tanto, me excedí un poco ese día —Sonríe mostrando su sonrisa perfecta.—

Al menor se le volvieron a poner sus mejillas rojas de tan lindo que se vio el pelirrojo en ese momento al sonreírle, era la primera vez que lo veía así que las ganas de tomarle una foto se las tuvo que aguantar, se apresuró a disimular regresando la sonrisa y cerrando sus ojos en el acto. Rafael abrió sus ojos con sorpresa al darse cuenta que su compañero era aún más tierno al sonreír lo que provoco un cosquilleo en su pecho pero solo lo ignoro y se dio cuenta que ambos pudieron romper el hielo un poco más.

Llevaban trabajando juntos apenas una semana y Rafael seguía sorprendido de que el pelinegro no lo mandara al diablo o al revés, Leonardo le tenía más paciencia que cualquier otro y eso le genero su intento de querer saber más sobre el menor, incluso había demostrado ser muy hábil en las veces que lo ha acompañado, sin Leo no hubieran capturado a Bradford pero lo que había ocurrido apenas unas horas atrás demostró también su poca capacidad de combate.