Rain había huído junto a Rash a traves de las estrechas calles del pueblo. Los cazarecompensas le seguian el paso lo más rápido que podían, pero ella había entrenado lo suficiente para despistarlos. Ethan y Loss le pisaban los talones. Tardaron un poco en darse cuenta que la seguian en circulos y que ella estaba ahora en una tienda local escondida.
Yuko sostenía a Rash entre sus brazos, el pobre minino se encontraba lastimado en su patita derecha. Ella se lamentaba por lo imprudente que fue y lo que casi perdía. Trato de consolarlo como pudo, urgo entre su mochila esperando encontrar alguna benda o una de sus tipicas pañoletas que acostumbraba a cargar. Ni una cosa, ni otra. Estaba en una tienda así que lo más razonable sería que comprara lo necesario o simple y sencillamente lo hurtara, al fin y al cabo ella lo necesitaba más que nunca. Comenzo a recorrer de un lado a otro la tienda, extrañamente el tendero no se encontraba, ello le hizo pensar que aquellos alienigenas de piel azul podían haber sido los dueños de aquel descuidado lugar - no había mucho que comprar siendo sinceros (o robar en todo caso) - Yuko tomo algunos viveres en polvo para comer más tarde con Rash, solo necesitaría un poco de agua y listo. Siguio caminado entre los anaqueles y encontro paquetes de vendas, analgesicos y otras cosas de las cuales desconocia su función. Se sento junto a la ventana más próxima a la puerta y aún teniendo a su amigo en sus brazos lo acomodo en su regazo.
- Tranquilo - le dijo entre susurros - todo estara bien.
Los delicados tratos que Yuko le deba a su pequeño amigo siempre eran recompensados con unos sinceros legüetasos a sus mejillas. Esta era la ocasión. Despues de aplicarle primeros auxilios, Rash le agradecio de la manera más cariñosa que él podía. Restrego su peluda cabezita frente a su menton y luego a su rostro. Yuko sintio como la baba de Rash comenzaba a secarsele entre las comisuras y debajo de la nariz.
- Para, para. Yo tambien te quiero mucho - ella lo estrecho con más fuerza sin temer por lastimarlo. Rash no le tomo importancia hasta que un nuevo olor en el ambiente se hizo presente -. ¿Qué sucede? - cuestiono ella al ver como Rash trataba de safarse de sus brazos. El pequeño, pero temerario minino se puso de pie sobre el suelo de madera y encuanto poso sus afelpadas patas saco unas filosas garras que ni Rain se atrevía a tocar cuando las usaba. Eran demasiado peligrosas como una daga, incluso podría decirse que eran mil veces peor.
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STARS RAIN...
AdventureEn el futuro... La aventura de dos extraños comienza en una huída por salvar sus vidas para intentar limpiar sus nombres y demostrar quien en verdad son descubriendo sus propositos para vivir.