La magia pura.

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Era un atardecer portátil, pensó embelesado, al ver los rayos del sol dar directamente en la melena pelirroja, revelando los hilos de cobre que la componían, destacándola entre todos los demás.

Sabía que Lily no entendía nada de aquello, de los pases, escobas y jugadas, a penas si entendía como volar, pero estaba allí, sentada en la fría tribuna, aplaudiendo cada vez que él hacía algún movimiento, funcionase o no.

Después de un largo rato presionando al guardián desde todos los ángulos posibles, pegó un silbatazo para detener el entrenamiento.

—¡Estuvo muy bien! Pero si queremos patearle el trasero a esas víboras no podemos conformarnos con un muy bien, ¡Entrenaremos el doble si hace falta! ¿¡De quién será la copa este año?

—¡GRYFFINDOR!— coreó su equipo, con la misma expresión de determinación que él.

***

—¿Cómo está el mejor capitán de Quidditch que Gryffindor ha tenido?— le encantaba ese cosquilleo en su ego cada vez que Lily lo halagaba de esa manera. Esos días donde creía que podría abandonarlo habían quedado atrás, le hacía saber cada momento lo enamorada que estaba.

—Mucho mejor contigo como mi fan número uno— la pegó a él por instinto. Estaba maravillado con esta nueva cercanía, el calor del cuerpo de Lily para pasar el invierno era algo inimaginable. —¿Iremos a Hogsmeade hoy, verdad?— Lily pasó los brazos por sus hombros, abrazándolo por el cuello y mezclando sus deditos entre su pelo crespo y despeinado.

—Tengo otros planes…Es una sorpresa para ti— explicó al ver el ceño fruncido por sobre el marco de las gafas.

—Esa sorpresa me gustará mucho, ¿verdad, preciosa?— Asintió antes de besarlo despacio. —Tengo que ducharme antes de que el sudor se seque o me agarraré un  resfrío.

—Si te enfermas, te cuidaré— James se quedó en silencio, hasta que ella notó a donde se dirigía su mirada— ¿Me estas imaginando como una enfermera sexy de las revistas para hombres?

—Te he imaginado varias veces vestida así, vestida de todas formas en realidad— Lily rió.

—Curioso, yo siempre te imagino desvestido— el azabache soltó una risita ronca, masculina, que le erizó la piel. James le acomodó el cabello rojo detrás de la oreja con cuidado, acariciando su mejilla pecosa en el proceso.

—Mi pequeña niña traviesa, me considero afortunado de que tu cabecita se concentre en mí…ni hablar de otras partes de tu bonito cuerpo. Realmente bonito cuerpo— Un sonrojo inundó su cara, haciéndola más hermosa si eso era posible. —Iré a ducharme de una vez. ¿Vienes?

—¿A la ducha?— preguntó atónita.

—Me refería al vestuario, pero si quieres meterte conmigo a la ducha, no me quejo— su corazón se aceleró al máximo cuando Lily se mordió el labio, considerando la idea.

—No esta mañana— Concluyó.

***

—Cornamenta, Corni— Sirius lo sacudió bruscamente—¡TIERRA LLAMANDO A CUERNOS! Por Godric, pensé que era imposible que estuvieras más idiotizado por la pelirroja, pero veo que te superas día a día. Aunque cualquiera se idiotizaría con ese precioso…— le dio un zape en la nuca— ¡Eso si lo oyes!

Remus rodó los ojos. Sirius y James eran como dos niños, más aún cuando tenía que ver con líos de faldas.

—Tú y Lily van muy bien— comentó distraídamente, dándole el último bocado a su chocolate.

—¿Bien? ¿Solo bien? Esta loca por mí…casi tanto como yo por ella— sonrió como un idiota, o como un enamorado, que al punto de vista de Sirius eran prácticamente lo mismo.

De como James y Lily tuvieron sexo por primera vez. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora